Hallaron un "dragón" gigante congelado y la ciencia reveló el origen del extraño animal

Miércoles 24 de Diciembre de 2025, 16:31

El hallazgo se volvió viral por su apodo, pero los estudios revelaron que se trataba de uno de los reptiles voladores más grandes que hayan existido en la Tierra.



Un hallazgo paleontológico en la provincia de Alberta, Canadá, desató furor global luego de que se viralizara el apodo con el que fue bautizado: el “dragón congelado”. Las imágenes de los restos, que parecían salidos de una película de fantasía, generaron asombro en redes sociales, aunque la explicación científica terminó siendo igual de impactante.

El descubrimiento ocurrió durante excavaciones en formaciones rocosas de aproximadamente 77 millones de años de antigüedad, donde un equipo de investigadores encontró fósiles de gran tamaño: vértebras, fragmentos de cráneo y un húmero de dimensiones excepcionales, muy superiores a las de cualquier animal volador actual.

A medida que avanzaron los estudios, los especialistas lograron reconstruir parte de su anatomía. Los restos revelaron un cuello largo, un cráneo alargado con dientes afilados y extremidades preparadas para sostener alas gigantes, lo que permitió comenzar a identificar el origen del misterioso animal.

Qué era realmente el “dragón congelado”

El fósil fue clasificado como Cryodrakon boreas, cuyo nombre significa “dragón congelado del viento del norte”. Sin embargo, los análisis descartaron cualquier relación con dragones mitológicos o dinosaurios terrestres.

En realidad, se trataba de un pterosaurio gigante del período Cretácico, considerado uno de los reptiles voladores más grandes que hayan existido. Las estimaciones científicas indicaron que este animal contaba con:
  • Una envergadura alar superior a los 10 metros
  • Un peso estimado de más de 200 kilos
  • Un tamaño comparable al de un avión de combate F-16

Para ponerlo en perspectiva, los investigadores recordaron que el ave voladora más grande de la actualidad, el albatroz, alcanza apenas 3,5 metros de envergadura.

El apodo llamativo y el estado de conservación de los restos impulsaron una rápida difusión del hallazgo, con comparaciones constantes con criaturas de series, películas y videojuegos. No obstante, los expertos aclararon que, lejos de confirmar la existencia de dragones, el descubrimiento aporta información clave sobre el tamaño extremo y la diversidad de los reptiles voladores prehistóricos.