Gustavo Melella, de Tierra del Fuego: “No van a ser más baratos los celulares importados”

Domingo 25 de Mayo de 2025, 11:53

El gobernador defiende el régimen industrial y asegura que el problema es la cadena de comercialización.



El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, recibió a Clarín en su despacho de Buenos Aires, donde explicó por qué trabaja para defender la continuidad del régimen de beneficios fiscales para su provincia. El funcionario indicó que no van a bajar los precios de los electrónicos aunque el Gobierno baje los impuestos a las importaciones, y contó detalles de la diversificación productiva que quiere encarar.

-¿Por qué piensa que debería continuar el régimen de promoción industrial en Tierra del Fuego?

-El régimen tiene, al igual que la Ley 19.640, un origen geopolítico: Tierra del Fuego tenía en 1972 mayor población extranjera que nacional (unos 13.000 habitantes en total). A partir de la ley se logró el crecimiento de la población en la provincia, con una migración interna muy fuerte de argentinos que se fueron a radicar al sur por la posibilidad de tener un empleo. El resultado fue muy positivo y el efecto buscado era tener más población por una cuestión de soberanía. Hoy tenemos unos 180.000 habitantes.

Por otro lado, Tierra del Fuego es la única provincia insular del país y tiene muchas asimetrías con otras provincias. Por lo general, el Estado acompaña esas situaciones. La provincia tiene un desarrollo tecnológico altísimo, y mucho más que el de las automotrices locales, pese a que peyorativamente se dice que es ensamblaje de bienes. E incluso algunas automotrices son clientes.

Petróleo, gas, petroquímica, turismo, cría de salmones y pesca son sectores que quiere desarrollar Melella. Foto: Guillermo Rodríguez Adami (Clarín).
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Petróleo, gas, petroquímica, turismo, cría de salmones y pesca son sectores que quiere desarrollar Melella. Foto: Guillermo Rodríguez Adami (Clarín).

Actualmente hay una población grande de fueguinos y diversificación productiva, con hidrocarburos, turismo, economía del conocimiento y pesca. También estamos trabajando en la modificación de la ley de acuicultura para la cría de salmones.

-Si se eliminan los beneficios para Tierra del Fuego, ¿piensa que estaría en riesgo el reclamo sobre la soberanía argentina en las islas del Atlántico Sur, como Malvinas?

-Los británicos no tienen un pelo de tontos y ellos apuestan mucho a las Malvinas, incluso a pérdida y a miles de kilómetros, para tener un lugar estratégico de cara a la Antártida. Nosotros deberíamos seguir ese camino. Creemos que sí habría riesgo, porque para defender la soberanía hay que tener un asentamiento poblacional fuerte y un entramado productivo diversificado.

Entendemos que tenemos que ir cada vez dependiendo menos del régimen, pero lleva tiempo. No se puede desarmar de un día para el otro y pretender que se reubiquen a todos. Y la Argentina no estuvo preparada para las grandes inversiones en los últimos años, con problemas de inflación y de acceso a los dólares.

-¿Cuántos empleos se perderían con la baja de aranceles a las importaciones de celulares?

-Unos 6.500 puestos de trabajo directos, más los indirectos. Cuando el gobierno de Mauricio Macri bajó los aranceles a las netbooks, se perdió una cantidad similar, sin el resultado esperado de caída de precios, como anunciaron. En Río Grande pasamos de tener 400 familias en un programa de asistencia para alimentos a 4.000, y cerraron comercios, sufrieron los taxistas y remiseros, la gente no podía pagar su alquiler.

Y la respuesta es del Estado, porque si los trabajadores pierden su obra social que pertenece a un convenio de trabajo sindical, van a recargar al sistema público de salud.

(Nota de la Redacción: El viernes se levantó el paro de trabajadores de la Unión Obrera Metalúrgica -UOM- porque hubo un acuerdo con las empresas para que no haya despidos hasta fin de año).

