Domingo 20 de Abril de 2025, 11:37
Martín Cirio, más conocido como "La Faraona", se muestra reflexivo al hablar de su vida luego de haber atravesado una dura cancelación mediática y judicial. En la entrevista reconoce que el proceso, aunque doloroso, le permitió reinventarse profesionalmente y valorar lo que tiene. Tras ser absuelto en la causa por la que fue acusado de promover la pedofilia, Cirio lanzó un documental como forma de catarsis y de relato en primera persona.
El diálogo retrocede hasta su infancia en Parque Patricios, donde Cirio recuerda haber tenido dos etapas: una feliz hasta los 12 años, y otra marcada por la crisis económica del 98 que afectó a su familia. Relata cómo su padre, tras perder el empleo, cayó en una depresión que derivó en alcoholismo. Su muerte, a causa de un cáncer relacionado con el consumo de alcohol y cigarrillos, fue un evento traumático que Cirio vivió en carne propia. Esa etapa, según cuenta, fue una debacle familiar que duró más de una década.
Durante su juventud, Cirio soñaba con la fama. Se presentó a castings como el de Popstars, donde no fue seleccionado, y eso lo devastó. Sin embargo, nunca abandonó su deseo de ser reconocido, escribiendo diarios personales desde los 16 años con la esperanza de algún día usarlos para su autobiografía. Muchos de esos escritos fueron secuestrados en el allanamiento judicial y ahora forman parte de su “unboxing” del caso, una forma irónica que encontró para procesar lo vivido.
Respecto a la cancelación, explica que el origen fue político y que sufrió amenazas constantes. A pesar del miedo a ser encarcelado, logró salir adelante y fue un seguidor quien lo ayudó a revisar todo el material y desmontar las acusaciones. Al final, la Justicia lo exculpó, pero el daño emocional y el temor persistieron. El viaje a Egipto, dice, fue un punto de inflexión: le devolvió la alegría y la conexión con otras personas.
En cuanto a su presente, Cirio volvió a las redes y se convirtió en un fenónemo aún más grande en el mundo del streaming. Afirma que aprendió a poner límites, a no compartir todo como antes y a ser más cuidadoso con la información personal. Su relación con su madre es conflictiva pero sólida: fue ella quien sostuvo a la familia y lo acompañó en los peores momentos. También reconoce errores del pasado y dice haber cambiado ciertas actitudes, especialmente la forma en que influía en su comunidad de seguidores.
Con humor, pero también con crudeza, admite que no todo está sanado y que todavía le cuesta confiar plenamente en los demás. Dice que quizás recién pueda saber si realmente sanó cuando logre volver a enamorarse. Mientras tanto, disfruta de su presente, más consciente y con menos necesidad de demostrar. Aun con cicatrices, dice sentirse en paz consigo mismo y preparado para lo que venga.