Martes 28 de Octubre de 2025, 21:49
Con el paso de las horas, los investigadores del crimen del contador José Antonio Romano avanzan sobre su círculo más íntimo. Cada vez son menos las dudas de que el profesional conocía a quien terminó quitándole la vida y, con la ayuda de otra persona, escondió su cuerpo dentro de un freezer. Ese elemento, precisamente, convirtió el caso en uno de los más escalofriantes de los últimos tiempos en Tucumán.El hombre, de 52 años, fue visto por última vez junto a un joven con el que ingresó a la vivienda que usaba ocasionalmente. Luego, según consta en el expediente, el desconocido se marchó en la camioneta del contador y regresó más tarde acompañado por otro sujeto que aún no fue identificado. Finalmente, ambos escaparon a bordo de la VW Amarok de Romano y la abandonaron en un descampado del barrio Villanueva, en Aguilares.
Ayer, por pedido del fiscal Miguel Varela, se realizó un peritaje en el interior del vehículo. Los especialistas hallaron manchas de sangre en las puertas y comprobaron que los sospechosos habían arrancado las chapas patentes. Hasta el momento, no se logró dar con las llaves de la casa ni con el teléfono celular del contador.
Ese detalle no pasa inadvertido para el fiscal Varela. Se trata de un indicio más que refuerza la sospecha de que los homicidas conocían bien a la víctima. Sabían cómo ingresar y salir de la vivienda, uno de ellos estaba acostumbrado a conducir la camioneta y también conocía el funcionamiento del freezer, que habría puesto en la temperatura máxima después de colocar allí el cuerpo.
Este último aspecto transformó el hecho en uno de los crímenes más macabros registrados en la provincia, aunque no el único.
“Lobo” Estequín, el descuartizador de la Quinta AgronómicaMató a su suegra y arrojó las partes del cuerpo en distintos lugaresEl 26 de diciembre de 2003, Margarita del Valle Pereyra fue a visitar a su yerno, Mario “Lobo” Estequín, empleado no docente de la Universidad Nacional de Tucumán y sereno de la Quinta Agronómica. La mujer pretendía pedirle que dejara en paz a su hija, Marisol Chávez, de 22 años, quien había huido a Buenos Aires para escapar de los maltratos. Esa fue la última vez que se la vio con vida.
La familia denunció su desaparición el 4 de enero. La Policía descubrió que Estequín podría estar involucrado y, finalmente, el hombre confesó haberla matado a golpes. Esa misma noche, bajo una fuerte tormenta, descuartizó el cuerpo y arrojó las partes en distintos puntos de El Manantial y Lules.
En agosto de 2010 comenzó el juicio. Pese a las distintas estrategias de defensa, fue condenado a 20 años de prisión. Años después, retomó su relación con Marisol, la propia hija de la víctima, y actualmente goza de salidas transitorias.
El crimen de la contadora que conmocionó Barrio NorteUna médica asesinó a su amiga e intentó descuartizarlaEl 6 de febrero de 2007, la contadora Liliana del Valle Cruz avisó a sus compañeros que pasaría por la farmacia de su amiga, la médica María del Valle Dip, ubicada en la avenida Avellaneda al 600, para reclamarle una deuda por compras realizadas con una tarjeta sustraída. Desde ese momento, no se supo más de ella.
Al día siguiente, su vehículo fue hallado en una guardería; los testigos aseguraron que una mujer, distinta a la contadora, lo había dejado allí. Dos días más tarde, un hijo de Dip llamó a la Policía: algo grave había ocurrido. Los efectivos hallaron a la médica desmembrando el cuerpo de Cruz y guardando las partes en cajas y bolsas. Se probó luego que antes de asesinarla, le administró un sedante potente.
Tras varios planteos judiciales, Dip fue condenada a 12 años de prisión mediante un juicio abreviado.
Marcovich, el hombre que fingió su propia muerteCondenado a perpetua por asesinar a un linyeraAgobiado por las deudas y sus múltiples relaciones sentimentales, Carlos Marcovich ideó un plan para fingir su muerte, cobrar un seguro y huir con una de sus amantes.
El 26 de abril de 2000, un llamado anónimo alertó sobre un cuerpo calcinado dentro de un Renault 9 en la ruta 305, camino a La Aguadita. Todo indicaba que se trataba de Marcovich, por los documentos y un reloj hallados en el lugar.
Pero dos días después, el supuesto muerto apareció vivo en la fiscalía: “Buenos días. Soy Marcovich. Quiero hablar con el fiscal Mussi”, dijo. Su presencia causó conmoción. Luego se supo que la víctima era Juan Carlos Carrizo, un hombre en situación de calle. La investigación demostró que Marcovich lo engañó, lo asesinó y prendió fuego al cuerpo para simular su muerte. Fue condenado a cadena perpetua, tras años prófugo hasta su captura en Salta.
El cuerpo oculto en una cisternaCondenaron a un albañil que sabía limpiar tanquesGabriela Picciuto fue vista por última vez en marzo de 2023. Recién el 7 de mayo un obrero, que realizaba obras en una casa de calle Chacabuco 59, encontró su cuerpo oculto en la base de una cisterna.
La investigación alcanzó a más de diez personas, pero el único condenado fue Leonardo Salomón, cordobés y última pareja de la víctima. Según el fiscal Carlos Sale, la mató de un golpe en la cabeza, envolvió el cuerpo con plástico y sábanas, y lo escondió en la cisterna antes de huir. Fue detenido semanas después en Córdoba, donde trabajaba como albañil y limpiaba tanques de agua. Recibió 15 años de prisión.
El terrible final de Luján en Río SecoEl acusado descuartizó el cuerpo de la niña y lo quemóLuján Nieva, de 11 años, desapareció el domingo 25 de agosto en Río Seco. Su familia la buscó desesperadamente durante 20 días. Había salido a comprar a un almacén del barrio Virgen del Rosario, pero nunca regresó.
El acusado, Mateo Walter Córdoba, la atrajo hacia su casa, la golpeó en la cabeza y la mató. Luego descuartizó el cuerpo, lo intentó quemar y enterró parte de las vísceras en un tacho cubierto con tierra y una planta. Días después, los perros del vecindario desenterraron los restos, que aparecieron esparcidos por las calles cercanas.
“El hecho es macabro. Se ataca el bien jurídico más preciado, la vida de una niña. La conducta del imputado otorga al caso una gravedad extrema”, señaló el auxiliar fiscal Bernardo Sassi.
El trágico final del pequeño “Benja”El niño fue asesinado y enterrado en su casa de Atahona“Benja”, de tres años, fue reportado como desaparecido por su abuela ante la fiscala Mariana Rivadeneira, quien reunió pruebas que apuntaban a un desenlace trágico. El caso pasó luego al fiscal Miguel Varela.
Las sospechas recayeron sobre los padres del niño, Jorge Luis Lucero y Romina Vanesa Gutiérrez, quienes finalmente fueron detenidos. Los restos del pequeño fueron hallados enterrados cerca de la vivienda familiar.
Según la investigación, entre julio y diciembre de 2023, mientras reparaban el techo de su casa, Lucero se enfureció con su hijo y le golpeó la cabeza con un bloque de cemento, provocándole la muerte instantánea. El fiscal imputó a ambos por filicidio y dictó prisión preventiva: seis meses para él y cuatro para ella.