Sábado 23 de Agosto de 2025, 00:11
Julieta Silva, la mujer que en 2017 fue condenada por atropellar y matar a su novio, Genaro Fortunato, volvió a quedar en el centro de la escena tras ser denunciada por violencia por su actual marido, Lucas Giménez. Con una tobillera electrónica y desde su prisión domiciliaria, en Mendoza, Silva decidió romper el silencio para dar su versión.En la entrevista con Telenoche, Silva aseguró que durante los casi cuatro años de pareja, vivió “permanentemente amenazada y chantajeada” por su Giménez, quien -según su palabra- habría utilizado su pasado judicial, y hasta videos íntimos, para extorsionarla.
“No podía salir de la relación porque él tenía grabaciones mías desnuda, llorando, discutiendo. Me decía que iba a mostrárselas a mis hijos”, afirmó.
Silva dijo que, en un principio, Giménez se presentó como un refugio en medio del dolor que atravesaba tras la muerte de Fortunato. Sin embargo, con el tiempo la relación se transformó en un vínculo “controlador, tóxico y humillante”.
“Me grababa a escondidas en la ducha o cuando me bañaba. En una ocasión me arrodillé para pedirle que borrara esos videos”, detalló.
Según su testimonio, el hostigamiento incluyó episodios de maltrato en público. Señaló, por caso, un festejo de cumpleaños de Giménez: “Yo estaba limpiando y él me tiraba las copas en el piso para que volviera a limpiar, me tiraba hielo en la cabeza y me insultaba delante de sus amigos”.
Julieta también afirmó que Lucas la amenazaba con quitarle a la hija que tienen en común, además de presionarla con cuestiones económicas. Además, aseguró que la denuncia que hoy la mantiene detenida fue parte de ese entramado de manipulación: “Él sabía que con mi antecedente penal yo tenía más para perder”.
En el reportaje, Silva volvió sobre el caso que la condenó: la muerte de su expareja, Genaro Fortunato. “Yo no soy la misma desde esa noche. Me bajé del auto y no entendía qué había pasado. Convivo con esa imagen todos los días”, dijo, con la voz quebrada.
A pesar de que la Justicia la condenó a tres años y nueve meses de prisión –pena que ya cumplió–, aseguró que el estigma social nunca la abandonó. “Sigo siendo ‘la asesina’. Mis hijos crecieron con ese rótulo”, sostuvo.
También remarcó que ese antecedente se convirtió en una cuestión central dentro de su actual conflicto: “Si no hubiera estado lo de Genaro, no estaría en el lugar que estoy. Él (por Giménez) usó eso para extorsionarme y hoy pesa en la denuncia que me hizo”.
Silva afirmó que en el último año hizo al menos cuatro denuncias contra su esposo por violencia de género, pero no fueron tenidas en cuenta. “Me lo dijeron en la cara: ‘Tus denuncias van a ser archivadas’. Y así fue. En cambio, cuando él me denunció a mí, me dictaron prisión domiciliaria”, criticó.
Por eso, Silva dijo que siente desconfianza en el sistema judicial: “Nunca tuve tranquilidad para declarar. Siempre me dijeron que si hablaba me iban a dar 20 años, que mis hijos iban a volver a sufrir. El miedo me paralizó”.
Al final de la entrevista, Silva buscó dar una definición sobre sí misma. “Soy una mamá muy dedicada, protectora, trabajadora. Tengo padres, hermanas, amigas que me acompañan. No soy solo el error que cometí aquella noche con Genaro”, expresó.
Y respecto a su futuro inmediato, aseguró que vive con temor: “Es peor que antes. Piden muerte para mí, castigos, cosas terribles. No sé cómo se sigue, pero tengo que continuar por mis hijos”. /
TN