Miércoles 03 de Diciembre de 2025, 18:00
Tras haber invertido algo más de 200.000.000 de dólares hace ocho años, el empresario Emilio Luque se encamina a desprenderse del ingenio Concepción —mantendría en su poder el Marapa— y todo indica que capitales chilenos podrían convertirse en los nuevos propietarios de la planta ubicada en Banda del Río Salí.
Luque adquirió el establecimiento en 2017 junto con el Ingenio Marapa. En la actualidad, buscaría cerrar una etapa caracterizada por significativas inversiones, dificultades financieras y la necesidad de reordenar activos.
Según fuentes vinculadas al sector azucarero, la operación estaría dirigida al grupo chileno Andina. Representantes de esa compañía habrían evaluado documentación técnica y recorrieron áreas estratégicas de la planta azucarera.
Sobre Coca-Cola Andina
Coca-Cola Andina es una de las principales embotelladoras de Coca?Cola en Latinoamérica. Produce, envasa y distribuye bebidas —gaseosas, aguas, jugos, etc.— en varios países, incluyendo Argentina, Chile, Brasil y Paraguay.
En Argentina, Coca-Cola Andina cubre 13 provincias, distribuyéndose en regiones del centro, litoral, Cuyo, sur y la Patagonia. Su estructura incluye varias plantas embotelladoras, depósitos y centros de distribución.
Sobre el ingenio Concepción
El Concepción procesó en la última zafra 2.719.008 toneladas de caña a lo largo de 213 días y emplea a alrededor de 1.200 trabajadores, lo que lo convierte en un polo laboral relevante para los departamentos de Cruz Alta, Leales, Burruyacú y Tafí Viejo.
La planta es una de las estructuras productivas más destacadas del sector azucarero y alcoholero tucumano. Su matriz industrial comprende la elaboración de azúcar crudo, alcohol y diversos derivados, además de una línea de alimentos y subproductos destinados a distintos mercados industriales.
Entre sus rasgos distintivos figura una destilería dedicada a la producción de alcoholes industriales y licores combinados, así como el desarrollo de procesos orientados a combustibles derivados y productos asociados al carbón vegetal. Esta diversificación sitúa al ingenio entre las pocas industrias del país con una oferta tan amplia en el ámbito sucroenergético.
Otro punto relevante es la generación de bioenergía: el complejo produce vapor para uso interno y alcohol con fines industriales y energéticos, aprovechando biomasa como fuente renovable. Además, puede incorporar Residuo Agrícola de Cosecha (RAC) de forma exclusiva o combinada con bagazo, lo que permite ajustar la generación de vapor según la disponibilidad de materia prima.