Dudas y certezas en torno a la muerte del ex rugbier salteño tras una fiesta electrónica en Tucumán

Miércoles 24 de Enero de 2024, 06:24

ANDRES RODRIGUEZ BONAZZI. El presidente del club donde jugara el deportista descree que haya consumido éxtasis de forma voluntaria.



Orlando Domínguez, presidente del club Universitario de Salta, donde hasta el año pasado jugaba al rugby Andrés Rodríguez Bonazzi, de 36 años, quien falleció el martes de un paro respiratorio en un hospital tras ser diagnosticado con una intoxicación, reveló que "aparentemente estaba muy bien de salud. Era un chico sano, comía bien, era profesor de Educación Física y deportista. Estamos conmocionados, nadie se esperaba algo parecido”.

En el nosocomio el diagnóstico fue preservado y entregado exclusivamente a la Justicia, pero lo concreto es que el fiscal Ignacio López Bustos investiga la posibilidad de que Rodríguez Bonazzi haya muerto por el consumo de éxtasis durante una fiesta electrónica.

Si esta teoría se confirma, se trataría del segundo deceso causado por la ingesta de esta droga sintética en apenas una semana. El 13 de enero, en Mar del Plata, la nutricionista Florencia Yturrioz (26 años) fue internada tras asistir a un festival de electrónica en la zona del faro. La joven volvió a su departamento y se descompuso, sus amigas la llevaron al hospital donde falleció el domingo 15. El informe toxicológico y la autopsia confirmaron una sobredosis de éxtasis. 

Por otro lado, este fin de semana se registraron cuatro casos de personas intoxicadas -aunque fuera de peligro- por haber consumido esa droga en fiestas del mismo estilo musical.

En principio, el caso de Rodríguez Bonazzi no se trataría de una sobredosis.
López Bustos ordenó realizar una autopsia que determinó que la causa de muerte fue una infección pulmonar. Sin embargo, el investigador ordenó además que se realizara un estudio más profundo para confirmar la presencia de esa sustancia y sí la infección que causó la muerte podría haber derivado del consumo.

“Lo que teníamos entendido es que Andrés fue a una fiesta electrónica en Tucumán y que luego, cuando dormía, sufrió una pancreatitis aguda. Eso es lo que se decía aquí y que a raíz de eso tuvo complicaciones y sufrió un paro respiratorio”, explicó Domínguez, asombrado al enterarse de que la Justicia investiga si la muerte provino del consumo de una sustancia prohibida. 

“Veo muy difícil la posibilidad de que voluntariamente él haya ingerido algo extraño. Reitero que era un tipo muy sano, no se lo veía ni tomar alcohol, hasta se cuidaba de lo que comía porque incluso hacía físicoculturismo”, agregó el dirigente, que recordó con gran cariño al ex rugbier.

La fiesta a la que asistió Rodríguez Bonazzi se realizó en el club Central Córdoba. Su presidente, Rubén Urueña (h), se solidarizó con la familia del deportista salteño y aclaró que el club fue alquilado para un evento tercerizado. 
“Es terrible la muerte de este chico, leí las hipótesis que se manejan, pero en realidad no tengo conocimiento de qué pudo pasar. Sí tengo que aclarar algo: no hay forma de que el club venda algo así (por el éxtasis), más allá de que haya sido un evento tercerizado, no permitiríamos la venta de algo ilegal”, indicó Urueña.

El directivo destacó que en cualquier evento siempre hay controles y se contrata seguridad. “Es algo muy triste lo que ocurrió, creo que ahora corresponde esperar que la investigación ayude a esclarecer lo que causó esta muerte tan repentina para una familia”, agregó.

En el Centro de Salud indicaron que, ante la sensibilidad del caso, la directora Karina Loto determinó que no se informara detalles sobre el diagnóstico por una cuestión de secreto profesional. “Toda la información fue aportada a la Justicia que la solicitó para abrir una investigación”, aseguró una fuente del hospital.

Esta persona negó tener conocimiento acerca de los exámenes médicos que se practicaron en los últimos días, aunque admitió que, en caso de confirmarse que la muerte tuvo que ver con el consumo de éxtasis, se trataría de un episodio pocas veces visto. “Sí es habitual recibir a gente intoxicada por la ingesta de alcohol tras una fiesta, pero por éxtasis particularmente no vi nunca”, aclaró.