Viernes 28 de Noviembre de 2025, 12:26
El PRO se despegó este viernes de su diputada antivacunas Marilú Quiroz tras el escándalo en el Congreso, donde en una insólita exposición un hombre en cuero pretendió ser prueba de consecuencias magnéticas.
"En el PRO creemos en la ciencia, en la prevención y en las políticas públicas basadas en evidencia. Por eso, reafirmamos nuestro compromiso histórico con las campañas de vacunación y con la salud pública como un pilar indispensable para el bienestar de todos los argentinos", afirmó el partido de Mauricio Macri en un comunicado publicado en redes sociales.
La respuesta del partido amarillo llegó horas después de una insólita exposición antivacunas en el Parlamento, con la iniciativa de Quiroz. En medio de la disertación de los oradores, apareció un hombre en cuero mostrando supuestas secuelas de las vacunas del Covid 19. Este hombre se prestó a subir al escenario para afirmar que tras ser inoculado, elementos magnéticos se le pegan en el cuerpo.
“Esto no es grasa en la piel, señoras y señores. A él no le sucedía esto. Y de esto no se habla. Me gustaría saber qué tienen para decir los médicos”, dijo la licenciada en biotecnología Lorena Diblasi, una de las oradoras ante la atónita mirada del público.
El "modelo" fue presentado como José Daniel Fabián y mostró con el torso desnudo que los objetos metálicos se le pegaban al cuerpo, aunque su pose tenía cierta inclinación hacia atrás. Fue así que Diblasi remarcó que se trataba de una "magnetización", producto de los efectos de la vacuna elaborada por AstraZeneca contra el Coronavirus.
La diputada Quiroz había organizado un Congreso antivacunas en Chaco, donde defendió su postura que no tuvieron demasiado sustento.
La jornada en el Congreso contó con la participación, entre otros, de dos reconocidos médicos antivacunas: el oftalmólogo Oscar Botta, miembro de Médicos por la Verdad, disertando sobre “Vacunas de calendario y autismo”, y Viviana Lens, quien habló sobre “Víctimas ignoradas por el Estado: sangre de vacunados al microscopio”.
El encuentro se desarrolló en el Anexo de Diputados y fue autorizado por el presidente de la Cámara, Martín Menem, a pesar del pedido de varios legisladores que lo denunciaron como un evento de desinformación sanitaria.