
Algunos duermen con el enemigo, otros se los hacen a medida que pasan los años. Mensajes llenos de ira y creatividad.
Desde una queja con insultos al locutor Bebe Sanzo hasta el pedido de un centro universitario por el uso del baño. Las quejas por los olores o ruidos en la intimidad nunca faltan.
Mientras no se metan en nuestro terreno, el vecino es un simple desconocido. Pero el conflicto surge cuando las personas esperan que los otros se manejen como uno quiere.