Sábado 18 de Octubre de 2025, 13:26

El candidato boliviano resalta la popularidad de Javier Milei entre los jóvenes y detalla sus planes de cooperación económica si gana el balotaje
Jorge “Tuto” Quiroga, de 65 años, quien en sus actos de campaña saluda con los dedos de la mano derecha formando una “L” por su Alianza Libre, reconoció en una entrevista con LA NACION su afinidad ideológica con Javier Milei. Además, admitió que la figura del presidente argentino contribuyó a que se ubicara en el segundo lugar de la primera vuelta electoral del pasado 17 de agosto, con el 26,7 % de los votos, y ahora compita en el balotaje con Rodrigo Paz Pereira, que obtuvo el 32,6 %.“A mí me han insultado durante años por defender las ideas de la libertad, y con Milei hubo un cambio en toda la región”, comentó Quiroga desde el hotel MET, en el barrio Achumani, a 10 kilómetros del centro de La Paz.
El candidato compartió una anécdota que ilustra este impacto: “En el carnaval de Oruro de 2024, la alcaldía había enviado a unas personas que empezaron a gritarme y a insultarme diciéndome ‘¡Fuera, neoliberal! ¡Fuera, neoliberal!’, que es lo que siempre me han dicho. Pero al rato se acercan unos chicos jóvenes y me preguntan: ‘Ah, ¿pero entonces usted es neoliberal como Milei... ¡Qué interesante!’, y nos quedamos conversando. Es decir, Milei ha hecho más cool para la gente joven la defensa de la libertad, que es algo que yo vengo pregonando desde hace décadas. Pero todo lo que pasa en la Argentina tiene mucha repercusión aquí”, señaló.
Quiroga, alto, rubio y reconocido por su afición al montañismo, ha llevado consigo un perfil liberal y pro norteamericano a lo largo de su carrera, lo que genera contraste en un país plurinacional con 36 pueblos originarios y la mayor proporción de población indígena en Sudamérica.
Hijo de un ingeniero especializado en represas y túneles, recibió desde niño el apodo de “Tuto”. Tras terminar la secundaria en Santa Cruz de la Sierra, estudió ingeniería industrial y administración de empresas en Estados Unidos, donde trabajó para IBM y se casó con Virginia Gillum, con quien tiene cuatro hijos.
“Cuando tenía 37 años, el exdictador Hugo Banzer me eligió como compañero de fórmula para las elecciones de 1997 por mi perfil técnico y formación liberal ortodoxa, y también para distanciarse de su pasado como presidente de facto (1971-1978). Banzer murió en la presidencia y yo completé entonces el mandato (2001-2002)”, recordó Quiroga.
Esta es su tercera postulación presidencial, tras los comicios de 2005 y 2014, y la más cercana a alcanzar la presidencia.
Al comparar su proyecto con el de Milei, destacó las diferencias de contexto: “El punto de arranque es totalmente diferente porque la Argentina vino alternando años de bonanza y de crisis. Acá ha habido una crisis que era predecible. El MAS recibió un país lleno de gas, con gasoductos, con mercados. Fuimos el único país del mundo que tenía todo para crecer y no le debía nada a nadie, ni al FMI, ni al Banco Mundial ni al BID, ni a los mercados privados. Yo, como presidente, pagué todas las deudas. Hubo veinte años de bonanza y ahora hay una crisis profunda y total. En segundo lugar, Bolivia renovó por completo su Congreso en agosto. Mientras el kirchnerismo es hoy la primera minoría en el Congreso argentino, en la Asamblea boliviana de 130 bancas, el MAS, hasta ahora oficialista, tendrá 10 legisladores, no le alcanza ni para armar un equipo de fútbol. Por eso es diferente la situación económica y política de la que recibió Milei”.
