Zuchovicki y la economía que viene: "El Estado no me ayudará, pero me sacará el pie de encima"

Miércoles 19 de Noviembre de 2025, 06:22

El presidente de BYMA habló ante empresarios pymes y se refirió a las reformas: "Tenemos un penal con el arquero que se tira para otro lado"



El presidente de BYMA (Bolsas y Mercados Argentinos), Claudio Zuchovicki, volvió a expresar su confianza en el rumbo económico del país y aseguró que la Argentina atraviesa un momento singular. Durante un encuentro organizado por Somos Pymes, el ejecutivo sostuvo que, a diferencia de años anteriores, ya no se discute hacia dónde ir, sino únicamente el ritmo y la metodología de los cambios.

Según su mirada, el país enfrenta una oportunidad excepcional para que las reformas avancen y generen resultados concretos. "Tenemos un penal con el arquero que se tira para el otro lado", ironizó ante el auditorio.


Zuchovicki planteó que llegó la etapa de revisar los procesos internos de cada empresa, enfocarse en la eficiencia y dejar de esperar soluciones estatales. "El Estado no me va a ayudar, pero me va a sacar el pie de encima. 2026 es el año de la economía real, donde las finanzas pasan a segundo lugar", afirmó.

Claudio Zuchovicki habló del ahorro y la inversión

Entre los motivos que alimentan su optimismo, enumeró la posición geopolítica de la Argentina -alejada de los principales conflictos militares-, una estructura demográfica favorable con edad promedio cercana a los 30 años y expectativa de vida alrededor de los 80, y la creciente necesidad mundial de que cada individuo diseñe su propio esquema de retiro. "Todos los Estados están fundidos. El 80% del gasto es en jubilaciones y para financiar eso emitieron dinero. ¿Alguno espera jubilarse para vivir bien? Nos vamos a tener que preparar nosotros mismos y eso depende de la economía real", reflexionó.

Además, al analizar cómo se conformó la riqueza en distintos países, señaló que en la Argentina el 87% de las grandes fortunas provino de herencias, lo que lo llevó a definir el crédito como una herramienta clave de "justicia social".

Zuchovicki también repasó las dificultades que enfrentaron las pymes a lo largo del año. A su juicio, los principales obstáculos fueron el acceso al financiamiento y la llegada de capitales. Recordó que, hasta hace poco, "el 80% del dinero iba al Banco Central (BCRA)", pero que la nueva dinámica obliga a las entidades a prestar al sector productivo: "Los bancos van a tener que trabajar de bancos".

En ese marco, destacó el impacto regional de la política monetaria impulsada por Donald Trump. Con una tasa pasiva del 14% anual, describió, los hogares estadounidenses no podían sostener el uso de la tarjeta de crédito, por lo que el gobierno decidió derrumbar el costo del dinero. Ese cambio, sostuvo, generó un efecto expansivo para América Latina: "La baja en la tasa de interés trae inversión".

Para Zuchovicki, todas las crisis argentinas tuvieron un punto de partida externo, siempre asociado a subas de tasas internacionales. Pero adelantó que ahora se abriría un ciclo diferente, centrado en la economía real y acompañado por la revolución tecnológica: "La próxima revolución es la de la IA y qué se necesita para impulsarla. Energía y minería. ¿Conocen algún exportador de energía, minería y alimentos?", ironizó, vinculando ese potencial con "la ayuda financiera de los Estados Unidos" y los swaps habilitados por Washington: "Nos dan un swap porque producimos lo que quieren, hay que aprovechar el penal".

El titular de BYMA también aludió al escenario político y advirtió que, si bien "nada depende de nosotros", los votantes dieron una señal clara respecto del rumbo: "Podemos nacionalizar y eso, pero las elecciones avalaron que eso no va a pasar". De todos modos, indicó que no todos los sectores atravesarán el mismo proceso y que cada empresa deberá evaluar su propia posición competitiva: "Hay que preguntarse persianas hacia adentro si se está en lo correcto".

El análisis de Santiago Bulat: reformas laboral y tributaria en el centro de la agenda

Tras la exposición de Zuchovicki, el economista Santiago Bulat, director de Invecq, tomó la palabra para explicar por qué el Gobierno apuesta a las reformas laboral y tributaria como ejes principales de 2026.

Según los datos que presentó, el mercado laboral atraviesa un estancamiento prolongado: el empleo privado formal creció solo 3,3% desde 2012, mientras que el empleo público aumentó 34% y los monotributistas, 43%. Al mismo tiempo, la productividad sigue en retroceso.

Bulat sostuvo que, aun sin cambios normativos profundos, la dinámica actual está empujando una transformación espontánea del mercado de trabajo. Para ilustrarlo, planteó: "Un salario de $2 millones al año aporta $6 millones al sistema de seguridad social. Un independiente, $218.000 al año. Es decir, que 27 monotributistas equivalen a un asalariado formal. Estamos desfinanciando el sistema. Acá tiene que haber un cambio".

El economista también destacó que el 42% de los trabajadores se desempeña en la informalidad, que la Argentina es uno de los países con mayor carga al contratar personal en blanco y que los juicios laborales volvieron a niveles récord, con fallos muy dispares entre tribunales. A esto se suma la brecha entre la formación educativa y las habilidades que demanda el sector privado.

Respecto de los impuestos, Bulat recordó que, si bien la presión tributaria máxima se registró en 2015, ajustada por evasión hoy alcanzaría el 45%. Señaló la existencia de tributos distorsivos -como el impuesto al cheque y las retenciones- y las marcadas diferencias entre jurisdicciones en las alícuotas de Ingresos Brutos y las tasas municipales.

Para él, desarmar el actual esquema es complejo porque "una gran parte de los ingresos de las provincias viene de Ingresos Brutos". Como alternativa, mencionó la posibilidad de un IVA compartido, con un rediseño entre Nación y provincias. Por eso, evaluó que la reforma laboral es la que se encuentra más avanzada.

"El Gobierno quiere cambios que no provengan de una devaluación, sino de reformas", explicó, y cerró con una advertencia sobre el escenario global: "Cuando uno mira las reformas de otros países no son de una vez para siempre. Las reformas en un mundo dinámico son permanentes y a eso nos deberíamos acostumbrar para ganar competitividad".  /iProfesional