Sábado 22 de Noviembre de 2025, 17:04

Donald Trump, en un momento complejo para su presidencia.
Con el masivo apoyo de los republicanos, el Congreso de los Estados Unidos aprobó el martes la apertura de los famosos archivos del financista abusador sexual Jeffrey Epstein, que se sospecha que podrían contener pruebas que incriminen al presidente Donald Trump y otros ricos y poderosos.
La votación, más allá de tener un fuerte impacto en las posibles derivaciones judiciales, fue apenas una de las varias señales de alarma que se encendieron en la Casa Blanca en las últimas semanas: el partido oficialista, que fue siempre monolítico detrás de Trump, comenzó a mostrar sus primeras grietas, al tiempo que el presidente cae en las encuestas y enfrenta cuestionamientos por su manejo de la economía.
La apertura de los controvertidos archivos, que los republicanos apoyaron abrumadoramente en la votación, mostró un giro sorprendente después de que los legisladores oficialistas hubieran trabajado durante meses para evitarlo. La novedad fue un golpe para el presidente, que se opuso hasta último momento a la difusión de esos documentos hasta que no tuvo más remedio que aceptarlo porque se le avecinaba una derrota legislativa.
“Inicialmente, los republicanos en el Congreso no apoyaban la publicación de los archivos de Epstein, sin duda debido a la oposición de Trump”, dijo a Clarín Elizabeth Suhay, profesora de Gobierno de American University. “Sin embargo, una vez que el proyecto de ley se sometió a votación, los legisladores republicanos se sintieron presionados por sus electores para votar a favor de la publicación de los archivos”, señaló.
Para Julian Zelizer, profesor de Historia y Asuntos Públicos de la Universidad de Princeton, “los republicanos votaron contra Trump porque el de los archivos era un tema en el que suficientes oficialistas del Congreso estaban firmemente en contra del presidente y consideraron que era mejor oponerse a él que a sus votantes y convicciones”, según dijo a Clarín.
Y agregó: “Trump fue quien puso en marcha una campaña centrada en
este tema y no la pudo controlar. El presidente solo se mostró a favor
cuando se dio cuenta de que iba a perder. Sospecho que los resultados de
las elecciones de hace unas semanas demostraron que Trump está más
’pato rengo’ de lo que cree”, en referencia a la expresión que suele
adjudicársele a los presidentes que pierden poder al estar cerca de
finalizar su mandato, aunque a Trump aún le quedan 3 años en la Casa
Blanca.
Una protesta contra Donald Trump, este sábado en Washington. El experto aludió también al impacto de los comicios el 4 de noviembre para alcalde en Nueva York, donde ganó el socialista demócrata Zohran Mamdani al candidato apoyado por el presidente, y a los de gobernadores en New Jersey y Virginia, donde triunfaron ampliamente dos mujeres demócratas, todos con campaña contra las políticas económicas de Trump, sobre todo el alza de precios de alimentos y servicios básicos.
Tensión interna
Para Zelizer la votación en el caso Epstein muestra “claros indicios de tensión interna dentro del partido y esto es significativo. Es una demostración de fuerza por parte de los republicanos, incluso bajo un ataque implacable, y se convierte realmente en el primer modelo de cómo los republicanos pueden oponerse a él de nuevo. Estas son el tipo de divisiones que los demócratas pueden explotar y que incluso pueden mermar el entusiasmo republicano de cara a las elecciones de mitad de término”, el año que viene.
En los primeros 10 meses de gobierno de Trump, los legisladores republicanos habían aceptado incondicionalmente el liderazgo del presidente, aún cuando muchas de sus políticas eran contrarias a los principios tradicionales del partido e incluso eran miradas con recelo por los votantes del mundo MAGA.
Refrendaron sin chistar los recortes sociales, aunque muchos de ellos afectaban a sus estados, y también la política arancelaria que provocó una enorme incertidumbre en diversos sectores, especialmente la agroindustria y llevó al alza de precios en productos básicos. Pero el alineamiento incondicional se quebró con la votación sobre los archivos de Epstein.
Donald Trump aceptó la apertura de los archivos del caso Epstein. Trump llegó a llamar “traidora” a Marjorie Taylor Greene, una de las legisladoras ultra MAGA que impulsó el caso el Congreso y le quitó el apoyo para su reelección. Ella terminó renunciando a su banca el viernes. Impensado divorcio con una aliada de la primera hora.
