Navidad tucumana: un pesebre con más de 100 años de historia en Aguilares
Viernes 23 de Diciembre de 2016, 20:38
Entre la ciudad de Aguilares y Los Sarmientos, por la ruta 331 a la altura del kilómetro dos hacia el norte, a través de un serpenteante camino rodeado de cañaverales voy camino a Huasa Rincón.
En un recodo del camino, cruzando un viejísimo puente sobre el canal que lleva el agua para el Ingenio azucarero de Aguilares, se encuentra la humilde casa de Los Soraire, donde desde hace más de un siglo se construye un pesebre.
Marta Soraire de rodillas sobre el piso de ladrillo de la habitación destinada a alojar al “Niño Dios” desde el 24 de diciembre, celebrando La Navidad y hasta el 6 de enero, el día en que llegan los Reyes Magos a rendirle honores al Niño.
Concentrada ubica juguetes sobre musgo y tierra construyendo con sus hábiles manos diferentes representaciones campestres del presente y del pasado. Una inmensa montaña construida de lona arpillera asemeja a una cordillera. Se ve descender un plateado rio, casas y diferentes animales ubicados en las quebradas le dan vida a esa montaña iluminada por un cielo azul recreado por un lienzo extendido a lo largo de la habitación representando al universo del creador.
Enclavado en el centro de la montaña aparece el pesebre. El niño acostado en su cuna de paja, mientras María y José lo miran embelesados, rodeados de los animales iluminados por los destellos de la estrella que esta posada sobre el techo del pesebre, Una verdadera celebración y canto a la vida.
Marta dice que ya hace veintiséis navidades que lo construye. Ella tomo la decisión después de la muerte de su madre, María Luisa Corbalán de Soraire.
“Mi mamá lo hizo durante sesenta años”, comenta Marta con lágrimas en sus ojos por la emoción de los recuerdos.
“Mi madre contaba que ella siguió la tradición después que mi abuela paterna falleciera. Según decía que la abuela lo venía haciendo durante muchos años, por eso creemos que superó ampliamente los cien años.”
“El niñito fue un regalo que trajeron de Catamarca, muchas personas dijeron que recibieron ayuda de El por eso creemos que es Milagroso. Lo más hermoso para nosotros es que siempre reúne a la familia.”
Mientras Marta sigue rememorando recuerdos sus manos no se detienen, buscando los cientos de juguetes moradores de lujo de su hermosa creación. Curiosamente todos los caminos conducen al centro del pesebre donde se adora al Niño Dios. Personajes a caballos, gente caminando, mezclada procesión de personas y animales; hasta se ve a un carruaje romano que se desplaza velozmente. Entre ellos van presurosos los Reyes Magos en busca de la estrella de Belén.
Al costado del camino se puede apreciar lagos rodeados de su fauna, corrales con vacas y caballos, creo que toda la vida de la tierra se ve representada en el Pesebre de Huasa Rincón.
En verdad es un espectáculo digno de ver, padres, niños, todos deberían contemplarlo. Es un remanso de paz en nuestra electrónica vida.
Doña Marta extiende la invitación a todos aquellos que deseen visitarlo desde el 25 de diciembre hasta el 6 de enero. Durante esos días se le reza al Niño Dios todas las noches desde las veinte horas y hasta la hora que las personas quieran quedarse. También lo pueden visitar en cualquier horario del día.
El Pesebre de Huasa Rincón es una aventura para el espíritu.
Fuente: http://www.infoaguilares.com.ar/noticias/ver_noticia/5972/la-estrella-de-navidad-brilla-en-huasa-rincon
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