Viernes 07 de Noviembre de 2025, 07:23

Una vista de Guanahani, la lujosa propiedad ubicada en José Ignacio que Marcelo Tinelli finalmente vendió por 11 millones de dólares
En la que parece ser una de las semanas más complicadas, Marcelo Tinelli y su círculo más íntimo sumaron un eslabón más a su cadena de momentos difíciles: la obligada despedida de Guanahani, la casa de Uruguay que los vio disfrutar en familia y con amigos, despedir y celebrar nuevos años con esperanza y también recibir a las personalidades más importantes del país.
Guanahani, la mansión que el creador de ShowMatch posee en José Ignacio, es además, uno de los escenarios exclusivos en los que transcurre el docu-reality Los Tinelli, que intenta mostrar la intimidad del clan. De hecho, tanto el conductor como su hija Candelaria y parte de su círculo pasaron allí las últimas semanas, grabando la nueva temporada. Pero esta vez, no todo fue disfrute: la venta de la finca despierta una enorme nostalgia y tristeza, en medio de la crisis que atraviesa la familia.
En su cuenta de Instagram, Candelaria compartió una fotografía en la que se la ve disfrutando del sol junto a sus dos perros en la playa privada de la propiedad, y acompañó la imagen con una frase contundente: “Nuestro lugar en el mundo por siempre”. De esta manera, la heredera del conductor dejó en claro que le costaba mucho desprenderse de ese espacio emocionalmente tan preciado.
De hecho, antes de regresar a Buenos Aires junto a su hermana mayor, Micaela, la cantante fue interceptada por el periodista de A la tarde, Gustavo Descalzi y se refirió al tema con sinceridad. “Estoy negada a despedirme, así que capaz que vengo el fin de semana porque no puedo, te juro. Todo muy lindo en esa casa, no tenemos ni un mal recuerdo. Nos va a costar mucho”.
Además, reveló que ella y sus familiares realizaron una ceremonia íntima de despedida, que incluyó una última cena, y que todo podrá verse en la nueva temporada del reality.
Ese parece ser el ánimo que reina en los miembros de la familia, que hubieran preferido conservar la majestuosa finca campestre de 5,2 hectáreas ubicada en la zona de La Boyita.
La propiedad se convirtió en uno de los ejes de la discordia entre Tinelli y el empresario rosarino y flamante dueño de Telefe, Gustavo Scaglione, con quien el conductor mantiene una deuda millonaria. La mala relación entre ellos se hizo evidente hace aproximadamente 60 días, en el mes de septiembre, cuando Scaglione impidió que Tinelli pudiese concretar la venta de Guanahani.
Después de estar años a la venta, y de haber bajado considerablemente su precio de publicación, en el mes de julio Tinelli habría cerrado la venta de la propiedad. Consultado, el conductor reconoció que había firmado una “opción de compra” con su inquilino, el empresario norteamericano Tyler Lawton. Todas las crónicas periodísticas coincidieron que el valor acordado por las partes era de 11 millones de dólares.
Apenas se supo de la venta, aparecieron en distintos programas de televisión artistas que aseguraban no haber recibido el pago correspondiente por su trabajo en la productora de Tinelli, LaFlia. Entre ellos, Luisa Albinoni, Florencia Peña y su hijo Juan Otero. Al enterarse de una inminente operación, Scaglione puso un recurso de amparo y trabó un embargo sobre la propiedad.
El caso se discutió en televisión. Y generó un interesante ida y vuelta entre Marina Calabró y Marcelo Tinelli. “Le cayó un nuevo embargo millonario a Tinelli. ¿Te acordás que habíamos mostrado los documentos de la compraventa de la casa en Punta del Este? Bueno, estaba contento porque iba a embolsar 11 palitos”, contó Calabró en el magazine matutino de América. Y agregó: “Entre el boleto de compraventa y el traslado del dominio le cae el embargo sobre la casa de Punta del Este. Está en un quilombo tremendo porque le cae un embargo cuando ya cobró un palo y medio”.
