Sábado 15 de Noviembre de 2025, 13:28
Tucumán concentra la mayor producción de sal fina del país gracias a la planta que Industrias Químicas y Mineras Timbó opera en Las Salinas, departamento Burruyacú. Allí se fabrica la marca Celusal, cuya producción abastece aproximadamente el 65% del consumo nacional. El complejo industrial procesa alrededor de 100 toneladas diarias, lo que lo convierte en el principal centro de elaboración de sal alimentaria de la Argentina.La actividad se sustenta en una fuente subterránea de salmuera considerada una de las más grandes y concentradas del país. Se trata de un reservorio natural generado por antiguos depósitos marinos atrapados en profundidad. Para acceder a ese recurso se utilizan pozos que alcanzan los 100 metros, equipados con bombas sumergidas que extraen la salmuera hacia la superficie. Desde allí comienza el proceso industrial que caracteriza a la firma.
La planta emplea tecnología de cristalización al vacío, un sistema que permite separar la sal del agua en condiciones controladas, obteniendo cristales homogéneos, de tamaño estable y con un nivel de pureza superior. Tras la cristalización, la sal pasa por centrifugado, secado y tamizado, etapas que aseguran un producto final uniforme, con más del 98,8% de cloruro de sodio, humedad mínima y baja presencia de impurezas. Posteriormente se realiza el yodado obligatorio, con niveles de entre 25 y 41 ppm, y se incorpora el antiaglutinante alimentario INS 551, utilizado para evitar el apelmazamiento.
El complejo fabrica múltiples variedades: sal fina, entrefina y gruesa; versiones bajas en sodio; mezclas saborizadas bajo la línea Celusal Deli; y sales modificadas para uso industrial bajo la marca Genser. Estas líneas se elaboran utilizando la misma infraestructura de extracción y refinado, adaptando granulometría, composición y formulaciones según las necesidades del mercado.
Además del abastecimiento interno, la planta mantiene un flujo constante de exportaciones. Los productos se envían a Estados Unidos, España, Dubái y Corea, entre otros destinos, lo que posiciona a Tucumán como proveedor confiable en el mercado internacional de sales alimentarias. La ubicación de la fábrica —una de las más antiguas de la compañía e integrada a la estructura de la histórica marca Celusal, originada en 1936— es estratégica para la logística del NOA y para la conexión con los principales nodos de distribución del país.
El funcionamiento de la planta está sujeto a controles periódicos de las áreas provinciales de minería y medio ambiente. Las inspecciones abarcan la verificación del estado de los pozos, los sistemas de extracción, las instalaciones de procesamiento y el cumplimiento de protocolos ambientales vinculados al manejo de la salmuera y a la disposición de residuos. La empresa participa en programas de Producción Limpia, orientados a optimizar el uso de energía, reducir efluentes y mejorar la eficiencia operativa, y trabaja en la implementación de estándares de gestión como ISO 9001.
Por su volumen de producción, sus niveles de pureza y su tecnología de refinado, la planta de Celusal en Tucumán se consolidó como el núcleo más relevante de la industria salinera alimentaria de la Argentina y como un componente clave en la provisión de un insumo básico para hogares, comercios e industrias del país y del exterior.
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