El Gobierno admite que podría haber un aumento “transitorio” de la inflación tras el salto del dólar

Martes 05 de Agosto de 2025, 06:40

Sería una situación similar a la que se vivió durante marzo pasado; en el Ejecutivo creen que no durará porque no hay “convalidación monetaria” y porque una suba extendida golpeará las ventas de las empresas



Pese a que se hará lo imposible por evitarlo, en el Gobierno admiten la posibilidad de que haya un aumento de precios “transitorio” –similar al de marzo- por el salto que tuvo el dólar oficial la semana pasada. Vale recordar, la inflación es la principal bandera oficial en las elecciones.

Un consumo masivo aletargado por un ingreso disponible en los hogares aún en recuperación y una mayor apertura comercial –que ya aumenta la competencia, pero achica la torta de ventas- venían disciplinando el traslado a las góndolas de los movimientos del tipo de cambio.

Sin embargo, el sacudón del dólar oficial de la semana pasada –subió de $1295 a $1375- alentó a la industria a enviar listas con remarcaciones que los supermercados -ya anticipan, por los menos tres de ellos- rechazarán con auspicio oficial, sobre todo si son desmedidos.

Es una situación parecida a la que se vivió, creen, en el tercer mes del año, cuando también los supermercados se negaron a convalidar subas de precios y el ministro de Economía, Luis Caputo, desafió públicamente a empresas alimenticias y terminales automotrices que subieron precios ante un salto de la divisa estadounidense como consecuencia de la incertidumbre que generaba la llegada de un nuevo esquema cambiario en el marco del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En ese momento, también algunos reveses en el Congreso sumaron ruido.

En Casa Rosada admiten que el movimiento del tipo de cambio podría haber generado un susto a algunos comerciantes. Esto podría replicarse en el IPC de julio o agosto, pero sería –como lo fue en marzo- un efecto “transitorio”, según dicen. Luego la inflación se volvería desacelerar.

Cerca del presidente Javier Milei explican que no habrá convalidación monetaria –pesos en la calle-, que si suben los valores de algunos bienes -y es avalado por el público- se consumirán menos de otros (porque la oferta de dinero está fija) por lo que bajarán, y que ese escenario desembocará en una caída del consumo masivo en un contexto en el que ya esquiva hace meses una recuperación sustentable.

Para el Gobierno, la inflación es un fenómeno monetario. El equipo económico replica que hace casi un año la oferta de dinero está fija y que la demanda -que flaqueó en los últimos días y se corrió en busca de dólares- se está normalizando tras el aumento de encajes. “Al final, reemplazamos deuda [por las licitaciones en las que no hubo roll-over completo] por encajes. Ahorramos unos buenos mangos porque no es remunerado”, precisaron fuentes oficiales, que dicen no estar preocupadas por los efectos del desarme de las LEFI, que algunos economistas consideraron como “mala praxis”. Ese movimiento, que dejó $10 billones en la calle, fue el combustible que alimentó al dólar.

“Si subiste el precio de un bien, te lo tiene que validar la demanda. Puede ser que, si te lo valida, suba el valor de ese bien, pero van a bajar otros, porque la oferta de dinero está fija. ¿Te asustaste y remarcarte? Menger te va a pasar la factura”, dijo la fuente oficial sobre el impacto que una suba de los precios tendrá finalmente en el alicaído consumo. Es algo que en las empresas reconocen. Allí ven poco margen para subir los precios, ya que interanualmente muchos están aún dos cifras abajo interanualmente, vienen productos del exterior, pero además porque ven una migración de los consumidores hacia las llamadas “marcas blancas”.

Cerca de Milei estiman que originalmente –teniendo en consideración la montaña de pesos que dejaron Alberto Fernández y Cristina Kirchner dando vueltas en la economía con el Plan Platita- había un rezago de entre 18 y 24 meses en la política monetaria para ver “colapsar” a la inflación. En ese sentido, recalcan que llevan 12 meses de base monetaria amplia fija (sin agregar pesos al mercado). Explicaron, por otra parte, que es posible que, como en marzo, haya fluctuaciones aún en el sendero de desinflación, pero que serán “transitorias” y que rápidamente se volverá a una senda de desaceleración. “No hay convalidación monetaria”, dijeron tanto para los precios como para el valor del dólar oficial, al que ven yendo lentamente hacia la calma.

La pelea por los precios

“Tienen stock”, contó a este medio una importante fuente del Ministerio de Economía en contacto permanente con los hombres que manejan el negocio de las góndolas. “Las listas, o los avisos de que van a mandar nuevas listas, se están rechazando”, reafirmó  una importante cadena. “Por ahora, no se está convalidando nada”, dijeron en otro gran hipermercado. En ese sector, la rentabilidad depende de la cantidad de las ventas. La industria, donde lo importante es el margen, se reunía para analizar cuáles los pasos a seguir.

Otras fuentes del mercado supermercadista matizaron. Dijeron que entraron listas como las que entran todas las semanas de diferentes proveedores. “No vemos un aluvión por diferencia de tipo de cambio. Si hubiera, y no tuviera justificación, las vamos a rechazar”, estimaron.

Los aumentos más destacados, contaron en los súper, vinieron, por ejemplo, de Unilever, que habría aumentado entre 7% y 8%. En la firma dicen que lo anunciaron hace 15 días, antes del movimiento del dólar, con base en los aumentos trimestrales de precios, y en medio de valores que se mueven por debajo de la inflación, con costos altos y un muy consumo pisado. Mastellone habría mandado una lista también con alzas de entre 3% y 4%, mientras que las fuentes supermercadistas, indicaron que su competencia, Danone, subió 3,5%. En la firma lo niegan. En el sector cuentan que sí habría aumentado sus yogures 15 días atrás. Arcor habría subido precios entre 3% y 5%, según los supermercados. Fuentes cercanas a la empresa negaron que hubiera habido un incremento de sus precios o enviado nuevas listas.

Otra alimenticia –una muy conocida fabricante de chocolates- habría mandado una nueva lista de precios con alzas de 9%; una importante marca de pasta de dientes, de 6,5%; los aceites, de un 5%; los pañuelitos de papel, de 7% y los repelentes, también una variación de ese porcentaje, entre otras empresas cuyas listas circularon en las últimas horas entre whatsapp oficiales y extraoficiales.

“En lo que va del año, la inflación del rubro Alimentos y Bebidas se ha mantenido por debajo del nivel general de precios. Incluso los valores mayoristas de salida de fábrica de la industria (IPIM AyB) se ubicaron por debajo de los precios al consumidor (IPC AyB) en el acumulado 2025”, indicó Copal [la entidad que agrupa a las empresas industriales de producción de alimentos] en un comunicado tras una reunión programada esta tarde. “No observamos un aumento generalizado de precios. Cada empresa, en función de su estructura de costos y de la diversidad de su portafolio, define los ajustes necesarios según su propia realidad productiva y comercial”, sentenciaron.

“Es importante remarcar que los movimientos en el tipo de cambio, así como en otros componentes de la estructura de costos –insumos, tarifas, logística, salarios y presión tributaria– requieren ser monitoreados y evaluados en distintos escenarios. Sin embargo, la transmisión a precios no es automática, proporcional ni lineal. De hecho, el tipo de cambio funciona entre bandas que se actualizan mes a mes, y se mueve constantemente entre esas bandas, y eso no significa ni se refleja en movimientos de precios”, dijeron en la entidad que dirige Carla Bonito y recalcaron que la industria busca “garantizar el abastecimiento” y que sus decisiones no son “especulativas”.  /La Nación