Lunes 21 de Abril de 2025, 17:14

Marco Lamoglia hizo reir al Papa al hablarle de San Lorenzo y la rivalidad con Huracán.
El fallecimiento del papa Francisco dejó una huella profunda en millones de personas. A lo largo de sus 12 años de pontificado, Jorge Bergoglio cultivó un vínculo cercano con sus raíces, su país y, sobre todo, con el fútbol. Por eso, no sorprende que su partida haya despertado cientos de recuerdos y anécdotas compartidas por quienes tuvieron el privilegio de conocerlo.
Uno de ellos fue el periodista tucumano Marco Lamoglia, fanático de Atlético Tucumán, que el 7 de octubre de 2015 tuvo un encuentro inolvidable con el Sumo Pontífice en la Plaza San Pedro.Lamoglia había viajado a cubrir el Mundial de Rugby de ese año y, llevado por su pasión por el “Decano”, cargó en la valija una camiseta celeste y blanca con un objetivo muy claro:
conseguir la bendición papal para el equipo que por entonces luchaba por volver a Primera. La historia, que tuvo un desenlace soñado con el ascenso de Atlético dos meses después, se viralizó. Pero el detrás de escena es aún más entrañable.
“Fuimos con un par de compañeros del trabajo a una de esas bendiciones generales en el Vaticano. A los costados de las escalinatas había unas tribunas. De un lado, gente de todo el mundo; del otro, todos argentinos. Nosotros estábamos ahí.
Yo no soy creyente, soy agnóstico, pero ante todo soy enfermo de Atlético”, recordó Marco en diálogo con
LA GACETA.
Lo que parecía una experiencia simbólica, se convirtió en una escena de película para Lamoglia cuando, al acercarse su turno para saludar a Francisco, un hombre que estaba detrás de él se largó a llorar emocionado.
"¡Papa, Papa! Estoy cumpliendo el sueño de mi vida, hoy es mi cumpleaños", le dijo. Bergoglio lo miró y preguntó: "¿Cuántos cumplís?". El hombre respondió: "48". Y el Papa le respondió: “¡48! El muerto que habla...”.
Al escuchar esas palabras, Lamoglia tuvo la idea de hacer un chiste. “
Ahí nomás le tiré: ‘Si está muerto, seguro es de Huracán’. El Papa me mira y se ríe. Me da la mano, como diciéndome: ‘Esperá un minuto’. Después se acerca a mí, ya riéndose. Saco la camiseta de Atlético y le digo: ‘Mire, Papa, nos faltan seis partidos para el ascenso. Quiero la bendición. Lo único que me importa es eso’. Y antes de irse, me mira y me dice: ‘Quédate tranquilo, que van a ascender’”, recordó. “Él era muy amable y, sobre todo, muy futbolero”, agregó.
El equipo, que en ese entonces era dirigido por Juan Manuel “el Vasco” Azconzábal, terminó cumpliendo el sueño:
en noviembre goleó 5-0 a Los Andes en el José Fierro y logró el ansiado regreso a Primera, donde permanece hasta hoy. Las fotos de aquel momento, con el Papa bendiciendo la camiseta del “Decano” y riendo con Lamoglia, recorrieron medios de todo el país y marcaron para siempre a quien las protagonizó.
“Yo le entré con humor, por el lado del fútbol. Fue todo buena vibra. Para mí fue un momento mágico, como hincha y como argentino. No me olvido más: volví justo para el partido del ascenso y esa noche, en la plaza, se me acercaron unos chicos a pedirme una foto. Fue todo muy loco, inolvidable”, concluyó Lamoglia.
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