Tucumán, la ciudad que no duerme porque no la dejan: registran más de 1.700 denuncias por ruidos molestos en lo que va del año

Sábado 08 de Noviembre de 2025, 06:17

CONTROLES. Los cientos de procedimientos que realiza el municipio capitalino, sobre todo en locales nocturnos, son ampliamente superados por la cantidad de denuncias de quienes no pueden dormir a causa de la contaminación sonora.



Desde enero de este año, la Municipalidad de San Miguel de Tucumán recibió más de 1.700 denuncias por ruidos molestos, la mayoría vinculadas a locales bailables, bares y fiestas nocturnas que exceden los niveles permitidos. Así lo informó la Dirección de Salud Ambiental, organismo encargado de coordinar los controles y fiscalizaciones en distintos puntos de la capital.

De acuerdo con los registros oficiales, 1.300 denuncias ingresaron a través del portal de Atención al Ciudadano, mientras que otras 400 fueron presentadas personalmente en la sede de la repartición, ubicada en calle San Martín 1.009, precisó Clara Saslaver, directora de Salud Ambiental.

Cada denuncia, explicó la funcionaria, se analiza individualmente para determinar el tipo de intervención necesaria. “El cuerpo de inspectores realiza un procedimiento según el inconveniente que manifiesta el vecino. En base a eso, se aplican distintas medidas que van desde una notificación y medición del nivel sonoro, hasta la convocatoria del infractor para asesorarlo sobre cómo mitigar el problema”, detalló Saslaver.

La funcionaria subrayó que el ruido excesivo es una forma de contaminación que afecta la calidad de vida. “El ruido enferma. Aumenta los niveles de estrés, provoca insomnio, eleva el riesgo de enfermedades cardíacas y genera conflictos de convivencia. Desde la Dirección buscamos promover una vida urbana más armoniosa y saludable”, señaló.

Por su parte, el ingeniero en Seguridad e Higiene Augusto Ricardo Marchese, asesor técnico del área, brindó precisiones sobre los límites permitidos y las consecuencias del exceso sonoro. 

“El sonido se convierte en ruido cuando supera los niveles tolerables y empieza a irritar o afectar la salud. La unidad de medición es el decibel. Según la Organización Mundial de la Salud, el nivel óptimo para el descanso no debe superar los 50 decibeles; en la vida cotidiana, el límite razonable es de 65 a 70; y en el ámbito laboral, no se puede exceder los 90 decibeles”, explicó.

Marchese recordó además que la ordenanza municipal N° 288 fija en 40 decibeles el nivel máximo permitido en la ciudad. “Los controles más frecuentes se realizan en afters o locales al aire libre, donde generalmente no hay insonorización ni habilitaciones adecuadas. Son los lugares que más incumplen la normativa”, agregó.

La Dirección de Salud Ambiental habilitó varios canales para recibir denuncias ciudadanas. Los vecinos pueden acudir de lunes a viernes, de 8 a 13, a la oficina ubicada en San Martín 1.009, o comunicarse vía WhatsApp al número 3812230563. Al realizar la denuncia, se solicita aportar datos personales, dirección exacta del lugar afectado, tipo de ruido, horario y frecuencia de la perturbación.

Con un promedio de más de 200 denuncias mensuales, el municipio refuerza los operativos nocturnos para controlar el cumplimiento de la ordenanza y proteger la salud pública, en medio de un creciente número de quejas por contaminación acústica en la capital tucumana.