Viernes 07 de Noviembre de 2025, 18:25
El padre de Matilda López Sanzetenea, la joven estudiante boliviana que murió en San Telmo tras caer de un segundo piso, compartió una carta cargada de bronca y dolor en redes sociales y en la que denuncia que su hija fue víctima de femicidio.
“Estoy hecho m... Destrozado, destripado, roto. Odio las razones que habrá tenido Dios para traerla a mi hija a este mundo, con el propósito idiota e incomprensible de sufrir. Lo odio profundamente”, comienza el texto de Pablo López, que rápidamente se viralizó en redes sociales.
“¿Era tan necesario someterla hasta a un feminicidio? Qué habrá probado Dios con esta particular y personalizada agenda de dolor?”, se preguntó el hombre, sin encontrar consuelo.
En su carta, el hombre también se culpa por no haber podido protegerla. “
Odio no haber podido cumplirle la promesa de cuidarla. Si me ponía fuerte y me oponía a sus elecciones, quizás hoy mi Mati estaría viva”, confesó, en una autocrítica que atraviesa a muchos padres que sufren una pérdida así.
“Pero los padres ‘modernos’ somos así, indulgentes y tolerantes como los nuestros no lo fueron con nosotros. Y hoy tengo que llorarte mi preciosa, mi ángel, mi princesa de la sonrisa permanente y de la tristeza infinita. Te me fuiste en un aliento y tu luz se apagó como una estrellita de San Juan, después de brillar durante apenas unos instantes", escribió.
Matilda había llegado a principios de año a Buenos Aires para estudiar Diseño de Imagen y Sonido en la UBA. Según contó su papá,
la joven estaba en pareja con un joven de su misma edad, y la relación estaba marcada por el control y la violencia.
Matilda López Sanzetenea, la víctima.
“El pibe era muy jodido, muy tóxico. La perseguía hasta la facultad, le controlaba el celular, le cortaba el acceso a la cuenta de banco que compartían y no la dejaba hablar con las amigas”, contó el hombre, en diálogo con el diario Clarín.
En su carta, López hace un reclamo a la sociedad y a quienes minimizan la lucha contra la violencia de género. “
Para eso viniste a este mundo Mati? Para darme tanto y llevarte tan poco? Para demostrarle a aquellos tontos que siguen llamando feminazis a las mujeres que se tienen que defender de los machos violentos, que están equivocados? Era necesario que se rompa tu cuerpecito en mil pedazos sobre la acera para gritarle a los hombres que ya es suficiente de mujeres muertas?”, lanzó con una mezcla de bronca y tristeza.
“Hoy me morí contigo. Siento que me hundo sin remedio en el espesor de lo oscuro”, agregó.
Una promesa de lucha y memoria
En medio del dolor, López promete que la historia de su hija no será en vano. “
Cuando vuelva a Bolivia con tus cenizas, haremos una marcha con velas una noche estrellada, por todas aquellas chicas que la pasan mal. Y vamos a gritarle al cielo que no tiene derecho a seguir llevándose a las niñas. Promesa”, aseguró.
López también recordó cómo su hija fue un ejemplo de fortaleza y resiliencia: “Mi princesa, eras tan fuerte que entraban 1000 goliaths en tu cuerpecito de David. Te sobrepusiste a todo. Les ganaste a los peores monstruos. Y me salvaste la vida cuando ya no podía más”.
El hombre cerró su carta con una certeza: su hija dejó una huella imborrable. “Desde hoy voy a verte en todas partes. En las flores, en las mariposas, en los gatitos. Todos llevan algo tuyo. Y yo también soy mejor. Me hiciste bien. Este mundo entero es mejor porque tú llegaste a él, aunque sea por un ratito”.
/TN