Martes 29 de Noviembre de 2022, 07:19
La muerte del músico tucumano José Tano Mariani parecía esclarecida en las primeras horas, cuando la Policía estableció que había sido baleado tras ayudar a Sergio García Navarro a perseguir a los ladrones que le habían robado a este último una cadena de oro y un celular.
Ambos habían estado compartiendo una reunión en la zona sur de la ciudad, donde vieron el partido de Argentina ante México y luego prolongaron el tercer tiempo hasta bien entrada la noche, cuando se desencadenó el suceso que le puso fin a la vida del artista.
El fiscal Carlos Sale, a cargo de la investigación, señaló que están en plena tarea para dar con los asesinos del cuartetero y solicitó la colaboración de quienes puedan aportar datos, llamando al 484-2900. Hasta el momento cuentan con las imágenes de algunas cámaras de seguridad y de testimonios de eventuales testigos.
“A la madrugada destapé a mi hijo para verlo y encontré en sus uñas muchos machucones como si le hubieran pisado los dedos. En la mano derecha tiene un moretón grande como si hubiese estado forcejeando, tiene la boca lastimada, uno de los ojos morado y, en el otro, la ceja morada. Se estuvo defendiendo de algo”, relató Ramón Mariani, padre del joven asesinado.
Según la versión de la familia, el “Tano” había ido a casa de una amiga, Luciana, junto a su novia, a ver el partido y luego se quedaron a cenar. A la noche llegó un hombre que dijo ser amigo de Luciana y cuando fue a comparar bebidas volvió asegurando que lo habían asaltado, le habían robado un collar de oro y un celular.
Cuando Tano insistió el llamar a la policía, el joven fue evasivo y le pidió que no lo haga porque había algo en el celular que no podían ver.
“No sabemos el nombre de ese muchacho; solo lo sabe la dueña de casa, Luciana. Cuando se estaba yendo mi hijo, cerca de la una este muchacho empezó a gritar que quienes lo habían robado estaban en la esquina. Le pidió ayuda y mi hijo se subió al auto de este muchacho y fueron a perseguirlos. Mi hijo en ese momento dejó su moto y a Celeste – su pareja-. A las dos horas no volvían todavía y comenzó todo esto que es muy confuso el episodio”, relató su papá.
A las 12 del domingo, Ramón se acercó a la casa de Luciana, quien tenía en su mesa el teléfono de su hijo, su tarjeta de crédito y algunos documentos. “Hay una versión que dice que mi hijo llamó al 911 pero no fue con su teléfono porque ese se había quedado en la casa de Luciana. No sabemos cuándo ni con qué teléfono llamó al 911”.
Los vecinos están asustados y aseguraron haber escuchado tres disparos. Lo cierto es que la zona ya no es segura. Días atrás habían asaltado a una familia con menores de edad en una “entradera”, con el objetivo de robarle.