Viernes 28 de Noviembre de 2025, 15:12
Después de un largo período lejos de la exposición pública,
Julieta Rossi, la ex novia de Fernando Báez Sosa, volvió a ser noticia por un gesto íntimo que permaneció oculto durante años y que salió a la luz en las últimas horas: un tatuaje dedicado a Fernando, convertido en un homenaje silencioso a la víctima del crimen ocurrido en Villa Gesell en febrero de 2020.Durante todo este tiempo, Rossi eligió el perfil bajo. Decidió alejarse de los medios, reconstruir su vida y atravesar en privado el trauma de haber presenciado el asesinato de su novio. Mientras el caso volvió a resonar por el reciente documental estrenado en Netflix —proyecto del que no formó parte—, el público volvió a preguntarse cómo estaba ella, qué había sido de su vida y si aún conservaba algún vínculo simbólico con Fernando.
La respuesta llegó de manera inesperada. Julieta compartió recientemente imágenes de una presentación en la que participó como bailarina. En una de las fotografías, un detalle revelado por el ángulo de la toma dejó ver algo que había pasado inadvertido: sobre uno de sus brazos, en tinta tenue y trazo manuscrito, se leía la frase “Te amo, Fer”.
El hallazgo generó una fuerte reacción en redes. El tatuaje, pequeño y discreto, parecía haber sido pensado como un gesto íntimo más que como una declaración pública. Quienes analizaron la imagen destacaron que la ubicación y la tipografía reforzaban ese carácter reservado: un recuerdo para llevar encima, no para mostrar.
A partir del crimen, Julieta atravesó un proceso personal complejo. Personas de su entorno señalan que sufrió episodios de ansiedad, depresión y un shock emocional profundo, del cual logró avanzar acompañada por su familia, terapia y un cambio rotundo en su rutina.
En ese camino, eligió apartarse de la exposición mediática y concentrarse en su formación artística. Con los años, se consolidó como bailarina dentro de la escena under, trabajando en espectáculos de renombre, entrenándose con coreógrafos profesionales y viajando al exterior para perfeccionarse. En redes sociales reúne una comunidad de seguidores que destacan su talento y la resiliencia que marcó su historia.
Rossi evita referirse públicamente al caso Báez Sosa y solo se expresa a través de su arte. Y ahora, a través de un tatuaje que permaneció oculto durante años, un gesto que parece sintetizar una etapa que dejó marcas imborrables.