Martes 04 de Noviembre de 2025, 11:54

Jaldo y Milei en 2024 en la Casa Histórica de Tucumán
El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, volvió a ratificar su propensión al diálogo con el Gobierno nacional de Javier Milei, esta vez al expresar su apoyo a una futura reforma laboral, una de las principales iniciativas que el oficialismo planea impulsar tras su victoria en las elecciones legislativas. Las declaraciones del mandatario tucumano, realizadas luego de un encuentro con el Presidente y otros gobernadores en Casa Rosada, generaron un fuerte impacto político tanto dentro del peronismo como en la oposición.“No nos podemos oponer a que se actualicen las leyes laborales”, sostuvo Jaldo en conferencia de prensa, en una frase que sintetizó su postura de acompañamiento al Ejecutivo nacional. “Las pequeñas y medianas empresas, las industrias, el comercio y la producción necesitan leyes laborales actualizadas y modernizadas, porque la tecnología avanzó. Hoy el robot está reemplazando a las personas y la inteligencia artificial ocupa muchos puestos de trabajo”, argumentó el gobernador, marcando un tono de pragmatismo ante los desafíos económicos y productivos.
El mandatario tucumano, que ya había sido uno de los primeros dirigentes del peronismo en acercarse a Milei al comienzo de su gestión, justificó su respaldo al diálogo con la Casa Rosada: “Vemos con agrado que el Presidente haya recuperado el diálogo con los gobernadores. Era algo que el país necesitaba”. Además, insistió en que los cambios legales no deben implicar retrocesos en los derechos de los trabajadores: “Ninguna ley es retroactiva. Los derechos adquiridos no se tocan”.
Reacciones y repercusiones políticasLas palabras de Jaldo no pasaron inadvertidas. En las redes sociales, dirigentes de la izquierda y del sindicalismo salieron al cruce del gobernador tucumano. El legislador porteño Gabriel Solano, del Partido Obrero, publicó en X (ex Twitter): “Jaldo repite el discurso de las patronales y de Milei. Habla de modernización, pero lo que proponen es precarización. Ninguna tecnología justifica quitar derechos conquistados por los trabajadores”.
Desde el kirchnerismo, también hubo señales de malestar. Voceros del sector remarcaron que las declaraciones de Jaldo “profundizan su distanciamiento del peronismo nacional”, en un contexto en el que la oposición intenta reagruparse frente al avance del oficialismo libertario. “El gobernador tucumano hace rato que se paró del lado de Milei”, deslizó un diputado cercano a Axel Kicillof, en declaraciones off the record.
Por el contrario, dentro del bloque dialoguista en el Congreso, las palabras del tucumano fueron recibidas con beneplácito. Algunos legisladores cercanos al radicalismo y a sectores del PRO destacaron su “sensatez” y su “visión moderna del trabajo”.
Regionalización y competitividadOtro de los puntos que Jaldo puso sobre la mesa fue la necesidad de regionalizar los convenios colectivos de trabajo, un tema sensible en el interior del país. “Por ejemplo, los sueldos de la UTA se definen en Buenos Aires, pero sirven y valen para todo el país. Buenos Aires recibe subsidios que el norte no recibe, y muchas empresas deben pagar salarios con déficit. Los convenios deberían adaptarse por zona o región”, explicó.
El mandatario insistió en que el país necesita “legislaciones competitivas” para enfrentar la globalización. “Tucumán tiene casi 160 productos en 150 mercados del mundo. Ante una economía globalizada, necesitamos leyes razonables que nos permitan competir con costos adecuados y sistemas de producción actualizados”, añadió.
Un equilibrio político delicadoEl nuevo respaldo a Milei vuelve a tensionar la relación de Jaldo con el peronismo tradicional, del cual se distanció a comienzos de la gestión libertaria, cuando acompañó las primeras leyes enviadas al Congreso. Su postura pragmática lo posiciona como uno de los aliados provinciales más firmes del Gobierno nacional, pero también lo expone a críticas internas en el norte, donde el peronismo conserva un fuerte arraigo sindical y social.
Mientras el Ejecutivo nacional busca avanzar con su proyecto de reforma laboral y fiscal, las palabras de Jaldo confirman un reacomodamiento del mapa político: los gobernadores del norte grande aparecen divididos entre la resistencia y la colaboración. En ese contexto, el apoyo tucumano podría tener un valor estratégico para Milei en el Congreso, donde cada voto provincial será clave para aprobar la nueva legislación.
Las declaraciones de Jaldo marcan un nuevo capítulo en la relación entre el Gobierno nacional y los gobernadores. Su respaldo a la reforma laboral coloca al tucumano en el centro de la escena política y reactiva el debate sobre hasta qué punto el peronismo provincial está dispuesto a acompañar las reformas estructurales que impulsa Javier Milei.
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