Sábado 15 de Noviembre de 2025, 11:55
Una mujer tiró botellas con mensajes al mar para encontrar un amor y recibió una respuesta inesperada que la dejó en estado de shock.
Lorraine Forbes, de 58 años, vive junto al mar en la ciudad de Eastbourne, en Inglaterra, y durante años buscó un compañero de vida empleando ese método.
En más de una ocasión recibió respuestas desde distintos lugares, como Holanda y Francia, pero la mayoría de las veces, su botella llegaba solo a una costa cercana. Sin embargo, uno de sus últimos mensajes llegó a manos de un recolector de basura, que no se tomó nada bien su técnica de conquista.
El hombre le envió una respuesta que a Lorraine le costó 9 dólares aceptar, pero cuando la abrió se llevó una gran decepción.
“Por favor, deja de tirar basura al mar. Va a Pevensey Bay o Normans Bay (dos playas cercanas), un día después. Muchas gracias, un recolector de basura”, decía el escrito.
“Estuve enviando las cartas durante años. Quienquiera que me escriba rara vez quiere conocerme, solo me dice dónde las encontró”, contó la mujer, cuyo testimonio fue publicado por New York Post. “Solo quería un poco de romance. Siempre ha sido un pasatiempo mío. Es algo anticuado”, agregó angustiada.
La mujer llevaba años tirando botellas de plástico con mensajes al mar.
Lorraine se enojó con el hombre que le escribió porque le había generado una ilusión que se esfumó en cuestión de segundos:
“Fue un cobarde recolector de basura quien me envió la respuesta. Tuve que pagar 9 dólares para recibirlo. Creo que es realmente desagradable”, expresó.
“Nunca sabré quién es la persona que me envió la carta. Se negaron a ponerle su nombre. Si lo hubieran hecho, exigiría que me devolvieran mis 9 dólares”, lamentó, aunque reconoció que el mensaje la hizo tomar consciencia sobre su accionar.
La mujer siempre tiraba botellas de plástico desde el muelle de Eastbourne, porque tenía miedo que las de vidrio se rompieran en el agua. El personal del lugar le había llamado la atención más de una vez por el impacto que podría tener su accionar en la vida silvestre local.
Aunque la intención de Lorraine siempre fue encontrar un amor, asumió que ese no era el camino para lograrlo: “Probablemente no seguiré haciéndolo. Esto me ha hecho darme cuenta de que la salud ambiental podría encontrar mis cartas con mi nombre y dirección y podría meterme en problemas legales”, concluyó. /
TN