Viernes 21 de Noviembre de 2025, 19:01

El kéfir tiene 60 cepas de bacterias y levaduras que benefician el sistema inmune, el metabolismo y la flora intestinal.
Originario de las montañas del Cáucaso, el kéfir —un fermento tradicional conocido como “oro blanco”— está despertando creciente interés científico por su impacto en la salud digestiva, inmunológica y metabólica. Estudios publicados en bases como PubMed y BMC describen a este alimento como una matriz simbiótica viva que reúne entre 30 y 60 bacterias y levaduras con potencial para equilibrar la microbiota intestinal.
El kéfir se obtiene a partir de gránulos blanquecinos que fermentan azúcares y generan compuestos como ácido láctico, dióxido de carbono y enzimas activas.
El resultado es una bebida rica en microorganismos vivos capaz de modificar el entorno intestinal y mejorar el funcionamiento del sistema digestivo.Dos variedades y múltiples beneficios
Existen dos tipos principales: kéfir de leche, similar al yogur y rico en proteínas, vitaminas y minerales; y kéfir de agua, más liviano pero igualmente probiótico. Ambos aportan microorganismos capaces de mejorar la tolerancia a la lactosa, reducir la inflamación y favorecer la absorción de nutrientes.Aunque gran parte de la evidencia proviene de estudios in vitro o en animales, las investigaciones apuntan a beneficios como:
-mayor diversidad microbiana,
-mejor tránsito intestinal,
-disminución del colesterol y la glucemia,
-efectos antihipertensivos, antiinflamatorios y antioxidantes,
-fortalecimiento del sistema inmune,
-posible actividad anticancerígena.
Especialistas consultados destacan que el kéfir favorece el desarrollo de bacterias beneficiosas como Lactobacillus y Bifidobacterium, mientras limita microorganismos dañinos. Una microbiota equilibrada —afirman— mejora la digestión, refuerza la barrera intestinal y potencia la respuesta inmunológica.
Cómo incorporarloEl kéfir puede prepararse en casa dejando fermentar leche o agua azucarada entre 24 y 48 horas a temperatura ambiente. Los expertos recomiendan usar utensilios de vidrio o plástico, evitar el contacto con metales y consumir la bebida dentro de los 7 a 10 días.
Con entre 100 y 200 ml diarios alcanza para obtener beneficios. “La clave es la constancia y acompañarlo con una alimentación equilibrada”, coinciden los nutricionistas.
Más leídas hoy
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Más leídas en la semana
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10