Syarifuddin, de 41 años, había desaparecido tras ser atacado por el inmenso reptil en un lago de Indonesia.
Syarifuddin y sus amigos nunca lo creyeron, así que allí estaban el martes a la tarde, inmersos sin ropa en esas aguas. Nunca imaginaron que la profecía podía volverse realidad.
El gigantesco cocodrilo atrapó con su boca al hombre de 41 años y se lo llevó. Sus acompañantes empezaron a buscarlo, pero no tuvieron éxito. Tampoco la Policía local.