“Durante el primer mandato de Trump, vimos divisiones entre los republicanos más tradicionales y Trump; sin embargo, esta es la primera división seria entre los republicanos durante el segundo mandato”, agrega
Suhay, autora del libro
"Debatiendo el sueño americano: cómo las explicaciones de la desigualdad polarizan la política".El caso Jeffrey Epstein
¿Por qué el caso Epstein marcó un quiebre? “Por décadas, los votantes republicanos han creído que muchas personas en el gobierno y asociadas con el gobierno son corruptas. Los republicanos se obsesionaron con Epstein por lo escandaloso de sus delitos y sus estrechas conexiones con muchos políticos. Por supuesto, los votantes republicanos no entendían que Trump fuera tan cercano a Epstein como lo era. Pero es demasiado tarde para volver a poner al genio en la botella”, señala.
Y explica: “Hay dos razones para el comienzo de la disidencia dentro del Partido. Los candidatos demócratas superaron con creces las expectativas en varias contiendas menores en todo el país en 2025, un resultado abrumador que se atribuye en gran medida al mal liderazgo de Trump. Además, en su segundo y último mandato, Trump es un "pato rengo’ como presidente. Su popularidad en declive y su inevitable salida de la escena política le dificultan ejercer influencia sobre los miembros republicanos del Congreso”.
La legisladora republicana Marjorie Taylor Greene renunció tras un fuerte encontronazo con Donald Trump. El contexto es fundamental para entender el cambio. Trump llega a esta altura del mandato con los peores índices de popularidad de su presidencia. Su aprobación cayó al 38%, el más bajo desde su regreso al cargo, según una encuesta de Reuters/Ipsos de esta semana.
Solo el 26% de los estadounidenses dice que Trump está haciendo un buen trabajo en la gestión de la inflación, que es hoy la mayor preocupación de los votantes. En el interior rural hasta fustigaron la ayuda a la Argentina. ¿Por qué enviar dinero a un país remoto cuando los “farmers” están sufriendo?, se cuestionaban.
El presidente ya dio algunos indicios de que este panorama lo afecta, sobre todo porque el año que viene se vota la renovación del Parlamento. Se muestra agresivo con periodistas que le hacen preguntas incómodas y a una hasta la calificó de “cerdita”. Incluso, algo completamente inusual en él, reconoció que su popularidad había disminuido en los sondeos.
"Así que mis números en las encuestas acaban de bajar, pero con la gente inteligente han subido mucho", dijo. Y culpó a los demócratas de la inflación, añadiendo que,
"ahora tenemos una inflación hermosa y normal, que va a bajar un poco más en los próximos meses."Tuvo además que retroceder en su política arancelaria, que llevó al alza de alimentos y a causar desabastecimiento e incertidumbre en varios sectores. Firmó acuerdos comerciales con Argentina, Ecuador, Guatemala y El Salvador. Pero sobre todo se acercó a China (liberando el mercado de soja) y también a Brasil, a quien acaba de levantar aranceles de carne, café, frutas y madera, todos productos clave en el consumo de Estados Unidos.
En este marco sensible, no se sabe cómo avanzará y cuánto daño podrá hacerle la apertura de los archivos de Epstein, que se estima que será en un mes.
“Si hubiera habido algo contra el presidente lo hubiéramos sabido durante el gobierno de Biden”, señaló Jaime Florez, Director de Comunicaciones Hispanas del Comité Nacional Republicano en una entrevista con Clarín. Y admitió además que, si bien los resultados macroeconómicos son “positivos”, “a la gente no le interesa que el crecimiento esté en 3,8% si está pagando el arroz, los frijoles o la carne más caros de lo que pagaba antes”. Culpa a la herencia del gobierno de Joe Biden, pero admite que “naturalmente, hay que hacer ajustes”.Todavía falta un año para las elecciones legislativas y el presidente busca corregir el rumbo para intentar mantener el control del Congreso. Si bien Trump es un hombre que ha sobrevivido a mil batallas, ahora percibe señales adversas, un escozor que no le gusta. /
Clarín
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