Claudio Cosano, el diseñador que cambió el estilo de Karina Milei: “En épocas anteriores le escapaba a vestir al poder”

Sábado 22 de Noviembre de 2025, 12:20

Claudio Cosano y Karina Milei.



Claudio Cosano cumplió hace poco 30 años en la moda, en los que vistió a algunas de las figuras más importantes de la Argentina, como Susana Giménez, Mirtha Legrand y Moria Casán. Pero el año pasado le llegó un nuevo desafío: hacerse cargo de los atuendos de Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia y hermana de Javier Milei.

En diálogo con Clarín, Cosano repasó sus inicios en el mundo de la moda, recordó quién fue la primera famosa que puso un pie en su atelier y contó cómo es su vínculo con la primera dama. Además, reflexionó sobre la situación de la industria argentina y las plataformas de compra online.

¿Cómo llegó a vestir a Karina Milei?

Ella llegó a mí. Le gusta mi sastrería y dio la casualidad que a la ex de Milei, Yuyito González, cuando estaba de novia con el Presidente, para un evento le presté un traje y a Karina le encantó, sobre todo la caída de la sastrería. Un día me llama y me dice: “Hola, Claudio, soy Karina Milei, me gustaría que me vistas”. Y así fue. Vino un día al atelier y le encantó la propuesta. Hace como un año y medio que la estoy vistiendo.

El canciller Quirno, Karina y Javier Milei, con el nuevo presidente de Bolivia Rodrigo Paz Pereira, y su esposa.

¿Y Karina acepta ponerse todo lo que le propone?

Sí, porque tengo una energía bárbara con ella. Rojo, azul eléctrico, verde esmeralda, colores tierra, azul marino. Como es alta costura, solo usa mi ropa en eventos importantes, no para la diaria. Ella vive trabajando y se siente más cómoda de pantalón. La sastrería de traje con pantalón ancho abajo, no solo es mucho más cómoda, sino que a ella le queda bárbaro y lo luce porque es muy alta. Los pantalones le sientan increíbles.

¿Es la primera vez que viste a una figura política? ¿Le sorprendió que lo llamara?

Sí. Me sorprendió, pero es un halago porque ella nos está representando en el mundo. La semana que viene se va a Estados Unidos y usa sastrería Cosano. En épocas anteriores le escapaba a vestir al poder, pero con esta nueva camada de Milei realmente me dio placer. Estoy grande, en el final de carrera, y me gusta hacer lo que me gusta; no hacer algo por compromiso. O sea, creo que tengo una carrera marcada, entonces si hago algo, es porque lo hago con todo el placer.

Luis Caputo, Karina Milei, Javier Milei, Donald Trump y Gerardo Werthein durante una reunión en Nueva York (Estados Unidos). 

¿Hay algo del Gobierno de Milei que despertó este cambio de opinión?

No, es algo personal. No tengo una política definida, soy apolítico, porque toda la vida trabajé para llegar a donde llegué. Pero sí me inspiró, me dieron aires nuevos. Hay muy buena relación porque la mamá de los Milei es fanática mía, le gusta mi ropa. Es un placer, la paso bien.

Karina Milei con Virginia Gallardo, Karen Reichardt, Tronco y Thor.

¿Y a la mamá de los Milei también la vistió?

Todavía no. Es muy bajo perfil. Estuvo acá en mi atelier, todo. Al único de la familia que no conozco es al hermano (Javier). No hago ropa de hombre.

¿Fue a Casa Rosada?

No, porque tengo un vínculo totalmente profesional. Es mi forma de ser, no me gusta sobrepasarme. No publico nada de ella porque es una clienta que compra y paga. Soy muy respetuoso con toda la gente del rubro. Así como visto a Karina, también con el mismo respeto la trato a Mirtha Legrand, como una clienta más. En mi último desfile, Karina estuvo presente con un traje rojo espectacular.

Claudio Cosano con Karina Milei y su mamá.

El evento exclusivo que terminó "siendo un escándalo que salió en todos lados"

Este año, Cosano cumplió 30 años en la moda y decidió celebrarlo con algo "muy exclusivo e íntimo" en su atelier, a diferencia de sus habituales desfiles en el hotel Hilton con 5 mil invitados. Pero no salió como esperaba.

La celebración despertó la atención mediática no solo por la presencia de Karina Milei, que nunca había estado en un evento de este tipo, sino también porque la secretaria de la Presidencia se cruzó con Yuyito González, quien recientemente había dejado de ser la pareja del primer mandatario.

Hace poco celebró 30 años en la moda, ¿cómo fue eso?

Quise hacer algo muy exclusivo, muy chiquitito, muy íntimo en mi atelier. Entonces invité solamente a figuras y a gente de prensa. Y terminó siendo un escándalo que salió en todos lados. Karma Cosano. Fue una explosión mediática porque estaban Mirtha Legrand, Karina Milei, Yuyito Gonzalez, Fernando Burlando; toda la gente que realmente me quiere, vino.

Yuyito González y Karina Milei en el desfile por los 30 años de Cosano.

Un universo muy amplio de figuras...

