"Yo fui una viuda negra": detallado relato de una mujer que seducía y robaba a los hombres (video)

Jueves 17 de Julio de 2025, 22:13

Sus víctimas principales eran turistas extranjeros, que buscaba en bares y boliches de Palermo.



“Fui una vida negra. Aunque ya no lo esté haciendo, me siento parte de esto”, confesó una trabajadora sexual. En un testimonio exclusivo, deja el descubierto la manera en la que elegía a sus víctimas y cómo las engañaba para terminar robándoles todo.

Su campo de acción eran los bares y boliches de Palermo, en la provincia de Buenos Aires, donde buscaba turistas. Es el mismo método de todas las mujeres que siguen sumándose a esta práctica delictiva cada vez más habitual, al punto que en esos locales suelen colocarse carteles que advierten a los desprevenidos sobre las viudas negras.

“Es plata fácil. No es tan fácil que ellos te digan, de una: ‘Vamos a mi casa’. Nosotras tratamos de llegar a convencerlos”, aseguró la entrevistada. Una vez en el lugar, duermen al hombre usando algo que se llama “gotero”, esto es, un líquido que ponen en las bebidas para que se desvanezcan. Después de 15 o 20 minutos, la persona pierde la conciencia y la viuda negra roba dinero y objetos de valor.

Estas delincuentes buscan principalmente turistas porque saben que tienen dólares y es muy poco probable que las denuncien. Cuando detectan una víctima potencial, se acercan, bailan, charlan, toman alcohol durante dos horas, y la convencen de irse al departamento u hotel donde se hospeda.

La ex viuda negra aseguró, que abandonó esta maniobra delictiva “por miedo” de suministrar mal la droga y provocarle un efecto adverso a su víctima, incluso, poniendo en riesgo su vida. Pero también le preocupaba la aparición de más mujeres que cometen este delito.

—¿Por qué se volvió algo tan común?


—Creo que se volvió tan común porque es plata fácil.

—¿Las chicas que lo hacen son prostitutas y viudas negras o son solo viudas negras?

—Las dos cosas. Hay chicas que se dedican a ser solo viudas negras y no son prostitutas, y hay chicas que son prostitutas y, de vez en cuando, hacen esto de la viuda negra.

—¿Dónde van a buscar?

—El lugar preferido siempre fue Plaza Serrano. Es un lugar donde hay muchos turistas, muchos extranjeros. Es un lugar donde se consiguen las presas más fáciles.

—¿Van a los bares de la plaza? ¿A los boliches?

—Sí, a los bares. Nos sentamos como quien no quiere la cosa, tomamos algo y empezamos a interactuar con los hombres y ahí se va dando la situación.

—¿Y la señal de que tenés una presa, cuál es: “Seguimos en mi casa”, “nos vamos a otro lado”?

—Somos nosotras las que tratamos de que ellos nos lleven a su casa.

—¿En los boliches, notás que la gente les advierte, les dicen “tengan cuidado” o “presten atención?

—En los baños del boliche, hay un cartel que advierte a los extranjeros que tengan cuidado con las viudas negras, que hay chicas que están trabajando de eso.

—¿Qué buscás? ¿Que esté un poco tomado, que no sepa lo que está haciendo?

—Sí, la idea siempre es esa. Tratamos de buscar que estén borrachos, tomar algo con ellos para que se sientan cómodos. Lo que pasa es que a veces esto tarda bastantes horas. Por ahí tenés que estar tres o cuatro horas tomando algo en Plaza Serrano, en Palermo, o en el boliche, hasta que entra en confianza. Y cuando están medio borrachos, ellos quieren estar con las mujeres. Entonces ahí es cuando entramos en el juego nosotras.

—¿Y, una vez que estás en la casa, esperás a que, de borracho, se duerma y ese es el momento o están estas drogas que se han vuelto tan peligrosas? Hablamos de cinco muertes en lo que va del año.

—En realidad, esperamos a que estén dormidos. Cuando le ponemos esta droga, en mi caso, le ponía, esperamos a que se duerma completamente.

—¿Y qué le ponías?


—En realidad, nunca supe bien puntual qué es lo que tiene “el gotero”, como le llamo yo. Le llamamos “el gotero”. La chica que sale a trabajar de viuda negra sale con un “gotero.

—Es decir, no es una pastilla ni un polvo.


—No, les damos gotas líquidas que, por lo que tengo entendido, tienen drogas como Clonazepam, Rivotril en gotas, porque es más rápido el efecto.

—¿O sea que no lo arman ustedes, sino que se compra preparado?

—Sí, se compra preparado.

—¿Y en cuánto tiempo se duerme una persona a la que le ponés “el gotero”?

—Se duermen bastante rápido: 20, 15 minutos. Es rápido.

—Y ese es el momento que estaban esperando para el robo.

—Así es.

—¿Alguna vez te llevaste mucha plata de una víctima?

—Sí.

—¿Y por qué dejaste de hacerlo?


—Creo que porque está superquemado. Entonces, vos vas y estás caminando y corrés el riesgo de que te pare la policía.

—¿Cuánto le pesa a un hombre denunciar que se fue con una mujer que lo durmió y lo robó, porque le da vergüenza?

—Creo que uno lo sigue haciendo, es tan común y cada vez son más las que están haciendo esto justamente por eso, porque muchos no denuncian. Más que nada, por eso te digo que la presa es el extranjero, porque ellos hoy están y, en dos días, se van de viaje. No van a postergar el vuelo, no van a ir a perder su tiempo. Entonces, ya está, le robaste, mañana se fue y quedó en la nada.

—¿Alguna vez prendiste la tele para ver si la persona que estuvo con vos estaba bien?

—Un montón de veces, sí.

—¿Vos sabés que, el que vea esta nota, va a preguntarse cuánta conciencia, cuánto remordimiento tenés? ¿Te da eso o no te pasa nada?


—En realidad, no me gusta hacer lo que hacía, pero lo hacía por necesidad, cada uno tiene sus cosas. La verdad, no está bueno. No es que me siento orgullosa de esto, pero ya está. /TN