Sábado 18 de Marzo de 2023, 08:38
Los hinchas de Napoli, el equipo en el que deslumbró Diego Maradona, celebran los pases mágicos y los rendimientos brillantes del georgiano Khvicha Kvaratskhelia, uno de los principales argumentos que sostienen el sueño de terminar con una sequía de 33 años sin conseguir un Scudetto.Once tantos y nueve asistencias (más que ningún otro futbolista) en la Serie A, en la que su equipo desfila hacia el título, sumados a los dos gritos y cuatro pases-gol en la Champions League, en la que los napolitanos accedieron por primera vez en su historia a los cuartos de final, respaldan al delantero de 22 años. Pero no solo eso: además de sus corridas y sus gambetas endiabladas, Kvaratskhelia aporta compromiso colectivo en un equipo que hizo del todo mucho más que la suma de las partes. Eso fue lo primero que le pidió el técnico Luciano Spalletti cuando se inclinó por él.
La apuesta de Spalletti y del presidente del club, Aurelio De Laurentiis, fue de alto riesgo: para reemplazar a un prócer como Lorenzo Insigne (partió al Toronto FC de la Major League Soccer) eligieron a un jugador que si bien había sido señalado por la UEFA como uno de los 50 mejores futbolistas jóvenes en 2019, nunca había probado su valía en una liga de fuste: solo se había desempeñado en su país y en Rusia, según publica Clarín.
Pese a su amor por el básquetbol, Kvaratskhelia eligió seguir los pasos de Badri, su padre, quien fue futbolista profesional y llegó a representar al seleccionado de la vecina Azerbaiyán. “Le debo mucho, empezando por la gran libertad que me dejó en mis decisiones. Aunque él era futbolista, me dejó elegir mi propio camino”, agradeció a su progenitor el joven Khvicha, quien dio sus primeros pasos en el Dinamo Tbilisi, con el que debutó el Primera a los 16 años antes de pasar al Lokomotiv de Moscú en 2018. Tras una temporada, fue adquirido por el Rubin Kazan.
Allí estaba cuando las tropas del Ejército ruso iniciaron las operaciones militares en territorio ucraniano el 24 de febrero del año pasado. Un mes después, Kvaratskhelia rescindió su contrato y volvió a su país. En esos días, el DT del seleccionado georgiano, el francés Willy Sagnol (exjugador de Bayern Múnich, Mónaco y Saint-Etienne), se contactó con colegas y dirigentes de clubes europeos para ofrecerlo. Todos lo rechazaron, por lo que el delantero terminó firmando con el Dinamo Batumi. De allí se lo llevó Napoli en julio, a cambio de una suma minúscula para las cifras que se manejan en el mercado del Viejo Continente: 10 millones de euros.
La decisión de mudarse a Italia le resultó sencillísima. “Todo el mundo en Georgia quería y quiere a Maradona, así que pensar en mi hijo vistiendo la camiseta del equipo de Diego, en esa ciudad y en el estadio que lleva su nombre, era un sueño hecho realidad. Para nosotros fue un orgullo ver la camiseta de Maradona junto a la de mi hijo en las calles de Nápoles”, contó su padre en una entrevista publicada en el diario napolitano Il Mattino en noviembre de 2022.
El joven aterrizó en la capital de la región de Campania el 6 de julio y muy rápido sedujo a los hinchas, que le regalaron un apodo tan halagüeño como pesado: Kvaradona, en obvia alusión al mejor futbolista de todos los tiempos. “Al principio, todo parecía un sueño. Pero en algún momento tuve que recordarme a mí mismo que no era un sueño, sino la realidad, y que tenía que encontrar la fuerza dentro de mí para vivirla”, reveló esta semana en el New York Times.
Como lo había hecho Diego el 16 de septiembre de 1984, el georgiano debutó en el estadio Marcantonio Bentegodi en un duelo ante Hellas Verona. Ese 15 de agosto su equipo ganó 5 a 2 y él marcó un tanto y asistió al polaco Piotr Zielinski en otro. Fue la actuación que selló el romance entre el público napolitano y el jugador que cuando era niño admiraba al español Guti (esta semana, el exmediocampista de Real Madrid le hizo llegar una camiseta suya firmada) y que hoy menciona como su faro a Cristiano Ronaldo. “Me inspiro en él porque ha llegado al mismo nivel que (Lionel) Messi gracias al trabajo duro y al sacrificio. Me gustaría tener la misma carrera que él”, explicó en julio.
Su explosión en esta temporada hizo que muchísimos seguidores del fútbol de distintos rincones del planeta repararan en él (su cuenta de Instagram tiene 2,5 millones de seguidores, más que la de cualquier otro jugador de Napoli) y lo convirtió en una celebridad en Georgia, a cuyo seleccionado mayor ya representó 19 veces desde su debut en julio de 2019 en un partido ante Gibraltar, después de haber recorrido todo el camino de las juveniles.