Jueves 16 de Octubre de 2025, 06:30

Cientos de buques pertenecientes a la potencia asiática depredan el Atlántico Sur y violan todo tipo de regulaciones.
La controversia en torno a la operatoria de la flota de pesca ilegal que China despliega cada año en el Atlántico Sur sigue ganando intensidad. A poco de conocerse que los buques en cuestión comenzaron a utilizar puertos chilenos como sitios de descarga, repostaje, mantenimiento y cambio de tripulación, y que suelen izar banderas de países como Vanuatu, en Oceanía, y el africano Camerún, para disimular su presencia, ahora volvieron a trascender otros detalles polémicos referidos a su funcionamiento. Una investigación de la Environmental Justice Foundation (EJF) expuso que los oficiales de esa "armada" comenten abusos laborales así como también violaciones de derechos humanos y animales. Se indicó que la flota china realiza matanzas crueles y deliberadas de especies endémicas.
El informe en cuestión, al que iProfesional accedió esta semana, señala que entre 2019 y 2024 las horas de pesca de las embarcaciones chinas en nuestra región, enfocadas mayormente en la captura del calamar, "aumentaron un 85%, incluso cuando los desembarques mostraron alarmantes signos de disminución".
Graves denuncias contra el accionar de la flota china
"Cada año, a medida que el calamar argentino migra fuera de las aguas argentinas, flotas de embarcaciones industriales de pesca potera llegan a alta mar justo más allá de la frontera nacional, en una zona conocida como Milla 201. La flota es tan extensa que sus luces pueden verse desde el espacio", afirma la investigación.
"El calamar argentino es un pilar del ecosistema y la economía del Atlántico Sudoccidental. Como una de las pocas especies que ocupa una posición intermedia en la cadena alimentaria regional, sustenta delfines, focas, ballenas, aves marinas y peces de valor comercial como la merluza y el atún, a la vez que genera cientos de millones de dólares en ingresos para Argentina", añade.
Al mismo tiempo, EJF subraya que dicha actividad extractiva prácticamente carece de regulaciones y que la actividad de los buques chinos pone en riesgo a todo el ecosistema marino en el Atlántico Sur.
"La explotación de esta pesquería ilegal está prácticamente descontrolada, poniendo en riesgo todo el ecosistema. Proporcionó el 12,2% de la captura mundial de calamar en 2023, y la presión pesquera en la pesquería de alta mar no regulada es más de cuatro veces mayor que en las aguas argentinas reguladas adyacentes", destaca.
Al mismo tiempo, la investigación de la EJF detalla extensas violaciones de derechos humanos a bordo de las embarcaciones que pescan calamar.
"Entrevistas con tripulantes indonesios y filipinos revelaron violencia, intimidación, jornadas laborales excesivas y deducciones salariales, y casi dos tercios de los calamareros chinos están vinculados a muertes o agresiones físicas a bordo", indicó la organización.
Para luego agregar: "La tripulación también denunció ataques ilegales y crueles contra la fauna vulnerable, como el aleteo de tiburones y la matanza deliberada de mamíferos marinos como los lobos marinos sudamericanos".
La investigación concluye remarcando que la falta de supervisión implica que los productos vinculados a estos abusos podrían estar entrando en importantes mercados como la Unión Europea, Estados Unidos y el Reino Unido.
La flota china factura millones a partir del saqueo que hace en Argentina
La flota de pesca distante de la potencia asiática comenzó a trasladarse hacia el Atlántico Sur en los últimos meses de 2024 y comenzó a engrosar sus números a partir de enero y febrero. Hoy por hoy, se estima que alcanza las 600 embarcaciones.
En cuanto a las características de la "armada" asiática, el tamaño de la flota creció al menos un 800 por ciento en la última década y todo indica que la potencia asiática incentivará aún más el arribo de sus embarcaciones al Atlántico Sur.
A estos números hay que añadirles una flota que, integrada por embarcaciones de la misma Argentina y mediante asociaciones, arriendos, y hasta la entrega de licencias de pesca, operan al servicio de la voracidad pesquera asiática.
Los buques chinos por lo general fondean en el límite de la ZEE a la altura de la ciudad de Comodoro Rivadavia. El negocio de depredación que llevan a cabo los barcos asiáticos mueve más de 700 millones de dólares al año. /iProfesional
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