Sí, estuvo Karina con la mamá y Sandra Pettovello. En el universo Cosano conviven todas. Yo te visto a Susana Giménez y también le hice el traje de novia a Wanda Nara. No pongo en góndolas a la gente. Toda mujer que quiera tener un Cosano lo va a tener.

¿A Sandra Pettovello también la ha vestido?

No, no. A Sandra le gusta mucho mi sastrería, que no es normal: ahora no hay sastrería en Argentina.

¿Por qué cree que no hay?

Por dos cosas: porque se perdió el oficio, cada vez hay menos sastres, menos modistas. Y, por otro lado, tiene que ver un poco con la crisis económica. La sastrería si está bien hecha, es cara. En este momento la sastrería es lo top del momento, no hay mujer que no use un blazer o un chaleco con pantalón. Pero bueno, del prêt-à-porter o la ropa urbana a la sastrería de alta costura, hay mucha diferencia.

Karina Milei en Paraguay con un traje de denim de Claudio Cosano. 

¿Cosano es alta costura? ¿Cómo funciona eso?

Sí, porque tengo atelier propio. Tengo mi equipo de bordadoras, costureras, modistas, cortadoras. Acá entra el género y sale el vestido hecho. Cuando la clienta compra el vestido, yo le hago el diseño y antes de probar el vestido se crea una toile, que es el verdadero sistema de alta costura: se prueba el mismo vestido, pero en un género que se tira, un liencillo. Sobre el cuerpo de la clienta se hacen todas las modificaciones, se elige el género y recién ahí se prueba el vestido a medio armar. Después se lo va bordando y se termina a mano.

Cada vestido debe llevar mucho tiempo y dinero. ¿Para qué tipo de eventos se realizan?

Lleva mínimo cinco pruebas, así que empiezo por lo menos cuatro meses antes. Hago de todo. Después de 30 años de estar en la moda, como tengo un público muy grande, tengo clientas que hacen sastrería, el vestido de novia, de madrina, 15 años. En este momento los 15 son furor. Las que manejan el mercado hoy en día son las quinceañeras, por sobre las novias.

Javier Milei y Karina Milei con Sylvester Stallone en Estados Unidos.

¿Cuánto valen esos vestidos?

Prefiero no decir el precio por el momento que está viviendo el país. Me parece obsceno. Pero es de un nivel adquisitivo medio arriba. No todo el mundo puede acceder.

Cómo ve a la industria textil en Argentina actualmente?

La industria textil es uno de los rubros más atacados, que más está sufriendo la crisis, por el advenimiento de poder importar. Las marcas extranjeras obviamente son mucho más económicas, porque producir en Argentina es muy caro por los impuestos, por la mano de obra. En mi caso sería mentiroso si te digo que a mí me afecta demasiado porque yo vendo alta costura.

La crisis no llegó a Cosano

Yo vengo zafando porque la clienta que viene acá, viene a buscar un vestido a medida, para una ocasión especial. Pero la ropa diaria está complicada. Creo que se va a tranquilizar cuando la gente vea que lo que compra por redes sociales o plataformas tipo Shein es todo porquería. Y cuando empiece a florecer la economía argentina se va a revertir, pero es un momento que hay que pasarlo.

El diseñador Claudio Cosano. 

Un "maestro argentino de la moda" que se hizo desde abajo

Cosano es uno de los dos únicos diseñadores argentinos declarados "maestro argentino de la moda", junto con Gino Bogani, según el reconocimiento que otorga la Universidad de Palermo. Con 30 años en el rubro, asegura que se hizo "desde abajo".

"Empecé sin nada, con una mano atrás y otra adelante, en un barrio y terminé teniendo mi estilo, mi nombre, mi propio atelier. Y ya con 30 años de trayectoria ininterrumpida, vistiendo a las grandes, como Mirtha Legrand, Susana Giménez", destacó.

Al día de hoy, Cosano ya ha presentado en pasarelas de todo el mundo, como Nueva York, Miami, París y grandes ciudades de Latinoamérica. "No hubo país que no me haya invitado a cerrar un Fashion Week", dijo.

¿Cómo llegó a ser diseñador?

La vida... Yo soñaba con ser arquitecto, de hecho hice la carrera completa. Y cuando ya estaba por terminarla, de casualidad, caí en una casa de moda, entré a trabajar como administrativo. Y como yo soy buscavidas y me gusta siempre saber más, al mediodía bajaba a los talleres y me gustaba mucho ver cómo apilaban las telas, cómo cortaban ropa. Y decidí probar y hacer un par de prendas, porque me parecía que no era nada complicado. También para ganarme unos mangos extra. Así empecé vendiendo en el barrio y una clienta me fue trayendo la otra. Hacía ropa informal, hasta que llegó una arriesgada que me dijo "quiero que me hagas el traje de novia". Le dije que sí y ahí empezó todo. De esto hace 30 años.

Claudio Cosano en su atelier. 

¿Nadie hacía moda en la familia?

