Domingo 19 de Octubre de 2025, 08:04

DRAMA. Las aguas del Bermejo arrasaron con el puente de chalanas y con los taludes que se usaban para unir la ciudad boliviana de Bermejo con Aguas Blancas, del lado argentino.
Más de tres mil argentinos permanecen varados en la ciudad boliviana de Bermejo, luego de que una repentina crecida del río Bermejo destruyera gran parte del puerto de chalanas que une esa localidad con la salteña Aguas Blancas. El fenómeno, provocado por un fuerte temporal de viento y lluvia que afectó todo el norte del país, obligó a cerrar el paso fluvial fronterizo en la mañana del sábado y generó un verdadero caos humanitario y logístico en la zona.
La crecida comenzó alrededor de las 9.30 de la mañana, cuando el nivel del río aumentó súbitamente y arrasó con dársenas, estructuras metálicas, maderas y embarcaciones. "El servicio de chalanas había empezado a operar con normalidad a las 7, pero el agua subió de golpe y se llevó todo", relató una fuente desde la frontera norte, quien confirmó que "el paso está cortado y continúa inhabilitado, dejando a más de 3 mil personas del lado boliviano sin poder regresar". El problema es que mucha gente cruzó sin realizar trámites migratorios, por lo que se les dificulta regresar de forma legal.
El puerto de chalanas -principal vía de comunicación entre Aguas Blancas y Bermejo- fue clausurado por precaución ante la crecida, mientras que el puente internacional se convirtió en el único paso habilitado. Allí, largas filas de personas se extendían durante toda la jornada, con una cola de casi dos kilómetros del lado argentino, según reportes locales.
Del lado boliviano, los controles fueron reforzados por las autoridades migratorias y la Policía, que mantienen restricciones estrictas por las elecciones generales que se celebran este domingo en Bolivia. Hasta el lunes a la tarde, estará prohibida la circulación de vehículos, con multas de hasta 500 bolivianos y decomiso en caso de incumplimiento.
Ante ese panorama, muchos argentinos que cruzaron para hacer compras durante el fin de semana optaron por alojarse en hoteles en Bermejo, mientras esperan que el río baje. Sin embargo, los establecimientos están siendo controlados por la policía boliviana, que advirtió que los ciudadanos extranjeros podrían ser sancionados si no regularizan su situación migratoria.
El interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, confirmó que los argentinos que ingresaron a Bolivia sin la documentación requerida deberán abonar multas si desean regresar a la Argentina por el puente internacional.
"Se cobrarán como corresponde, pero eso lo manejan las autoridades nacionales. Los ciudadanos tuvieron hasta la medianoche del sábado para volver, porque a partir de ese horario comenzaron las restricciones por las elecciones bolivianas", explicó.
Zigarán había detallado también que los viajes hacia Tarija estaban habilitados solo hasta las 16, mientras que los traslados en vehículos particulares se realizaban hasta las 18, bajo exclusiva responsabilidad de los conductores.
En el puente internacional Aguas Blancas–Bermejo se mezclaban dos realidades opuestas: del lado boliviano, cientos de ciudadanos intentaban regresar para emitir su voto, mientras que del lado argentino miles buscaban volver sin sanciones tras haber cruzado para hacer compras o visitar familiares.
Los comercios de Bermejo, donde muchos argentinos adquieren mercaderías a bajo costo, quedaron con mercancías retenidas y clientes ausentes, mientras que del lado argentino los pequeños comerciantes de Aguas Blancas vieron paralizado el flujo habitual de compradores. "El sábado es el día fuerte, cuando cientos de personas cruzan a Bermejo para comprar. Hoy todo eso quedó detenido", comentó un comerciante local.
La crecida del río Bermejo no solo cerró el paso fronterizo y provocó pérdidas materiales aún no cuantificadas, sino que también puso fin a una invasión silenciosa del territorio argentino, donde en las últimas semanas se habían levantado taludes de material para cruzar a pie y evitar pagar el traslado en chalana.
"Con la fuerza del agua, el río se llevó todo. Es como si hubiera devuelto los límites entre los dos países", comentó un vecino de Aguas Blancas. Así, el Bermejo hizo lo que la diplomacia no había logrado: restablecer de manera natural la frontera entre Argentina y Bolivia. /
El Tribuno Salta
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