Jueves 06 de Noviembre de 2025, 16:40

EXPOSITORA. Mili Esper fue de las primeras en dirigirse al público en el teatro Mercedes Sosa, durante el encuentro de emprendedores "Elevate".
Esta mañana, el teatro Mercedes Sosa se convirtió en el escenario de una jornada pensada para transformar la forma en que los jóvenes tucumanos miran el futuro. Elevate Tucumán reunió a estudiantes, docentes, empresarios y mentores en una experiencia colectiva de aprendizaje e inspiración, con el propósito de despertar vocaciones, compartir herramientas y fortalecer el espíritu emprendedor de la provincia.
Luego de la presentación de la jornada, tomaron la posta el ministro de Gobierno, Regino Amado y Matías Mahtuk, gerente general de Yuhmak. “Escuchamos decir que Dios es argentino pero atiende en Buenos Aires, pero esto ya no es así, no importa el código postal de las personas que quieran emprender”, dijo. “Aprovechen estas oportunidades porque queremos un Tucumán con gente preparada y floreciente en el noroeste del país. Un Tucumán en grande”, concluyó el ministro.
Entre las primeras expositoras se destacó Mili Esper, fundadora de Beauty Tuc, un emprendimiento de moda circular nacido en plena pandemia con la misión de reducir el desperdicio textil y promover un consumo más consciente. Desde su creación, Beauty Tuc ha apostado por el impacto ambiental, la colaboración comunitaria y la generación de oportunidades económicas sostenibles, convirtiéndose en un referente local del emprendedurismo joven con propósito.
“Lo que empezó como un hobby en el living de mi casa cuando tenía 16 años se convirtió en una pyme con impacto real”, contó Esper, al recordar sus primeros pasos. Aquello que comenzó con la venta de ropa usada entre amigas terminó en una estructura consolidada, con más de quince colaboradores y dos sucursales en la provincia.
“Beauty nació con una idea muy simple: que algo que una persona ya no usa pueda hacer feliz a otra”, explicó la joven emprendedora, al definir el corazón del proyecto. “No inventamos nada, pero podemos transformarlo todo”, agregó y remarcó que la innovación no siempre consiste en crear desde cero, sino en mirar distinto lo que ya existe.
Durante su exposición, Esper subrayó la importancia de la perseverancia y de la mirada creativa en los negocios. “Creo que muchas personas tienen el concepto errado de que para emprender hay que ser un genio”, reflexionó, y enseguida aclaró: “No es magia, sino perseverancia”. La clave, aseguró, está en pensar que un negocio que ya existe se puede mejorar.
“Emprender es un work in progress constante”
Para la fundadora de Beauty Tuc, las dificultades son parte esencial del proceso. “Tu mayor problema capaz se puede convertir en tu mayor fortaleza”, señaló, en referencia a cómo transformó las largas filas de su primer local en una experiencia para los clientes.
Más allá del éxito alcanzado, Esper destacó la importancia de disfrutar cada etapa del camino. “Si yo no disfruto el proceso, es muy difícil poder disfrutar el resultado”, dijo, al describir la naturaleza de un emprendimiento en constante transformación. “Emprender es un work in progress constante”, añadió, convencida de que el aprendizaje nunca se detiene.
“Emprender es una batalla con uno mismo”
También hizo referencia a la motivación que la guía desde sus inicios. “Yo empecé a emprender porque quería superarme”, confesó. En ese sentido, advirtió que el dinero no tiene que ser el objetivo, sino la consecuencia de hacer las cosas bien. Y enfatizó: “Emprender también es superarse todos los días; es una batalla con uno mismo”.
Al hablar sobre el tiempo y la constancia, Mili dejó uno de los mensajes más aplaudidos de su charla: “Emprender no es una carrera de velocidad, sino de resistencia”. Luego agregó que la clave es insistir, incluso cuando los resultados no llegan de inmediato. “El ‘no’ ya lo tenemos, entonces hay que salir a buscar el ‘sí’”, expresó, alentando a los jóvenes a persistir en sus ideas.
La emprendedora también compartió su visión sobre el papel de las redes sociales en la construcción de una marca. “Las redes tienen un potencial tremendo si se saben usar”, aseguró. “La gente no compra solo lo que vendés, sino también por qué lo vendés”, reflexionó.
Finalmente, dejó una frase que resume su filosofía y la identidad de su marca: “El que se adapta, gana”. En ese espíritu, Beauty Tuc se consolida como una propuesta que no solo le da una segunda oportunidad a la ropa, sino también a las personas. /
La Gaceta
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