La reacción de Tinelli, quien hasta hace poco oficiaba como gerente de programación de América, no tardó en llegar. “No, Marina, no es así. Ese embargo me lo metió el mismo que te dio la info equivocada, al que curiosamente vos no nombrás, salvo al final”, disparó en referencia a Scaglione. “No es ese el monto y yo a tu ‘amigo y dueño’ rosarino nunca le pedí nada. Él se mete solo conmigo que soy uno de los garantes de la deuda de San Lorenzo para dañarme en mi imagen. Este hombre compró una deuda para poder ir contra mí”, escribió en X.
“Sigue el tema en un canal que lo sentía mi casa. Pero entiendo que ahora, como este señor es dueño, hay que bancarlo. Los montos no son esos y lo único que quiere es dañarme en mi imagen y sacarme todo. Averigüen la ‘Mutual’ a la que le compró esta deuda de San Lorenzo. No tiene escrúpulos y lo único que busca es que me convoque o le entregue los bienes de mi familia. No lo voy a permitir”, continuó enfurecido, tiempo antes de que su hija menor, Juanita, hiciera una denuncia por amenazas, desatando un escándalo mediático y familiar.
En el aviso de la empresa de bienes raíces que la tiene en su catálogo, se describe a Guanahani como una “espectacular propiedad que cuenta con un total de 5 edificios, entre los que se encuentra la casa principal y varias casas adicionales”. Allí, se informaba, además, que “la casa principal destaca por sus 9 suites de diseño lujoso y su impresionante piscina climatizada” y que sus “dos casas de huéspedes proporcionan espacio adicional para alojar a los huéspedes con total comodidad”. También cuenta con “un gimnasio totalmente equipado” para aquellos que deseen mantenerse en forma sin salir de casa y “una casa para el personal y otra para los cuidadores”, lo que garantiza un servicio “completo y discreto”.
También se informa que “la finca dispone de varias zonas de almacenaje para maquinaria y equipos, vehículos ligeros (cuatriciclos) y herramientas”, y que “la casa principal dispone de calefacción por suelo radiante y aire acondicionado” en todos los ambientes y que “el sistema de domótica instalado permite el control de luces y sonido en toda la casa”.
En cuanto a las comodidades, la propiedad ofrece una piscina, así como una cancha de fútbol “con redes e iluminación para disfrutar de emocionantes partidos con familiares y amigos” y se hace hincapié en que el mismísimo “Diego Armando Maradona jugó en esta cancha”. El aviso también hacía referencia a la existencia de un “fácil acceso a una playa privada”. En realidad, se trata de un beach club de carácter semiprivado: si bien la playa en Uruguay es pública, esa zona cuenta con pocos accesos a la arena, ya que en el loteo que se hizo en esa área, llamada Santa Mónica, treinta y cinco años atrás se proyectaron solamente dos bajadas públicas y a cuatro kilómetros de distancia.
Además, cuenta con una huerta y un par de hoyos para jugar al golf y, según se informa, “el área donde se ubican la parrilla y el horno es un espacio ideal para organizar reuniones y compartir momentos agradables al aire libre”. La mansión está ubicada en medio de “un hermoso parque arbolado, donde se puede disfrutar de un estanque con carpas y bosque nativo”.
El conductor le compró esta mansión, valuada en varios millones de dólares, al exfinancista Willy López a principios de los 2000, después de haber pasado allí varios veranos como inquilino. Según informó ¡HOLA! Argentina en su momento, inmediatamente después de haber concretado la operación, Tinelli decidió demoler la casa original y, junto a su entonces esposa Paula Robles, madre de sus hijos Francisco y Juana, decidieron darle el nombre de Guanahani en honor a la primera isla de América en la que desembarcó Cristóbal Colón en 1942. /La Nación
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