Los agentes de tránsito de San Miguel de Tucumán portarán cámaras corporales que registrarán cada procedimiento

Sábado 22 de Noviembre de 2025, 06:22

BODYCAMS. El municipio que conduce Rossana Chahjla adquirió 70 equipos con los que comenzará a aplicarse una nueva forma de controlar y proteger a los agentes de tránsito de San Miguel de Tucumán.



San Miguel de Tucumán pondrá en marcha en los próximos días un sistema integral de cámaras corporales para registrar en tiempo real el accionar de sus agentes de tránsito, de la Patrulla de Protección Ciudadana y del personal de Defensa Civil. La medida, impulsada por la intendenta Rossana Chahla, surge en un contexto de mayor tensión en la vía pública y tras episodios recientes de violencia contra trabajadores municipales.

El Municipio adquirió 70 bodycams que serán distribuidas entre los equipos operativos. Estos dispositivos, que se usan adheridos al uniforme, permitirán documentar incidentes en tiempo real y fortalecer el proceso de fiscalización. El monitoreo del material grabado quedará bajo control del Centro de Operaciones y Monitoreo Municipal (COMM), área especializada en el seguimiento audiovisual de situaciones urbanas.

“El aporte tecnológico nos permitirá respaldar el trabajo de los agentes y contar con evidencia directa en casos conflictivos”, explicó José María Mansilla, director de Tránsito y Transporte Público. El funcionario remarcó que la decisión apunta a profesionalizar la tarea y recuperar la autoridad del inspector, cuya figura —señaló— se fue deteriorando por la pérdida de respeto social y por la incorporación en gestiones anteriores de personal sin la capacitación adecuada.

Mansilla insistió en que el agente es “fedatario público”: todo lo que observa y documenta en un acta de infracción tiene validez jurídica. Las nuevas cámaras, dijo, aportarán un “margen adicional de veracidad” al registro de cada intervención. En paralelo, detalló que el municipio reforzó la formación interna: se realizaron capacitaciones para corregir falencias en tareas básicas, como la correcta ubicación de un sitio en un acta, y se reordenaron las zonas del microcentro en cuadrantes para optimizar la operatividad.

Los hechos de violencia, aunque considerados aislados por la dirección de Tránsito, motivaron parte de las medidas. Uno de los casos más graves ocurrió en agosto, cuando un taxista identificado por sus iniciales J.L.H.V. agredió físicamente a un inspector que le labró un acta por estacionarse en una dársena prohibida. El agente fue arrojado al suelo, sufrió lesiones en la mano y rodilla y debió ser hospitalizado. 

Tras el episodio, el municipio dispuso la caducidad de la licencia del titular del vehículo, A.E.V., y la inhabilitación por dos años para operar el servicio Sutrappa. El automóvil, además, deberá ser despojado de los distintivos oficiales, y si se detecta circulando, será secuestrado y remitido al Tribunal Municipal de Faltas.

Mansilla afirmó que la incorporación de tecnología, la mayor visibilización operativa y la reorganización interna apuntan a recomponer el vínculo entre la comunidad y el cuerpo de inspectores. “El trabajo debe ser intenso y continuo. Estamos restableciendo servicios que la ciudad reclama, y estos cambios buscan brindar más garantías tanto para los agentes como para los ciudadanos”, concluyó.