Los peritos no pueden acceder al celular del ex empleado del Siprosa detenido cuando traía 119 kilos de droga

Viernes 09 de Abril de 2021, 04:32

EL COMIENZO. Así detuvieron a Jesús Busto y Mónica Mabel Costilla, cuando volvían de Santiago del Estero con 119 kilos de marihuana en el auto.



Jesús Busto, el ex empleado del Siprosa que fue detenido en el límite con Santiago del Estero por la Policía de esa provincia cuando transportaba 119 kilos de marihuana, usaba un celular Samsung A207, común, nada sofisticado, que extrañamente no pudo ser accesado para peritar su contenido.

Los peritos a cargo de la tarea aseguraron que el software que usan para hacerlo, que funcionó a la perfección con el celular de Mónica Mabel Costilla, la joven que lo acompañaba, falló cuando se intentó acceder al móvil del sospechoso, pericia clave ya que se cree que es él quien tenía los contactos con los dueños de la droga secuestrada.

Un técnico de una casa dedicada a la reparación de celulares describió el desbloqueo de un aparato de ese tipo como una tarea rutinaria, que suelen hacer muy seguido y que no les toma mucho tiempo. Sin embargo en este caso se demoraron semanas para finalmente desistir de la pericia.

Lo que suele hacerse en el ámbito judicial cuando sucede algo como esto es cursar oficios a otras fuerzas federales para pedirles que se encarguen del trabajo, pero eso en el caso del celular de Busto aún no se hizo.

Consultado por esta situación, el abogado del detenido, Javier Lobo Aragón, se mostró sorprendido y aseguró que su cliente está dispuesto a revelar la clave del celular, como una muestra de que no tiene nada que ocultar. El letrado aseguró que lo hará en las próximas horas.

En tanto que la madre de Busto, Celia Sánchez, volvió a hablar del caso para denunciar que a su hijo lo presionaron para que se haga cargo de la droga que transportaba cuando lo detuvieron en el límite entre Tucumán y Santiago del Estero.

La mujer aseguró que la fiscal federal a cargo de la causa no le permite declarar porque él se negó a firmar un documento en el que decía ser propietario de la droga, algo que según ella le corresponde a la mujer que lo acompañaba, a quien acusó de ser la responsable del traslado.