Miércoles 09 de Julio de 2025, 11:01

FIESTA POPULAR. Unas 60 mil personas se congregaron en torno a la Casa de Gobierno para asistir a la fiesta que precedió a un nuevo aniversario de la fecha patria más importante de la historia argentina.
Bajo un cielo celeste iluminado por luces, decorado con banderas y etrnizado por las cámaras de miles de celulares, Tucumán vivió este martes por la noche una multitudinaria y emotiva vigilia en la plaza Independencia, en la antesala del Día de la Independencia. El evento, organizado por el Ministerio de Gobierno provincial, reunió a familias, artistas, jóvenes y adultos en una celebración que combinó historia, folclore y sentimiento patrio.El corazón de la capital tucumana se transformó en un gran escenario a cielo abierto, frente a la Casa de Gobierno, que se vistió de gala con enormes pantallas y banderas argentinas. Allí, más de 600 bailarines de toda la provincia dieron inicio a los festejos con el espectáculo “Danza de la Independencia”, una muestra de cultura y tradición que emocionó al público desde los primeros compases.
A medida que avanzaba la noche, historias personales cargadas de emoción tejían la trama del festejo. Una de ellas fue la de
Samira, una niña de apenas dos años y medio que, vestida como dama antigua, llegó desde Banda del Río Salí junto a su mamá y su abuela para vivir por primera vez la vigilia. “Es un recuerdo que nos va a quedar para toda la vida”, dijo emocionada su madre.
El escenario se llenó también de sueños cumplidos. El grupo Los Vidaleros, proveniente de Concepción, debutó en el evento más importante del calendario patrio tucumano. “Para mí es un sueño poder estar cantando para todos los tucumanos”, expresó su vocalista,
Benjamín Paradi, quien adelantó que la banda se prepara para una gira por San Juan y San Luis.
La noche continuó con momentos de alta carga emocional. El artista
“Coqui” Sosa subió al escenario por octava vez en esta celebración y rindió homenaje a su tía, la inolvidable
Mercedes Sosa, en el día en que hubiese cumplido 90 años. Imágenes de la cantante acompañaron su interpretación de “Sólo le pido a Dios”, que hizo vibrar a la multitud bajo una lluvia de linternas encendidas y pañuelos blancos en alto.
El folclore siguió sonando con fuerza de la mano de Cristian Herrera, El Indio Lucio Rojas y dos nombres que encendieron los corazones de los presentes: Soledad Pastorutti y El Chaqueño Palavecino. “La Sole” fue acompañada por su fiel público, entre ellos, Jessica Farías, una fan que la sigue desde hace tres décadas y que llegó temprano desde Lomas de Tafí para asegurarse un buen lugar. “Es una fiesta que toca el corazón de los tucumanos y los argentinos”, dijo emocionada.La plaza también se llenó de color y creatividad gracias a jóvenes como
Luciano Helguera y
Máximo Ibarra, de 19 años, que asistieron vestidos con atuendos patrióticos: uno como caballero del siglo XIX y el otro como un moderno gaucho urbano. “Es un día hermoso para expresar lo que sentimos por nuestra patria”, aseguraron, mientras esperaban ver a sus artistas favoritos, panchuque en mano.
Desde Tafí Viejo,
Juan Carlos y
Elena, una pareja de 75 años, volvieron a la plaza con poncho y bandera en mano, como cada 9 de julio. “Es el día más importante de la República Argentina”, subrayó Juan Carlos, convencido de que todos los gobernadores deberían estar presentes para honrar la libertad conquistada hace 209 años.
La vigilia, que comenzó al atardecer y se extendió hasta bien entrada la madrugada, fue mucho más que un espectáculo: fue una afirmación colectiva de identidad. Cada historia —desde la de una niña vestida de época hasta la de los artistas que crecieron soñando con este escenario— compuso una postal vibrante de lo que significa ser tucumano y argentino.
Con cada canción, cada pañuelo al viento y cada paso de baile, Tucumán reafirmó su rol como cuna de la libertad y epicentro de la historia nacional. Una noche de emociones, tradiciones y futuro, tejida en celeste y blanco.
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