Martes 18 de Noviembre de 2025, 13:17

Debido al corto tiempo transcurrido entre el examen y la detección de la irregularidad, la persona involucrada nunca llegó a tener contacto directo con pacientes.
Una investigación conjunta entre la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), el Sistema Provincial de Salud (Siprosa) y el Hospital Ángel C. Padilla permitió detectar la presentación de documentación apócrifa por parte de una persona que intentó ingresar a la residencia de Oftalmología. El hecho activó de inmediato el protocolo institucional y derivó en una denuncia penal respaldada por el Ministerio de Salud, a cargo de Luis Medina Ruíz.El director del hospital Padilla, Mario Sardón Traverso, explicó cómo se actuó desde el primer momento en que surgieron las sospechas. “Desde la dirección del hospital se tomaron todas las precauciones para que la persona estuviera siempre acompañada por los médicos residentes superiores y por los profesionales del servicio;
nunca tuvo contacto asistencial autónomo”, indicó.
Una vez verificado que la
documentación presentada era
falsa, se aplicaron las medidas preventivas: el Departamento Legal del Siprosa analizó los papeles, se notificó a la involucrada para que dejara de asistir y la causa fue elevada al fuero federal.
Sardón Traverso añadió que las inconsistencias fueron detectadas inicialmente por la división de
residencias, que al requerir información a la Facultad de Medicina corroboró que la postulante no contaba con título habilitante. Con la información confirmada, el Departamento Legal del Siprosa radicó las
denuncias correspondientes.
La secretaria general administrativa del Ministerio de Salud, Natalia Huergo, precisó que la maniobra salió a la luz luego del análisis interno del Ministerio y de una advertencia de la
UNT. Los controles permitieron identificar la
falsificación de títulos, matrícula y constancias. “La revisión documental mostró que la matrícula y el folio
pertenecían a otra persona, lo que activó el procedimiento administrativo interno y derivó en una denuncia penal por presunta adulteración de documentos y ejercicio ilegal de la medicina”, explicó.
Huergo destacó que las áreas del sistema sanitario trabajan de manera articulada para evitar este tipo de situaciones y subrayó que la incorporación del código QR en los títulos facilita la verificación de su
autenticidad. Además, el Ministerio avanza en un protocolo más estricto para el otorgamiento de sellos profesionales, con el fin de reforzar las medidas preventivas.
Desde el Siprosa recordaron que el sistema de residencias funciona bajo un esquema de
becas de formación estrictamente supervisado. Los jóvenes profesionales realizan su especialidad acompañados por equipos docentes, jefes de servicio y médicos responsables, sin autonomía asistencial.
En este caso, debido al corto tiempo transcurrido entre el examen y la detección de la irregularidad, la persona involucrada nunca llegó a tener contacto directo con pacientes. /
La Gaceta
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