Martes 05 de Agosto de 2025, 07:04
Más allá de que en los últimos días se anticiparon nuevos aumentos en los precios de algunas categorías de alimentos por la suba del dólar, lo cierto es que en el sector advierten que no existe ninguna chance de retoques en los precios.
La razón de esta determinación se basa en que el sector arrastra fuertes caídas en las ventas desde hace por lo menos un año y que el bimestre junio-julio fue el peor desde el mismo período del 2024, con derrumbes que en algunos casos superan el 50%.
De hecho, un informe de la consultora Scentia estima un retroceso del consumo masivo de casi el 1% solamente en julio pasado, pero con fuertes retrocesos en bebidas alcohólicas (-15,1%) y no alcohólicas (-8,6%), así como la de higiene y cosmética (-4,7%), que lideraron las variaciones negativas.
Supermercados como Coto y Carrefour advierten por caída en las ventas
De igual modo, el reporte entiende que los supermercados de cadena y los mayoristas experimentaron una caída del 6,4% debido a que los clientes optan por alternativas como los autoservicios independientes o el comercio electrónico.
Los datos indican que el consumo masivo viene experimentando una baja constante a lo largo del año, sin mostrar signos de recuperación significativos, con una fuerte baja en marzo y una más acotada en junio, pero siempre con una misma tendencia en terreno negativo.
Empresas alimenticias, con márgenes en picada
"No hay demanda, por lo tanto, no hay chances de acomodar los valores de nuestros productos actualmente", sostuvo el CEO de una de las principales productoras de harina y otros alimentos básicos de la Argentina ante a consulta de iProfesional y a modo de análisis sobre la crítica situación por la que atraviesa no solo su empresa sino la industria alimenticia en general.
El ejecutivo advierte sobre una fuerte caída de los márgenes de ganancias por la retracción del consumo, a la que califica como "preocupante", pero a la vez se muestra resignado y admite la imposibilidad "de poder subir los precios".
De hecho, se muestra "desorientado", al considerar que la situación es similar a la de hace dos años, cuando el gobierno estaba en manos del kirchnerismo y la inflación y el valor del dólar se disparaban a diario haciendo que las ventas se desplomen y obligando a las empresas a remarcaciones casi semanales.
Compara este escenario con el actual, con una inflación controlada en porcentajes muy bajos y un dólar que oscila en una banda conservadora de entre $1.300 a $1.350, marcando cierta estabilidad en la economía que, según su visión, tampoco permite un efecto derrame de este supuesto bienestar macro a los bolsillos de los consumidores y, por ende, a las cuentas de las compañías del sector.
"Uno te fundía por suba de costos y emisión y otro te funde por caída de la demanda", agrega el empresario, visiblemente molesto tanto con las políticas que adoptó el gobierno del expresidente Alberto Fernández y las que toma la actual gestión que encabeza Javier Milei.
El escenario es compartido por varios de sus pares, quienes también admiten situaciones similares y rechazan la posibilidad de enviar nuevas listas de precios a las cadenas de supermercados y otros sectores del retail durante las próximas semanas.
"Si las hay, son muy acotadas y con márgenes de aumentos ínfimos porque no existe ninguna posibilidad de recuperar ingresos con nuevos incrementos, teniendo en cuenta que no se vende nada y que el consumo no repunta", agrega otro importante empresario del sector.
Evitar un nuevo conflicto, el objetivo de empresarios
Sus palabras reflejan el dato de que algunas empresas presentaron a las cadenas de súper y a los almacenes y mayoristas nuevas listas, aunque en muy pocas categorías y con retoques que no superan el 3%, aunque lo tratan de cerrar "por debajo del radar" del Gobierno para evitar que se repita un conflicto como el que se disparó con el ministro de Economía, Luis Caputo, en marzo pasado luego del anuncio oficial de la salida del cepo y del establecimiento de una banda de flotación para el dólar.
En ese momento, el jefe del Palacio de Hacienda apuntó contra un grupo de importantes compañías a las que acusó de haber especulado con un supuesto incremento de la moneda norteamericana para retocar sus listas y enviar a los supermercados incrementos mayores al 15%, en algunos casos.
En este sentido, un referente del sector admitió que hay empresas que enviarán productos con nuevos valores a pesar de que, públicamente, lo desmienten "para evitar una nueva confrontación con el Gobierno".
