En el barrio Almafuerte se resignaron a vivir con la porquería que deja la SAT

Sábado 01 de Abril de 2017, 06:03

DIFÍCIL DE DIGERIR. El fuerte hedor que inunda las calles del barrio les impide comer y dormir a los vecinos. LA GACETA / FOTO DE JORGE OLMOS SGROSSO.



El barrio Almafuerte se encuentra en el norte de San Miguel de Tucumán, bordeado por las avenidas Francisco de Aguirre y Ejército del Norte. Tiene los mismos problemas que acosan a un barrio normal: inseguridad, iluminación y basura. Pero a ello le suman uno mucho más grave. Alrededor de 30 manzanas se vieron inundadas por líquidos cloacales.

Cada esquina está adornada por una pequeña fuente. Por allí brotan cientos de litros diarios que se dispersan en todos los sentidos hasta abarcar todas las cuadras y algunos barrios vecinos. Corre tanta agua que se manchó el pavimento. “Hace 30 años que vivo aquí. Esto fue así toda la vida pero desde hace dos años que esto se volvió una constante”, relató Mario Juárez.

El fuerte hedor que inunda las calles del barrio obligó a Juárez a mudarse. Aunque no pudo escapar de los problemas, ya que no pudo vender su casa.

Para José Carabajal huir es imposible. “Sólo queda resignarse y esperar a morir. Es algo desesperante pero no podemos hacer nada. No me puedo ir a otro lado”, lamentó.

Tareas tan básicas como respirar, comer y dormir se dificultan en el barrio. “En mi casa podés comer arroz, asado o milanesa y va a ser lo mismo. Acá todo tiene el mismo sabor a porquería”, ironizó Salvador Acevedo, quien vive hace 32 años en el Almafuerte.

Marta Herrera vive a escasos metros de la plaza del barrio. Todos los días debe mantener encendido su ventilador, aunque haga frío. Cada vez que llueve, ella vive una dualidad. Por un lado se alegra ya que el olor a tormenta ameniza el aroma nauseabundo. Pero por otro lado, teme que el caudal de agua sea tan grande que inunde su vivienda. “Muchos tuvimos que poner zócalos en las puertas y remodelar nuestras casas porque tenemos miedo de que nos entre toda el agua podrida”, se quejó.

Algunos problemas de las calles se trasladaron a los hogares. Es el caso de Enrique Usandivaras. Durante la semana sufrió la rotura de dos caños de cloaca dentro de su casa. “Se colapsa por la cantidad de agua y comienza a brotar todo en mi casa porque construyeron mal las cañerías -explicó-. No me queda otra que arremangar y ponerme a limpiar antes de que entre en los cuartos”.

Los residentes señalaron como culpable a la Sociedad de Aguas del Tucumán (SAT). “Estamos pagando por un servicio que no nos dan. Algunos queremos dejar de pagar pero sabemos que será peor porque después vendrá con intereses”, portestó Herrera.

Verónica Menghi, que atiende una despensa en el barrio, comentó que algunas personas se estaban organizando para cortar calles hasta que les den solución. “Estamos hartos de esta situación tan insalubre”, dijo.

Desde la SAT arguyeron que el barrio se encuentra en esa situación por las lluvias que acarrean mucha agua al sistema. Pero obviaron responder preguntas. “Es todo lo que hay que decir”, respondió un vocero.

Foco infeccioso

Verónica Menghi relató que muchos niños que viven en la calle Paso de los Andes padecieron fuertes vómitos y diarrea.

Enrique Usandivaras señaló que los chicos juegan, pisan el agua y después entran en la casa.

“Ni nosotros nos damos cuenta de que traemos porquería a la calle”, dijo. Los vecinos también están preocupados por la cantidad de mosquitos que atrae el agua estancada.
 

Fuente: http://www.lagaceta.com.ar/nota/724167/actualidad/rio-liquidos-cloacales-inunda-barrio-almafuerte.html