Del amor al odio: la historia del vínculo político entre Milei, Bussi, Karina, Catalán y el PAMI Tucumán

Miércoles 22 de Octubre de 2025, 20:41

Ricardo Bussi y Javier Milei en 2023



Lo que comenzó como una alianza estratégica y cargada de afinidad ideológica terminó en una ruptura violenta y plagada de acusaciones. Javier Milei y Ricardo Bussi, que en 2022 y 2023 caminaban juntos como socios políticos, hoy se acusan mutuamente de traición, manipulación y engaño al electorado. La historia de su vínculo recorre apenas tres años, pero condensa una transformación radical: del respaldo total al repudio público.

En 2022, Javier Milei, entonces diputado nacional y figura ascendente del liberalismo argentino, eligió a Ricardo Bussi —hijo del represor Antonio Bussi y líder del partido provincial Fuerza Republicana— como su aliado en Tucumán. La relación se selló con gestos políticos y declaraciones compartidas. Milei había sido asesor de Antonio Domingo Bussi en la Cámara de Diputados en los años 90.

Milei desembarcó en la provincia en septiembre de ese año para apoyar a Bussi, quien lo recibió como “una esperanza para terminar con la casta política”. 

Durante ese acto, Milei no sólo compartió escenario con el referente tucumano sino que se permitió polémicas declaraciones: cuestionó la cifra de los 30.000 desaparecidos de la dictadura militar y afirmó que esa visión “representa una mirada tuerta de la historia”. Fue una señal de sintonía con un discurso revisionista y de derecha dura que encajaba con el perfil de Fuerza Republicana, el partido fundado por el exgobernador condenado por delitos de lesa humanidad.

En aquellos meses, ambos dirigentes coincidían en varias consignas: la reducción del Estado, la libre portación de armas y la idea de que “los presos deben trabajar para comer”.

“Tenemos coincidencias básicas muy importantes”, afirmaba Bussi en declaraciones a Infobae, mientras exhibía su respaldo a las ideas del economista libertario. En Tucumán, el acuerdo con Milei le otorgaba proyección nacional, mientras que al libertario le ofrecía estructura territorial en el norte argentino.

2023: la campaña compartida y el respaldo explícito

El vínculo alcanzó su punto máximo durante la campaña de 2023. En plena carrera por la gobernación de Tucumán, Ricardo Bussi presentó un spot de campaña en el que Milei aparecía diciendo con énfasis: “Si me querés ayudar, votalo a Ricardo Bussi.”

Ese video, que se difundió por redes y canales locales, consolidó públicamente la sociedad entre ambos. Milei no ocultaba su simpatía: lo describía como “un aliado coherente con las ideas de la libertad” y un “soldado de la batalla cultural contra el kirchnerismo”.

El spot fue acompañado de recorridas, actos y declaraciones conjuntas. En uno de los mensajes difundidos en marzo de 2023, Milei aparecía en afiches con el rostro de Bussi bajo el lema “La Libertad Avanza Tucumán”, dejando en claro que se trataba del brazo provincial de su armado nacional.

El conflicto del PAMI Tucumán

En agosto de 2024, surgió un escándalo de sobrefacturación millonaria en la clínica Sanarte SRL, vinculada al bussismo, que facturó 2.500 millones de pesos al PAMI en ocho meses. 

Bussi defendió la gestión de Martín Fernández González, entonces al frente del PAMI Tucumán, quien había detectado irregularidades y solicitado la baja de varias clínicas, asegurando que actuaba “para desarmar la mafia y la corrupción”. Sin embargo, Fernández González luego fue vinculado a una presunta estafa de 1.500 millones de pesos, lo que complejizó la situación y aumentó los enfrentamientos internos.

La llegada de Enesto Iramain, primo de Lisandro Catalán, al PAMI consolidó un foco de tensión dentro de La Libertad Avanza en Tucumán, enfrentando a los sectores vinculados al bussismo con el entorno de Karina Milei. Bussi ha expresado su descontento con esta designación y ha denunciado públicamente la pérdida de control sobre un organismo estratégico, que antes estaba bajo influencia de su espacio político.

Los millones del manejo de la caja del PAMI Tucumán generaron la ruptura de los Milei con Bussi, durante una visita de Karina a Tucumán.

LEER TAMBIEN: Mientras Huesen dice que no tuvo injerencia en el nombramiento de su sobrina en el PAMI, revelan que Lisandro Catalán puso a su primo como interventor provincial

El quiebre: de socio político a “farsante y mentiroso”

Ahora la ruptura es total entre Milei y Bussi. 

La semana última, Bussi volvió a usar el viejo spot de campaña de 2023 —aquel en el que Milei pedía votarlo—, pero esta vez en un contexto donde ya no existía alianza alguna entre ambos. El uso del video encendió la furia del presidente.

Milei reaccionó con dureza y rompió públicamente toda relación.

“Esa es una actitud propia de un farsante, de un facineroso, de un mentiroso”, dijo el mandatario al ser consultado por la prensa nacional. También calificó el gesto como “una ofensa al intelecto de los tucumanos” y anticipó que llevaría el caso a la Justicia por uso indebido de su imagen.

Las declaraciones sellaron el final de una relación política que había sido clave en los inicios del armado libertario. En pocas horas, el tono del discurso pasó de la camaradería a la confrontación total. Desde el entorno presidencial aclararon que Bussi “ya no forma parte de La Libertad Avanza” y que cualquier intento de vincularlo con el Gobierno nacional constituye una maniobra engañosa.

Por su parte, el dirigente tucumano respondió asegurando que “el video era histórico” y que no buscaba confundir al electorado. Pero la reacción de Milei fue implacable: la calificó de “maniobra sucia” y ratificó su decisión de cortar lazos con el partido Fuerza Republicana.

Del amor al odio: una historia breve pero intensa

La relación Milei-Bussi es una muestra perfecta de cómo los armados políticos vertiginosos que acompañaron la expansión libertaria terminaron estallando bajo el peso de sus propias contradicciones.

En 2022 y 2023, Milei necesitaba referentes locales para sostener su crecimiento nacional; en 2025, desde la Casa Rosada, busca despegarse de alianzas que puedan manchar su imagen o vincularlo con figuras de pasado controvertido.

Lo cierto es que, durante meses, el economista libertario no sólo avaló sino que promovió públicamente la figura de Ricardo Bussi como representante de sus ideas en Tucumán. El contraste entre aquel respaldo entusiasta —con videos, actos y discursos compartidos— y la ruptura actual, marcada por insultos y amenazas judiciales, revela el tránsito de una relación que pasó del amor político al odio manifiesto en apenas tres años.

Hoy, los mismos rostros que sonreían juntos en los afiches libertarios se enfrentan en una guerra de declaraciones. Y en Tucumán, donde alguna vez se los vio como socios naturales, la pregunta flota entre los militantes: ¿qué cambió más rápido, la política o las lealtades?