Mi mamá sabía coser perfectamente a mano, era superprolija. Cuando empecé a crecer, yo necesitaba ayuda y a la primera que llamé fue a mi mamá. Y me enseñó todo lo que era el arte fino, pero de la costura a mano, no de la costura a máquina. Lo primero que hice fue incorporar a toda mi familia. Porque dije: "Si me salvo, salvo a mi familia". Así que vino a mi hermano, mi hermana, mi cuñada, mi sobrina y hoy en día mi hermano es la mitad del atelier, porque es el que se encarga de toda la parte de bordado, que también aprendió de autodidacta.

¿Y cómo es trabajar con su hermano?

Es increíble. Estamos mimetizados. Cuando armo colecciones, yo hago el diseño, Fabi se encarga del bordado y sin vernos, cuando nos encontramos con el maniquí y el vestido, coincidimos totalmente, porque ya tenemos incorporado el estilo nuestro.

¿Cuál fue la primera famosa que vistió?

La primera celebridad que vino a mi atelier fue Susana Giménez. Cuando Susana tenía el programa los mediodías, que explotaba el rating y se rompían las líneas telefónicas, Carmen Yazalde, una modelo impresionante, hacía la moda en el programa de Susana. Y un día la llamé a Carmen, de atrevido, porque nunca había probado mis vestidos en modelos reales. Todavía no empezaba a hacer desfiles. Vino Carmen y me dijo: “Esta ropa la tiene que ver Susana Giménez”. Yo no tenía el atelier que tengo hoy, tenía un atelier mínimo. Y fue así, un día me suena el teléfono y me dicen: “Va a ir Susana Giménez, que quiere conocer tu ropa”. Y eso me quedó grabado a fuego porque obviamente es muy importante. Ella vino un jueves y el lunes ya estaba luciendo mi ropa en el programa de ella, que eso fue un espaldarazo impresionante. Susana diciendo “Claudio Cosano” a toda voz.

El diseñador argentino Claudio Cosano viste a Mirtha Legrand y Susana Gimenez. 

¿Qué sintió cuando te avisaron que iba Susana a tu atelier?

Yo no me la creía. Pensé que era una broma. Y cuando tocaron el timbre y miré por el pestillo de la puerta, que era una rubia despampanante, casi me descompenso. Nervios, emoción. No me voy a olvidar más porque yo tenía cinco o seis prendas, no tenía 100 como tengo hoy. Entonces era muy poco lo que tenía para ofrecerle, pero todo lo que le ofrecí, esos cinco trajes, le gustaron y se vistió una semana seguida. Y a partir de ahí le empecé a hacer ropa a medida para ella y me acuerdo de que eso me dio seguridad, me subió el autoestima para seguir estando en el mundo de la moda.

¿Hay alguien que le haya quedado pendiente y le gustaría vestir?

De afuera sí. Obviamente, hay un montón de mujeres que me gustaría, pero me siento conforme. Yo estoy feliz hasta donde llegué. Siempre voy por más, obviamente, pero fueron tantos años de tanto esfuerzo que hoy estoy dedicado un poquitito más a disfrutar de lo mío.

Cierre del desfile de Claudio Cosano con Susana Giménez en 2023. 

¿Y alguna artista argentina? ¿Lali, Emilia, Tini...?

milia es divina, me la choqué en un ascensor en Nueva York y me quedé impactado con la belleza. Y le dije: “El día que quieras, contá con Cosano”, pero son de la camada nueva de chicas, buscan diseñadores por ahí más jóvenes, más transgresores. Yo ya estoy convertido en un clásico. Obviamente me gustaría, pero sé que es para otro tipo de diseñador. Yo sé los límites que puedo tener. Y un diseñador no puede diseñar para todo el mundo. Si vos ves los grandes referentes de la moda... Armani no vestía a todo el mundo; Donatella Versace, que es mi admiración máxima, lo mismo. Y creo que ahí está lo fuerte del estilo. Si vos pretendés abarcar a todo rubro, algo raro hay.

¿Y a qué otros diseñadores admira?

Respeto a todo diseñador argentino o extranjero que haya logrado sobrevivir en el mundo de la moda, que es un mundo muy difícil, sobre todo en Argentina, donde pasamos de una crisis a otra. Siempre y cuando tenga un estilo definido. Te respeto y admiro, aunque no me guste tu estilo, aunque yo no lo comparta, pero lo respeto. Me encantan los diseñadores que han logrado trascender las épocas, las modas y tienen un estilo definido.

¿Qué le gustaría que pasara con la industria de la moda en Argentina a futuro?

Me encantaría de una vez por todas que despegue, porque acá hay mucho talento. Los diseñadores jóvenes vienen con una fuerza que te arrastran. Hay muchas ganas de hacer y de crecer. Pero necesitamos que la industria despegue, que se tome en serio, la moda genera muchos puestos de trabajo, puede generar mucha divisas si logramos exportar y competir con países desarrollados. Talento hay acá, lo que nos falta son los instrumentos, porque comprar géneros es carísimo, importarlos es carísimo, la mano de obra acá es muy cara. No podemos competir con países como Colombia, México, Brasil. Me gustaría que algún día los gobiernos interpreten que la moda no es frívola ni vestirse lindo, sino que es una empresa que puede generar un montón de guita para el país. /Clarín