Miércoles 03 de Diciembre de 2025, 16:59

El cirujano inhabilitado se encontraba cumpliendo una condena de 11 años en una cárcel patagónica.
En un giro inesperado dentro de uno de los casos más controvertidos del mundo de las cirugías estéticas clandestinas,
Daniel Ojeda, conocido mediáticamente como el “Lotocki entrerriano”, falleció este miércoles en la prisión patagónica donde cumplía una condena de 11 años por la muerte de dos pacientes.
La noticia fue confirmada por familiares de las víctimas, aunque, en un clima de absoluto hermetismo,
no se informaron las causas del fallecimiento.
Ojeda permanecía detenido tras acumular dos condenas por intervenciones estéticas realizadas en condiciones irregulares, que terminaron con consecuencias fatales.
Según informó Uno Entre Ríos, la primera condena contra el cirujano había sido dictada en esa provincia, tras la muerte de
Iris Amaro, de 45 años, quien falleció en 2019 apenas dos días después de someterse a una liposucción en una clínica de Concordia.
La segunda sentencia llegó desde la Ciudad de Buenos Aires por el caso de
Débhora Campos Gonzáles, víctima de otra liposucción realizada en 2022 en un departamento del barrio de Villa General Mitre, que funcionaba como una clínica clandestina.
El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N.° 1 lo declaró culpable de homicidio simple en concurso con el incumplimiento de una orden judicial.
Aunque la pena impuesta por este último caso fue de 8 años, se unificó con la anterior, dejando firme una condena total de 11 años de prisión y 16 años de inhabilitación profesional.Los detalles de la intervención que terminó con la vida de Campos Gonzáles fueron escalofriantes: la autopsia determinó que la paciente sufrió una “descompensación hemodinámica que no pudo ser revertida”. El informe pericial agregó que
Ojeda no llamó al SAME ni procedió a intubar a la mujer, una maniobra que “podría haber mejorado su situación”.Pese a tener prohibido operar desde enero de 2021, el médico continuó realizando procedimientos estéticos en distintos puntos del país. En el juicio porteño, realizado en 2024, Ojeda reconoció su responsabilidad, y la fiscalía solicitó la pena que la Justicia finalmente confirmó.
Ahora, su muerte en prisión pone punto final a una historia cargada de denuncias, operaciones clandestinas, víctimas y polémicas que lo convirtieron en una figura tristemente célebre, mientras los familiares de las pacientes fallecidas esperan que este capítulo cierre con algo de paz.
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