Conmoción: detienen a un policía retirado de Corrientes que sería quien se habría llevado a Loan

Miércoles 17 de Julio de 2024, 13:38

El policía retirado Francisco Amado Méndez, el nuevo detenido del caso Loan



La declaración indagatoria de Laudelina Peña, la tía de Loan, tuvo rápidas consecuencias en la investigación. Este mediodía, detectives de la Policía Federal Argentina (PFA) detuvieron a un policía retirado de Corrientes ante la sospecha de ser quién se llevó al chico de la zona del naranjal, en el paraje Algarrobal, donde fue visto por última vez el 13 de junio pasado.

El nuevo detenido fue identificado como Francisco Amado Méndez y fue trasladado a la comisaría 1° de Goya donde permanecerá alojado hasta ser indagado.

Así lo informaron calificadas fuentes de la investigación. Laudelina Peña, anoche al ser indagada por la jueza federal de Goya, Cristina Elizabeth Pozzer Penzo, pidió perdón por haber mentido al sostener que a su sobrino lo habían atropellado el capitán de navío retirado Carlos Guido Pérez cuando se retiraba de la casa de Catalina Peña, la abuela paterna del niño, en su camioneta Ford Ranger Blanca, y afirmó que al niño se lo pudieron haber llevado.

“Para mí lo llevaron, no sé quién, pudo haber sido Ramírez, Benítez o Millapi, eran con las tres personas mayores que estaba”, sostuvo anoche la tía de Loan, al ser indagada por la jueza federal de Goya, Cristina Elizabeth Pozzer Penzo.

Ramírez es Daniel, al que llaman “Fierrito”. Millapi es Mónica del Carmen, la esposa de Ramírez. Y Benítez es Bernardino, pareja de la tía de Loan, que lo llama por su segundo nombre, Antonio. Esos son los primeros tres detenidos del caso, inicialmente acusados de abandono de persona y después, imputados por su presunta participación en la captación y sustracción del niño con eventuales fines de trata.

También la tía de Loan sostuvo: “No vi que le chocó la camioneta. Pero la camioneta pudo haberlo levantado, si alguien lo llevó y lo entregó. Pudo haber sido Ramírez, o Méndez o cualquiera”.

En el teléfono oficial del comisario Walter Maciel, que en el momento de la desaparición de Loan era el jefe de la seccional policial de Nueve de Julio y ahora está detenido por su presunta participación en el caso, el número telefónico de Méndez estaba agendado como “Méndez Informante”.

El día después de la desaparición de Loan, jornada donde fue hallado un botín del niño, pista que para el Ministerio Público Fiscal fue plantada para desviar la investigación y sostener la hipótesis de que el chico se había perdido, entre las 14.15 y las 17.06 hubo cuatro comunicaciones entre Maciel y el contacto Méndez Informante.

La semana pasada, Méndez declaró como testigo. Había colaborado en la búsqueda de Loan desde el 14 de junio pasado, un día después de la desaparición.

“Se me da por cruzar por el monte, y me encuentro con un barro. Y le digo ‘uh está picada, no sé si algo me tenga que decir’, y me encuentro con el rastro de la criatura [por Loan]. Seguí las huellas, hasta que el medio del barro se veían las dos patas sin zapatillas. Y entonces pensé, la zapatilla habrá quedado en el barro. No tenía el teléfono de nadie para llamar. Tenía un teléfono de la guardia de la comisaría. Encontré ese teléfono porque yo lo había agendado. El llamado fue a las dos de la tarde, aproximadamente. Me atienden y yo digo ‘dame con tu jefe’, y me dice ‘yo soy el jefe, soy el comisario Maciel’. Me pregunta qué había pasado. Le dije había encontrado algo que podía ser interesante, le digo que encontré huellas y yo ya preservé el lugar. Yo trabajé años en la policía, sabía lo que tenía que hacer. Me preguntó si estaba seguro y me dijo no llamara nadie, que él iba a venir. Corté, y en dos minutos, tres exagerando, me salen cuatro mujeres del monte. Eran Laudelina, su hija Macarena, otra señora de apellido Duarte y una señora más, pero no le puse atención. Salen del monte gritando, y me dice ‘dónde está la zapatilla de Loan’. Me dice ‘me llamaron y me dijeron que vos encontraste la zapatilla’. A los 15 minutos más o menos me aparece de otro lado, de otro monte, el abuelo, el suegro de Laudelina, le dicen Capi Benítez. ´En el barro entró la patita izquierda descalza y la patita derecha con zapatilla, bien marcada. Y después los dos sin zapatilla. Yo encontré el rastro, no toqué nada, llamé al comisario y me dijo ‘ya me voy, ya me voy’. Yo la zapatilla ni enterado que estaba ahí”, dijo Méndez cuando declaró como testigo. /La Nación