En cuanto a la experiencia argentina, Quiroga sostuvo: “Yo llevo ya varias décadas impulsando las ideas del liberalismo, y sé que las cosas no se arreglan, como dice la canción de Luis Fonsi ‘Despacito’. En Bolivia la casa se está incendiando y hay que apagar ese fuego con ‘agua verde’ de los dólares que vamos a pedir al Fondo Monetario. Bolivia es un país más pequeño y para estabilizarse no requiere los volúmenes de ayuda que está necesitando ahora la Argentina. Me parece que el esfuerzo que está haciendo Milei para ordenar la economía es titánico, gigantesco. Era claro que para salir del corralito y abrirse al mundo requería la inyección de dólares. En mi criterio eso tardó un poquito más de lo que debía tardar, pero ahí está en curso y recibió un enorme respaldo político. Algo que le dije a Milei hace un año y que yo creo firmemente es lo siguiente: Necesitamos que Bolívar y San Martín vuelvan a cabalgar juntos. Que Venezuela sea libre y democrática, y que la Argentina tenga una economía ordenada y estable”.
Sobre la cooperación con la Argentina, detalló: “El 60 % del litio del mundo está entre la Argentina, Chile y Bolivia. Entonces, quiero que trabajemos de forma conjunta para armar el ‘triángulo del litio’. Con las baterías eléctricas que tienen y tendrán cada vez más todos los dispositivos y vehículos del mundo, el litio es el ‘oro blanco’ del futuro. Es ridícula la situación actual de que se lleven la salmuera del litio boliviano a China o Corea y de allí nos exporten a nosotros las baterías eléctricas de litio. Hagámoslo todo acá. Es una oportunidad que tenemos. En Bolivia vamos a cambiar el entorno de inversiones, hacer acuerdos bilaterales con la Argentina y Chile. Todo lo que hicimos alguna vez con el gas y que permitió el impulso hidrocarburífero de comienzos de siglo, lo vamos a hacer con el litio. Creo que se puede hacer sin afectar la industria del turismo en el Salar de Uyuni, que es uno de los temores. Además vamos a revitalizar por supuesto nuestra producción de gas, minería y la industria agropecuaria. No somos la Argentina, por supuesto, pero nuestro agro es sólido y de buena calidad, y va a responder rápido si se le da seguridad jurídica, si se traen dólares y se baja la inflación”.
En cuanto al narcotráfico, señaló: “La preocupada no es la ministra Bullrich. El preocupado soy yo. Fui el único presidente que trabajó activamente contra el narcotráfico y logramos reducir la producción de cocaína en un 80 % en cinco años. De ahí surge la animadversión permanente que Evo Morales tiene hacia mí porque enfrenté la coca ilegal en el Chapare y arruiné su negocio. Por eso, lo que voy a hacer desde el principio es abrir una oficina de la Policía Federal Argentina y de la brasileña en Bolivia. Conozco bien a Patricia y sé que vamos a tener un buen trabajo conjunto. La gente siempre dice: ‘Hay que volver a traer la DEA norteamericana’. Pero la cocaína de Bolivia no se va a Estados Unidos, sino a la Argentina y Brasil. No sé si recuerda la película ‘Scarface’, de Al Pacino. En un momento, el personaje decide dejar de comprar droga a los colombianos que adquirían la cocaína boliviana y dice: ‘Voy a comprar directo la droga a Bolivia.’ Bueno, eso era la película, pero es lo que está pasando hoy con las mafias europeas, que están viniendo a balear a las brasileñas en Bolivia y dicen: ‘Voy a ir directo al suministro y eliminar intermediarios’. Y eso vamos a enfrentarlo con claridad porque nos afecta a todos. Sé que si logro imponerme en el balotaje de este domingo, va a empezar una muy buena época de relaciones con muchos países, y especialmente la Argentina. Nuestros vínculos se tienen que basar en el respeto a las libertades de las personas y la alternancia en el poder. No podemos seguir relacionándonos con los tiranos, trogloditas, totalitarios de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Eso va a cambiar. Se lo aseguro”. /
La Nación
Más leídas en la semana
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10