Sábado 02 de Agosto de 2025, 10:33

Jaldo acelera la campaña
Por Fernando StanichLas encuestas que recibió en la última semana parecen haber convencido al gobernador tucumano, Osvaldo Jaldo. Aún más, el repentino cambio en el tono y en el tenor de las críticas hacia el presidente Javier Milei representan, dentro del oficialismo provincial, una señal inequívoca: para garantizar un triunfo del peronismo, el mandatario debería encabezar la lista de candidatos a diputado nacional.Jaldo, uno de los jefes provinciales más permeables al diálogo con la gestión libertaria, exhibió en sus apariciones recientes un giro de 180 grados en su postura. Luego de minimizar el impacto positivo de la baja en las retenciones a las exportaciones de productos agropecuarios para esta región, el tucumano hilvanó una seguidilla de mensajes netamente electorales. Y no eligió cualquier escenario: a tres meses de los comicios del 26 de octubre, Jaldo lanzó la campaña con actos en localidades del interior. “Nos dejaron solos como provincia. Nos sacaron el ANSES, el INTA, el Instituto de Agricultura Familiar. Pero no nos han quebrado. Porque mientras el Gobierno nacional ajusta con la calculadora, nosotros invertimos con el corazón en salud, educación, vivienda, caminos y trabajo. Ese es el Estado presente que defendemos”, dijo en Trancas, su ciudad natal. En la noche del miércoles, además, dio un indicio ante los militantes al asegurarles que será el “primero” en estar al frente.
Un día después, en el sur de la provincia, “El Comisario” fue aún más lejos y directamente personalizó la compulsa electoral. “A esa motosierra que hoy parece estar lejos la quieren traer a Tucumán”, advirtió.
“Si el León quiere venir a Tucumán, ya tenemos lista la tijera para cortarle la peluca”, desafió. Ese mismo jueves, el gobernador aseguró que el peronismo se presentará unido en las urnas.
La mención a la unidad no es un dato menor, ya que en Tucumán Jaldo convive desde su asunción con el malestar de un sector del Partido Justicialista por su acercamiento a Milei. De hecho, el gobernador directamente le arrebató al bloque de Unión por la Patria tres diputados para ofrendárselos a los libertarios. Agustín Fernández, Elia Fernández y Gladys Medina conformaron a principios de 2024 el bloque Independencia, con el que siempre contó el presidente de la Cámara Baja, Martín Menem, en el recinto. Pero esa sintonía fina se cortó en junio de este año, cuando en el Congreso se avanzó con la movilidad jubilatoria, la reinstauración de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en discapacidad. En paralelo, ensayó un acercamiento con el sector disidente del peronismo, comandado por el senador Juan Manzur.
Las razones que llevaron al gobernador a endurecer su posición frente a la Nación y a tender puentes con la oposición interna tienen un ancla en los comicios de octubre, pero también en 2027. Jaldo, un asiduo lector de sondeos y encuestas, sigue con atención la evolución de lo que los tucumanos opinan del Presidente, de él y de los principales dirigentes locales. Y esos trabajos tienen una coincidencia: su imagen positiva es importante, pero también lo es la del jefe de Estado. En ciudades históricamente peronistas de Tucumán, el porcentaje de adhesión a Milei se mantiene en torno del 40% al 45%. Muy atrás aparece el resto de los dirigentes políticos.
“Aquí es un mano a mano entre Milei y Jaldo”, se sinceró uno de los pocos jaldistas con acceso directo a esas carpetas.
Con ese panorama y sin un candidato propio instalado que le brinde seguridad, el mandatario apuró definiciones para evitar una derrota en Tucumán que pudiera complicar la gobernabilidad para la segunda mitad del mandato y que pusiera en riesgo sus chances de reelección en 2027. Así, retomó el diálogo con el legislador Javier Noguera, el kirchnerista que encabezará la nómina de Fuerza Patria en la provincia en caso de que no haya acuerdo. Y si bien por ahora no hay “humo blanco”, las conversaciones están avanzadas. Al punto que Jaldo vaticinó un “ciento por ciento” de unidad peronista para contrarrestar la ofensiva violeta.
El acercamiento entre el PJ oficial y el disidente en Tucumán no camina sólo por el andarivel de la política. El éxito dependerá en gran medida del acuerdo económico. El principal escollo es el acuerdo financiero entre la Provincia y la Municipalidad de Tafí Viejo. La intendenta es Alejandra Rodríguez, esposa del kirchnerista Noguera. Su administración, tras la salida de un convenio de asistencia que el Gobierno tucumano mantiene con los municipios desde los comienzos del alperovichismo, a principios de los 2000, afronta serias dificultades. Además, el espacio manzurista pretende recuperar parte de la contención a dirigentes que perdió con la llegada de Jaldo al poder. Un caso es el del Movimiento de Unidad Popular, que en este distrito lidera Luis Romano. En estas últimas semanas, hubo reuniones en los ministerios del Interior y de Gobierno con ese propósito.
Mientras tanto, Jaldo acelera. “Soy un bombero voluntario”, lanzó en tono irónico cuando se le consultó si aceptaría ser candidato testimonial a diputado. También emplaza a sus rivales de Fuerza Patria: adelantó que la semana próxima se definirá la lista de postulantes. Con él en la boleta, la incógnita pasa por el resto de los integrantes. El segundo lugar estaría reservado para la actual diputada Gladys Medina, esposa del ministro del Interior Darío Monteros; el dirigente de mayor confianza de Jaldo. Si bien Medina tiene por delante dos años más de mandato, esta jugada le permitiría hacer un enroque, al liberar el actual escaño y sostener en la Cámara Baja, al menos hasta 2027, a Elia Fernández. La ex intendenta de Aguilares, que sí finaliza su período en diciembre, es esposa del presidente subrogante de la Legislatura provincial, Sergio Mansilla, uno de los referentes territoriales más poderosos del interior tucumano.
La gran duda pasa por el tercer lugar. Si hay acuerdo con los díscolos, debería ser para ese sector. En la Casa de Gobierno no quieren a Noguera, pero entre los kirchneristas locales aseguran que no negociarán su nombre. Cuentan que en una reciente reunión, Jaldo le pidió expresamente al taficeño que, en caso de resultar electo diputado, mantenga diálogo fluido con él aunque luego vaya a votar en línea con Unión por la Patria y no con el bloque Independencia. Jaldo, en ese sentido, valora más el papel del bancario Carlos Cisneros que el de Pablo Yedlin: ambos diputados votan en contra de Milei siempre, pero el titular de la comisión de Salud ni siquiera conversa con el gobernador. De hecho, el médico -que ostenta el sello del Frente Renovador en Tucumán- es uno de los más reticentes a que su espacio acuerde con el jaldismo.
La semana en la provincia cerró con una conclusión: al menos por los próximos tres meses, Jaldo polarizará la campaña directamente con Milei. Este viernes, por ejemplo, le apuntó al corazón de la política libertaria: la macroeconomía. El tucumano dijo que “es imposible sacar un crédito” en el país por las altas tasas, y le recomendó a la gente que trate de cancelarlos cuanto antes. “Quienes tienen un crédito, dentro de sus posibilidades, lo tienen que pagar lo antes posible porque los intereses les van a terminar comiendo el ingreso que puedan tener”, alertó. Señales de que, candidato o no, Jaldo jugará a todo o nada para blindar Tucumán de la oleada violeta. /
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