Confirman que las cárceles de Tucumán tienen las peores condiciones del país
Martes 29 de Agosto de 2017, 13:54
"El nivel de impunidad con que se están manejando nos dejó absortos", aseguraron desde el organismo nacional. Inmundicia, droga y muerte en el penal de Villa Urquiza"Nunca encontramos una situación tan grave como la que hallamos en Tucumán". Con estas palabras, el director de Derechos Humanos de la Procuración Penitenciaria de la Nación, Ariel Cejas Meliare, definió la sensación que invadió a los funcionarios de esa institución que realizaron una inspección a los tres penales de la provincia a principios de agosto. "Haber encontrado a una persona baleada, en un lugar que no era apto para el alojamiento y, encima, encadenada durante tres días, nunca lo habíamos visto", amplió.
El estado de las cárceles tucumanas sorprendió a tal punto a los miembros de la delegación nacional que resolvieron registrar lo que veían en fotos y videos con sus propios celulares. "El nivel de impunidad con que se están manejando (las autoridades penitenciarias) nos dejó absortos", explicó Cejas Meliare tras enterarse de que, tras la inspección, los funcionarios del penal de Concepción negaron lo registrado en las imágenes. Durante dos días, los miembros del organismo recorrieron las instalaciones de la penitenciaría del sur, además de Villa Urquiza y Santa Esther, en Banda Del Río Salí, acompañados por funcionarios locales.
"Nosotros no fuimos preparados para hacer este tipo de denuncia, fue tan alarmante la situación que no nos quedó otra que constatarlo vía fotográfica y en video. Y menos mal que lo hicimos, porque fue negado en la misma audiencia. Imagínese si no hubiéramos presentado ninguna prueba", razonó el funcionario nacional en diálogo con Radio Continental Tucumán.
"Si se les pueden decir baños"
La vista de las instalaciones sanitarias fue una de las más atroces partes del recorrido. Cejas Meliare los definió como "totalmente mugrientos, algunos con letrinas y otros con inodoros, pero en malas condiciones". Las imágenes difundidas por la Procuración muestran sitios completamente inundados, con paredes y techos humedecidos al punto de emanar agua y niveles de suciedad histórica en los azulejos, varios destrozados. Por lavabo se puede ver un tacho de 200 litros azul con una cañería plástica rota en su extremo, vertiendo agua permanentemente. No existen inodoros como tampoco puerta o cortina que procure intimidad. En el piso, grandes cúmulos de basura mojada y partes del piso roto para dar acceso a las cámaras y las cañerías.
Superpoblación, desidia e indiferencia
Las cárceles tucumanas están superpobladas. El dato fue admitido ya por el gobierno saliente de José Alperovich, que anunció reformas en Villa Urquiza para ampliar su capacidad y que se están ejecutando fuera de los plazos previstos. Por ello, las comisarías de la provincia rebalsan de presos que, periódicamente, se amotinan: allí no existen condiciones mínimas de alojamiento. En 2015, cuando los internos Ariano Bisa y Franco Gallardo murieron calcinados en una celda superpoblada en la Brigada Norte, se informó que las dependencias policiales albergaban a cerca de 700 detenidos. La cifra cayó en 2016, tras un fallo de la Corte Suprema de Justicia haciendo lugar a un hábeas corpus colectivo, pero nunca bajó de 400.
En la provincia no existen cárceles federales, pero la construcción de un penal para alojar a presos por delitos de esas características tampoco aparece en los planes del Gobierno nacional. Como consecuencia de esa carencia, se llegó a alojar a detenidos hasta en el aeropuerto Benjamín Matienzo. César Nieva, subsecretario de Seguridad de la provincia, dijo que ya se pidió ayuda al ministro de Justicia, Germán Garavano, pero no hubo respuesta alguna.
Sin embargo, desde la Procuración Penitenciaria Nacional, Cejas Meliare remarcó que la superpoblación no es el único problema de las cárceles de nuestra provincia. Aseguró que no existe ningún tipo de clasificación entre los internos, no hay progresividad y no se cumple la ley de Ejecución de la Pena. "Hay una desidia general", analizó. A ello se suma la falta de acceso a la salud, el trabajo y la educación dentro de los penales. Las cárceles tucumanas, definió, no cumplen "las normas mínimas de habitabilidad" y el hacinamiento, entre otros problemas, impide un tratamiento para que los inernos puedan trabajar y estudiar, con el objetivo de que su paso por el penal sea productivo.