-Uno de los argumentos de quienes están en contra del régimen es que los 47 millones de argentinos pagan más caro los celulares y otros electrónicos para proteger el empleo de 7.000 personas. ¿Qué responde el gobierno de Tierra del Fuego?

-Que no va a ser más barato cuando se importen esos productos. Y tampoco es culpa de la provincia. Un aire acondicionado terminado en Tierra del Fuego cuesta $ 350.000 y en los negocios de Buenos Aires está a $ 1.000.000; entonces el problema es de la cadena de comercialización.
Melella señala que Macri prometió una baja de precios en las netbooks, que pronto se neutralizó. Foto: Guillermo Rodríguez Adami (Clarín).Melella señala que Macri prometió una baja de precios en las netbooks, que pronto se neutralizó. Foto: Guillermo Rodríguez Adami (Clarín).

-¿Por qué dice que no va a ser más barato lo importado?

-Porque ya pasó lo mismo con las netbooks, al principio hubo un efecto de caída de precios y luego se neutralizó.

-¿La industria electrónica fueguina puede funcionar sin estos 1.000 millones de dólares de asistencia tributaria o gasto tributario que pone la Nación?

-Todos los años cambian ese número quienes se ponen a calcularlo y nunca se determinó si hay un costo fiscal y cuánto es. Aparte, hay que tener en cuenta que si no hay producción en Argentina, se importan esos bienes con dólares que se van afuera.

-¿Cómo se viene preparando la provincia para el final del régimen?

-Tenemos un plan de ampliación productiva. Estamos trabajando para destrabar una inversión muy grande para la petroquímica, que le pueda dar valor agregado al gas natural mediante la producción de urea. Tierra del Fuego tiene la segunda cuenca gasífera más grande del país (la Austral, por detrás de la Neuquina, donde está Vaca Muerta). Y estamos recuperando las áreas convencionales maduras de YPF.

También queremos cambiar la ley de acuicultura para la cría de salmones y trucha, fuera del Canal de Beagle. Ya empezaron las exportaciones de productos premium como los mejillones y la centolla. Y habrá inversiones hoteleras en Ushuaia, donde se amplió el muelle para la llegada de cruceros.

Trabajamos además en la producción de alimentos para proveer a los buques antárticos, ya sean cruceros, militares o científicos. Y se piensa en un nuevo puerto en Río Grande, necesario para la industria electrónica y pesquera.

En el gobierno de Alberto Fernández, cuando se extendió por 15 años -hasta 2038- el subrégimen de promoción industrial, se creó el Fondo de Ampliación de la Matriz Productiva (FAMP), en el que las empresas que reciben los beneficios fiscales tienen que aportar un porcentaje de las ventas para generar nuevos empleos en otros sectores.

-Chile tiene exportaciones de salmón por 6.500 millones de dólares al año, más que todas las ventas de carne argentina al exterior. ¿Están pensando en levantar la prohibición de la salmonicultura, que votó la Legislatura provincial en 2021?

-Estamos trabajando la ley para habilitarla en toda la costa marítima del Atlántico, desde la Península Mitre hasta San Sebastián y en algunos lagos y lagunas. Somos conscientes de la necesidad de cuidar el ambiente pero también tenemos que generar empleo.

-Ushuaia prohibió el despliegue de la tecnología 5G. ¿Van a trabajar desde la provincia para que los habitantes y turistas puedan estar mejor comunicados?

-En Tierra del Fuego estamos convencidos de que la tecnología avanza y llega para quedarse, hay que informar bien sus características. Porque a veces se dice que las antenas de 5G contaminan, y eso no es cierto. Por eso creo que vamos a llegar a un acuerdo con el municipio.

-¿Cómo viene la negociación con YPF para comprar las áreas maduras?

-Muy bien, tenemos buen diálogo con ellos. Nosotros tenemos una empresa provincial, Terra Ignis, que se va a hacer cargo junto a otras compañías, que van a aportar capitales y tienen experiencia en la producción de petróleo y gas. Hay una zona en el centro de la provincia, CA-12, en la que hay que hacer perforaciones y estamos convencidos de que tiene mucho potencial en gas.