Qué empresas decidieron modificar sus precios
Según este ejecutivo, los retoques se basan en la "fuerte suba del dólar" blue y el oficial de los últimos días, que lo llevó a posicionarse en torno a los $1.375 el último viernes, justo cuando arrancó el mes de agosto, valor que parece mantener durante esta jornada del lunes 4 del mismo mes.
Entre las empresas que sí optaron por remarcar algunos de sus productos se encuentran Arcor, Mondelez, Unilever, Mastellone, Danone, Softys, SC Johnson, y varias aceiteras, que ya notificaron a sus principales distribuidores los nuevos valores.
En el caso de la empresa propiedad de la familia Pagani, avisó sobre retoques del 3% al 5%, mientras que Mondelez, productora de galletitas, chocolates y snacks, aplicará subas entre el 7% y 9%, en tanto que Unilever informó aumentos del 8% en su línea de productos de limpieza, cuidado personal y alimentos.
Sin embargo, la mayor parte de las empresas siguen frenando el envío de esas listas al tener en cuenta que las ventas no paran de derrumbarse, en especial para las grandes empresas que aseguran que junio y julio pasados "fueron los peores meses del año".
En ese sentido, otro ejecutivo consultado por este medio también se mostró reacio a nuevos reacomodamientos de precios. "No hay espacio para aumentar", advirtió, sobre la posibilidad de que el movimiento del dólar pueda concluir en una suba generalizada de precios.
Bebidas alcohólicas, con fuerte derrumbe
De hecho, estimó que tanto su empresa como muchos de sus competidores van a esperar la evolución de la moneda norteamericana durante esta semana antes de negociar nuevos precios con las cadenas de supermercados o con otros comercializadores de alimentos.
Muchas categorías sufrieron caídas de entre 6 a 8 puntos, mientras que las bebidas alcohólicas sufren bajas de hasta 20 puntos en lo que va del año, que se acumulan a la crítica situación que arrastran del año pasado, cuando también soportaron fuertes derrumbes en los volúmenes de venta, como el caso de la industria del vino que ya acumula 12 meses de retracción, o del mercado de la cerveza, con 18 meses de problemas.
"En el sector bodeguero tampoco tenemos margen para aplicar nuevos precios cuando hace ya un año que no paramos de caer y tenemos una situación que ya se considera como grave", advierten desde una de las productoras de vinos más grande de la Argentina.
El mismo escenario evidencian las cerveceras, que ya el año pasado sufrieron un derrumbe del 20% en sus ventas del sector, mientras que en el 2023 fue del 8% en volumen.
"Si ves el raconto desde el año pasado y este entre la inflación y los aumentos de precios, el sector está como mínimo un 10% por debajo en el acumulado de los dos años", admiten en la industria cervecera, donde además aseguran que deben competir con empresas de dudosa procedencia y calidad que venden la mitad en negro y a mucho menor precio.
Anabólicos que no alcanzan
El escenario de caída y de congelamiento obligado de precios también se evidencia en las góndolas de los supermercados, donde los productos mantienen sus valores ya que los responsables de los grandes grupos aseguran no haber recibido, hasta ahora, nuevas listas.
"No enviaron nada y lo que siempre hacen las empresas es avisar que van a mandar nuevas listas con determinados aumentos, que luego se reducen tanto en porcentaje como en categorías porque saben que no existe ninguna posibilidad de que los clientes avalen retoques importantes con este nivel de caída de consumo", explican desde uno de los principales jugadores de este sector.
De hecho, recuerdan la vigencia de los acuerdos que mantienen con las fabricantes y con bancos y emisoras de tarjetas de crédito para ofrecer lo que llaman "anabólicos" para impulsar el crecimiento de las ventas a partir de promociones, ofertas y descuentos que ya se han transformado en algo cotidiano que maneja la agenda de compra de los consumidores.
"Ni siquiera con los 4x2 o las fuertes rebajas o las ventas en hasta tres cuotas sin interés logramos que nuestros clientes se animen a comprar más", revelan desde otra de las grandes cadenas de supermercados de la Argentina.
Es más, el propio presidente Milei le metió presión al actual escenario el pasado 1 de agosto cuando, desde su cuenta en X (ex Twitter), posteó un mensaje de un seguidor que aseguró que "las cámaras de supermercados y grandes superficies ya están rechazando los aumentos de las listas de precios de los proveedores que están llegando en estos días. No convalidarán aumentos en góndolas. Oficial de la Cámara. Dato". /iProfesional