"Las mujeres de los genocidas"
Los problemas de los penales tucumanos no comienzan en la puerta de entrada. Las familias de los internos, especialmente las esposas y madres, reclaman que las requisas para ingresar a ver a sus seres queridos son inhumanas. "Te hacen desnudarte,te abren la cola y te meten una linterna", graficó Rosa Ponce, madre de uno de los internos de Villa Urquiza.
"No podemos ir vestidas de jean ni de calza. No podemos usar cualquier zapato, se tiene que poder doblar. Tampoco de colores oscuros ni llevar fruta porque dicen que la usan para hacer "pajarito" (bebida hecha de jugo y psicofármacos). Cualquier otra comida que llevamos, llega toda destrozada, revuelta", remarcaron las otras madres que el viernes se reunieron en Tribunales Penales para intentar destrabar un conflicto que las mantenía en vilo: la huelga de hambre de los reclusos de la unidad 1 de Villa Urquiza. "Ah, pero las mujeres de los genocidas no. Ellas van de jean, de pollera, de tacos y pasan fruta. Nadie las controla a ellas porque son señoras rubias que van bien puestas", reclamaron. Los represores se alojan en la unidad 9, junto a otros detenidos miembros de fuerzas de seguridad.
La protesta de los de la Unidad 1 todavía no terminó. Los presos reclaman que, en virtud de una nueva disposición, ahora deben afrontar un examen toxicológico para acceder a las salidas transitorias que la ley les permite una vez cumplido el 50% de la pena. Si el resultado determina que consumieron drogas, se les niega el permiso.
"Pero ¿nadie se pregunta cómo puede ser que a un preso le de positivo el análisis de droga? ¿Nadie va a investigar cómo es que entra la droga al penal? Porque nosotras no somos, a nosotras nos humillan cada vez que vamos a visitarlos, nos revisan hasta la vagina. Son ellos mismos: los guardiacárceles", remarcaron las mujeres.
Los muertos
El 18 de enero de este año, Mario Jesús Suárez murió apuñalado en Villa Urquiza. Un mes antes, Daniel Marcos Cuéllar había sido estrangulado en el mismo penal y su muerte había desatado un motín. Entre esas dos fechas, otro interno asesinó a su mujer durante una visita y se suicidó. Días después, cinco personas resultaron heridas en una revuelta.
El fotógrafo Pablo Toranzo pasó nueve meses (entre 2014 y 2015) retratando las condiciones de detención del penal de la capital tucumana. En ese lapso de tiempo, ocurrieron nueve muertes: ocho homicidios y un suicidio. "Tras la cuarta reja", el resultado de ese trabajo fotográfico, deja al desnudo las inhumanidad del sistema penitenciario tucumano. Las fotos ya fueron expuestas en la provincia y llegaron en exposición hasta New York. La experiencia de Toranzo fue relatada en la descarnada crónica Un puntazo en Villa Urquiza, de Pedro Noli para Tucumán Zeta.
Tras su trabajo, la organización Andhes informó al relator Especial sobre la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles de las Naciones Unidas, Juan Méndez, la situación en que se encuentran los principales lugares de detención de personas con causas penales y contravencionales en la provincia. En su informe, también detallaron torturas.
En Tucumán, en 2012 se sancionó la ley de creación de la Comisión Provincial de Prevención de la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Sin embargo, el Ejecutivo tardó más de cuatro años en reglamentarla y todavía no está operativa. Hoy, a la comisión no la integra nadie.
Mientras tanto, la Procuración Penitenciaria puso en conocimiento de las autoridades provinciales el resultado de la inspección que realizó este mes en las tres cárceles tucumanas. Hasta el momento, no hubo respuesta oficial sobre un plan para revertir la situación.
Fuente: http://www.las4avenidas.com.ar/nota/tucuman/385109/carceles-tucumanas-son-peores-pais.html
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