-Usted se opuso a la llegada de la petrolera británica Harbour Energy, que a nivel mundial compró los activos de la alemana Wintershall Dea y en la provincia es socia de bloques offshore. ¿Cómo se va a resolver eso?

-En la provincia se vive de manera especial la cuestión de la soberanía, porque las Islas Malvinas son parte de nuestro territorio, ocupado ilegal e ilegítimamente por los británicos. Entonces cualquier cosa de estas nos hace mucho ruido. Estamos charlando con los integrantes del consorcio (aparte de Harbour están la francesa TotalEnergies y Pan American Energy -PAE-), que dicen que Harbour no es británica, sino que cotiza en la bolsa de Londres.

-Dijo que está avanzando una inversión para un polo petroquímico. ¿Cómo es ese plan?

-Sería de una empresa china. Venimos hablando con el embajador para destrabar una situación judicial. Vamos a darle valor al gas y queremos hacer la licuefacción, como en Río Negro, en buques en la costa, aprovechando el gas de las áreas offshore.

-¿Tienen algún trabajo pensado sobre el hidrógeno verde?

-Sí, pero es a largo plazo. Hicimos un plan estratégico financiero, ambiental y logístico. Si algún inversor viene a la provincia a poner molinos eólicos sabe dónde puede hacerlos rendir.

-Tanto Estados Unidos como China quieren tener bases navales en la provincia. ¿Tienen conversaciones con ellos?

-Todos quieren quieren estar en Tierra del Fuego porque entienden el lugar geopolítico que tiene, lo estratégico del Atlántico Sur y la Antártida, que es la discusión mundial que se viene por el acceso al agua. Por eso a veces uno lamenta que en nuestro país haya tanto debate sobre cómo sostenerlo.

Y vuelvo al caso de las Malvinas con los ingleses. A 14.000 kilómetros de distancia siguen poniendo millones de dólares, mantienen eso, no porque les guste y piensen en la soberanía, sino porque entienden que es un lugar geopolítico estratégico. Los estadounidenses, los chinos y los rusos también, todos quieren tener una presencia militar fuerte ahí.

Nosotros pensamos que la presencia tiene que ser argentina y no podemos regalarle territorio a fuerzas extranjeras. Si el gobierno de Javier Milei permite que Estados Unidos tenga una base militar, estaría cometiendo un gran error. Y consideramos que no sería un problema buscar financiamiento para una base naval integrada de cualquier fuente, como pueden ser los norteamericanos, los chinos o los rusos.

Un salesiano que se encontró en el fin del mundo


Gustavo Melella es el gobernador de Tierra del Fuego desde diciembre de 2019. Nació el 2 de diciembre de 1970, hace 54 años, en Villa Luzuriaga, en el partido bonaerense de La Matanza. Pero una misión religiosa lo llevó a encontrar su lugar en el fin del mundo.

Después de años en el Batallón 44 de los Exploradores de Don Bosco, los salesianos lo enviaron a Río Grande, Tierra del Fuego, donde en 2002 inició su carrera política junto al entonces intendente Jorge Martín, trabajando en los asuntos sociales.

Melella fue creciendo y se ocupó luego de la producción en el municipio, por lo que conoció al detalle el régimen de beneficios para la industria electrónica fueguina, que tuvo un paro sindical total en estos días.

En 2011 se presentó como candidato a intendente, cargo en el que estuvo 8 años antes de dar el salto a gobernador, y nunca perdió una elección.

Como religioso salesiano, Melella considera que el Papa Francisco tuvo un liderazgo "muy positivo", sobre todo hacia afuera de la Iglesia Católica, y valora el perfil agustiniano de su sucesor, León XIV, porque "tiene como objetivo la paz en un momento de muchos conflictos en el mundo". /Clarín