“Hay que estar loco para llevar detenidos a construir una casa”: indignación del jefe de Policía

Miércoles 12 de Noviembre de 2025, 11:39

Con visible enojo, Girvau habló de “vergüenza”, “traición” y “locura”



El jefe de Policía de Tucumán, Joaquín Girvau, rompió el silencio luego del grave escándalo que sacudió a la fuerza provincial, tras conocerse que varios efectivos habrían utilizado detenidos para realizar tareas de albañilería en la construcción de una vivienda perteneciente a un alto jefe policial en El Cadillal.

Con visible enojo, Girvau habló de “vergüenza”, “traición” y “locura”, y sostuvo que el episodio “mancha todo el trabajo y el esfuerzo que la institución venía realizando en los últimos años”.

“Es una actitud de sinvergüenza. Estamos al servicio de la comunidad y esto nos llena de bronca. Hay que estar loco para llevar detenidos para que construyan una casa”, expresó el jefe policial en declaraciones a la prensa.

Girvau confirmó que 13 efectivos están involucrados en el caso y que ya se iniciaron tres sumarios administrativos internos. Además, aseguró que “todo el material recabado será puesto a disposición de la Justicia” y que “si tienen que quedar más policías detenidos, así será”.

“Han defraudado a la institución, al uniforme y al prestigio que se había ganado la Policía de Tucumán”, lamentó.

El hecho provocó también una reacción inmediata del gobernador Osvaldo Jaldo, quien ordenó bajas preventivas y exigió informes detallados sobre la maniobra. Desde Casa de Gobierno se calificó el episodio como “inadmisible” y se instruyó una revisión integral del funcionamiento interno de las jefaturas regionales y departamentales.

Girvau señaló que el caso “no puede quedar impune” y anticipó que se realizará una auditoría interna profunda para determinar responsabilidades jerárquicas.

“Vamos a revisar quiénes están al frente de cada área y cómo se trabaja. Estos hechos nos obligan a mirar hacia adentro y a corregir lo que haya que corregir”, afirmó.

El jefe policial reconoció que el escándalo afecta la imagen de la institución y “defrauda también al gobernador”, quien —dijo— “le dio todo a la Policía para que pudiera cumplir su labor con herramientas y recursos”.

“Estos hechos tiran por la borda años de esfuerzo y manchan el uniforme de quienes trabajan honestamente”, enfatizó.

Sobre los implicados, Girvau fue categórico: “Estos jefes tiraron por la borda 30 años de carrera. Defraudaron a sus familias y a la institución. Sacaron presos por orden de quién, ¿de un juez o de un fiscal? Eso se va a determinar hoy mismo. No vamos a esperar 10 o 20 días”.

Finalmente, envió un mensaje a la ciudadanía: “La Policía va a seguir trabajando con firmeza. Seremos duros con los delincuentes, pero también con nuestros propios hombres si incumplen la ley. Acá no hay privilegios ni corporativismo. Impunidad cero”.

La fiscal Mariana Rivadeneira, a cargo de la investigación, continúa con la toma de declaraciones y el análisis de los registros internos que permitieron el traslado irregular de los detenidos. Fuentes judiciales no descartan nuevas imputaciones ni cambios en la estructura de mando policial.