El relato del hombre que ilumina la ruta 301 con el recuerdo de su esposa: “Lo hago por ella”

Miércoles 19 de Noviembre de 2025, 11:45

A semanas de las fiestas, Segundo Pérez armó un árbol navideño en honor a su mujer fallecida; su gesto conmueve a quienes lo ven brillar al costado del camino. Su historia.



A 19 días del 8 de diciembre, cuando en miles de hogares argentinos comienza de manera oficial la cuenta regresiva hacia la Navidad, sobre la ruta provincial 301 ya brilla un árbol muy especial. Lo armó Segundo Roque Pérez, un vecino de la zona camino a Lules, que desde hace más de dos décadas transforma materiales reciclados en una obra de arte luminosa que emociona a los transeúntes. Pero esta vez el árbol tiene un latido distinto: es un homenaje a Alicia, su esposa, que falleció hace un año y que siempre lo acompañó en esta tradición familiar.

Sí, cuando uno viene por la ruta, de repente, queda atrapado por los destellos de cientos de CDs que cuelgan formando anillos brillantes, acompañados por pulseras plásticas que bailan con el viento. Es imposible no frenar, mirar, sacar una foto. Y Segundo, con la humildad de quienes hacen sin esperar aplausos, contó su historia. “Lo hago yo solito, pero siempre pensando en ella”. 

Todos los años el árbol es distinto
. Segundo no repite modelos. El año pasado fue de latitas, el anterior de botellas. Este 2025, con paciencia de artesano, perforó uno por uno los CDs, juntados casa por casa entre amigos y conocidos. “Yo les decía: ya no usan esto, regálenmelos. Y me juntaban 10, 20, 50… y así todo el año”, contó. Luego los fue uniendo con cintas hechas con empaques de gaseosa, armando un árbol de cuatro metros que resiste viento, lluvia y tormentas. “Esto no se cae”, dice.

Mientras camina alrededor de su creación, recuerda a Alicia, su compañera de toda la vida. “Ella se sentaba ahí afuera y se reía al verme caminando de un lado a otro para armarlo”, dice con la voz entrecortada. Para él, la Navidad son recuerdos, familia, la sonrisa de ella. “Lo armo porque me da felicidad, y porque era algo que a ella le gustaba mucho”.

Tradición

Son cientos los peregrinos y vecinos que, año tras año, esperan ver el árbol sobre la 301, justo antes de llegar a San Pablo. “Un mundo de gente se para, saca fotos. El árbol es famoso”, dice entre risas. Su hija asegura que hace al menos 20 años que lo arma, aunque él ya perdió la cuenta. Es parte del paisaje emocional de quienes caminan hacia la Virgen de la Reducción.

El único año en que el árbol no estuvo fue 2023. “No pude porque me quebré el menisco”. Su ausencia se notó: muchos vecinos preguntaron, extrañaron la luz, el gesto, la alegría silenciosa que provoca. “Él es el famoso Segundo”, le dice al móvil de LG Play su hija, orgullosa. “Lo hace por nosotros y sobre todo por mi mamá”.

El homenaje silencioso

Cuando se queda sentado frente al árbol, Segundo piensa. “Pienso qué puedo hacer para el año que viene”. Pero también piensa en Alicia. En cómo la recuerda, en cómo ella veía el árbol terminar de tomar forma. En cómo, aun sin estar, sigue siendo parte de todo lo que él hace.

“Es una tradición familiar”, dice su hija. Y también un acto de amor. Y sí, este año, el árbol se adelantó. Segundo estaba ansioso, emocionado. Le faltan apenas las tiras de luces para inaugurar oficialmente, como todos los 8 de diciembre. Y él mismo pide una mano: “Si alguien quiere donar luces, bienvenidas”. /La Gaceta