Tequila y otros destilados: mitos, estudios y lo que realmente importa para la salud.
Los científicos tienen una respuesta: cuál es la bebida alcohólica “más saludable”
Viernes 24 de Octubre de 2025, 07:28
En los últimos años el tequila pasó de ser la bebida alcohólica del descontrol a compartir un discurso de bienestar: lo venden como bajo en calorías, “limpio” y hasta libre de resaca.
¿Hay alcohol más sano? Expertos y estudios coinciden en lo básico: el organismo procesa igual el etanol sin importar su origen, y los efectos dependen del consumo.
David Jernigan, vicedecano de Salud Pública en Boston University, lo sintetiza con dureza: “Al comercializar un producto que causa daño a los seres humanos, debes hacer todo lo posible por generar un efecto halo”. Ese efecto de halo explica por qué muchos creen que beber menos o elegir determinado destilado reduce riesgos o mejora la salud.
Mitos comunes Una regla útil es la de que “una bebida equivale a una bebida”, pero en la práctica falla. Un trago estándar tiene la misma cantidad de etanol ya sea cerveza, vino o destilado; lo que cambia es el volumen y la rapidez con que se consume. Así surgen las percepciones de mayor embriaguez con tequila. Sobre la resaca no hay milagro: “Muchos de los síntomas de la resaca se deben al acetaldehído persistente, un subproducto tóxico de la descomposición del alcohol”, explica Brooke Scheller. El acetaldehído se acumula cuando el hígado no da abasto, genera inflamación y fatiga. Por eso la hidratación ayuda, pero la clave es la cantidad total de etanol consumido.
Lo que hay que saber acerca del alcohol Parte del mito viene de la planta: el agave azul contiene agavinas, fibras azucaradas que podrían ser beneficiosas. Pero la fermentación y destilación convierten esos azúcares en etanol y destruyen compuestos útiles. Como sintetiza Scheller: “El alcohol es una toxina. Los daños superan cualquier beneficio que se promocione”. La bebida no hereda las virtudes del agave. Términos como “clean” en etiquetas no están regulados, así que no garantizan nada sobre salud. Vodka, gin o tequila pueden tener menos azúcares añadidos, pero el etanol sigue dañando hígado, cerebro y corazón. Y la diferencia entre cerveza y destilados suele ser el volumen y la velocidad de consumo, no la inocuidad. /La 100