Martes 21 de Octubre de 2025, 21:49
Pasaron más de siete días desde la desaparición de Alberto Pedro Kreder (79) y Juana Inés Morales (69), y la angustia crece con el paso de las horas. Las hijas del jubilado reclaman que se revise la hipótesis central de la investigación, que sostiene que la pareja se habría perdido tras quedar varada en una zona inhóspita al norte de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut.
La Justicia amplía la búsqueda por tierra y aire para dar con él y con el jubilado y su novia, Juana Inés Morales. La familia afirma cree que el hombre no pudo haber conducido hasta la zona donde la policía encontró la camioneta.
“Mi papá no llegó hasta acá manejando. Es imposible. Queremos que cambie el foco de la investigación. Lo único que pedimos es que la camioneta sea llevada a la Policía para que puedan analizarla”, expresó Gabriela, una de las hijas, en diálogo con la prensa desde Rocas Coloradas, el punto donde se concentra la búsqueda.
El viernes pasado, los rescatistas hallaron la Toyota Hilux de Kreder encajada y cerrada con llave en un camino de difícil acceso, a unos 70 kilómetros de Caleta Córdova. En el interior del vehículo estaban las pertenencias de la pareja sin señales de violencia ni desorden, lo que despertó aún más incertidumbre.
Desde entonces, un amplio operativo de búsqueda con helicópteros, drones, canes rastreadores y efectivos de la Policía del Chubut, Prefectura, Bomberos y Defensa Civil se desplegó por tierra y aire, sin resultados concretos.
“No hay manera de que haya manejado hasta ahí”
Gabriela y su hermana Laura no creen que su padre haya llegado hasta ese lugar por sus propios medios.
“Ustedes vieron lo complicado que es llegar. No tengo que contárselos. Mi papá era una persona vital, pero no inconsciente. No hay manera de que haya decidido seguir por ese camino tan dificultoso”, sostuvo Gabriela.
La camioneta en la que viajaba la pareja apareció encajada y con las puertas cerradas con llave.
Ambas sostienen que
el matrimonio podría haber sido interceptado en el trayecto antes de llegar a Rocas Coloradas.
“Creemos que los pararon en algún punto, tal vez para robarles la camioneta. No nos queda otra explicación”, dijo.
Un operativo a contrarreloj y sin pistas
A pesar de las sospechas, las hijas remarcaron que confían en el trabajo de la policía y de la Justicia, aunque reconocen que el caso es “muy complejo, muy difícil y muy inexplicable”.
“Hay siete perros trabajando, la Policía Nacional, la Brigada, el fiscal Olazábal y el jefe Rojas. Nos llaman todos los días para contarnos lo que hacen, pero no hay un solo rastro”, lamentaron. Las condiciones del terreno —árido, ventoso y de difícil acceso— complican el trabajo de los rescatistas, ya que el viento borra las huellas y confunde a los perros rastreadores.
Qué revelaron las cámaras y los celulares
Las cámaras de seguridad detectaron por última vez el paso de la camioneta por la Ruta Provincial N°1, a la salida de Caleta Córdova, pero las imágenes no permiten identificar a las personas que iban a bordo.
En tanto,
los teléfonos celulares de Kreder y Morales no emitieron más señales, aunque las antenas confirmaron actividad en esa zona el día de la desaparición.
Un amor reciente y una historia que conmovió a todos
Kreder, que estaba por cumplir 80 años, mantenía una relación reciente con Juana Morales, con quien compartía una nueva etapa de su vida.
“Estaba feliz, con ganas de vivir. Hacía poco había vuelto de un viaje a Salta. Con Juana estaba entusiasmado, como en una luna de miel”, recordó su hija.
Mientras los rastrillajes se intensifican en la zona de refugios costeros y caminos secundarios, la familia mantiene viva la esperanza de que ambos aparezcan. “No pueden haber desaparecido así. Tienen que estar en algún lado”, dijo Gabriela, entre lágrimas, al pedir que se sumen más recursos a la búsqueda. /
A24