A partir de esa información, la Policía se dirigió al barrio Las Maravillas, en Delfín Gallo, donde encontró al sospechoso.
Al ser abordado por los efectivos, Carrizo rompió en llanto y confesó: “Tuve un accidente, me asusté y me fui”. Fue aprehendido en el lugar y el auto quedó secuestrado como evidencia clave.
La Fiscalía de Homicidios I, encabezada por Pedro Gallo, formuló cargos contra Carrizo por homicidio culposo en contexto de conducción imprudente y antirreglamentaria, agravado por darse a la fuga del lugar del hecho.
En audiencia, la auxiliar de fiscal María José Agüero sostuvo que “la víctima falleció por las lesiones ocasionadas por una conducción temeraria y sin respetar las normas viales, y que el imputado huyó del lugar sin brindar asistencia ni ponerse a disposición”.
Carrizo, por su parte, optó por declarar. Dijo que no vio a la mujer y que intentó evitar el impacto, aunque no logró frenar a tiempo.
“Lamento profundamente lo ocurrido. Me detuve más adelante para llamar al 107, pero mi mujer y mi hijo estaban llorando, en estado de shock, y me pidieron que regresáramos a casa. No supe lo que había pasado con la señora”, manifestó. Aseguró que planeaba presentarse en la comisaría, pero antes llegó la Policía.
La fiscalía solicitó 45 días de prisión preventiva para Carrizo al considerar que existe peligro de fuga. “Fue identificado gracias a las cámaras; si no existiera ese registro, no habría garantías de que se presentara ante la Justicia”, argumentó Agüero.
El querellante
Patricio Fresia respaldó el pedido, mientras que el defensor
Ernesto Baaclini propuso alternativas más leves, como medidas de presentación o, en su defecto, arresto domiciliario. “Se trata de un accidente en una vía rápida, donde la víctima cruzó por un sector no habilitado. No hubo intención de dañar, fue un hecho culposo”, señaló.
Finalmente, el juez Guillermo Di Lella resolvió aceptar parcialmente el pedido de la defensa y dictó 45 días de arresto domiciliario con monitoreo electrónico, mientras avanza la investigación.