Jueves 27 de Noviembre de 2025, 07:52

Una joven brasileña de 19 años en Mineiros (Goiás) se hizo pruebas y los análisis confirmaron superfecundación heteropaternal: qué implica para la salud.
Una joven de 19 años de Mineiros, en el estado de Goiás, Brasil, dio a luz a mellizos y decidió hacerse una prueba de paternidad por dudas sobre quién era el progenitor. El resultado desconcertó: los análisis de ADN mostraron que cada bebé tenía un padre biológico distinto y la noticia llamó la atención local.
Según relató la mujer, había mantenido relaciones con dos hombres en pocas horas durante su ventana fértil. La primera prueba confirmó la paternidad de uno de los bebés y el otro no coincidía con ese hombre. Al repetir el test con el segundo implicado, el laboratorio corroboró que cada mellizo tenía un progenitor diferente.
Cómo funciona el fenómeno biológico de los mellizos
Lo ocurrido es un ejemplo de superfecundación heteropaternal, un fenómeno reproductivo real en el que una mujer libera dos óvulos en el mismo ciclo y ambos son fecundados por espermatozoides de hombres distintos. En la práctica hablamos de mellizos dicigóticos que comparten la carga genética materna pero no la paterna, por eso son medio hermanos biológicos.
Es un suceso extraordinariamente infrecuente: la literatura médica documenta apenas unas decenas de casos y los especialistas advierten que puede pasar inadvertido si nadie solicita pruebas separadas. Desde la salud perinatal, sin embargo, no suele implicar riesgos añadidos: la gestación y el desarrollo de mellizos dicigóticos transcurren como en cualquier embarazo múltiple.
En el ámbito legal y forense la superfecundación heteropaternal plantea desafíos: los resultados de ADN requieren interpretación rigurosa para evitar atribuciones erróneas de paternidad que afecten custodia o pensiones. Si aparecen dudas, la recomendación es consultar con el ginecólogo o la matrona, considerar pruebas genéticas dirigidas y, cuando corresponda, asesoramiento jurídico.
La madre prefirió mantener el anonimato y, según fuentes, convive con uno de los hombres implicados, que decidió asumir el cuidado de ambos niños más allá de la genética. Casos así muestran que una familia se construye con la presencia, el cuidado diario y el afecto, no solo con la coincidencia del ADN.
Si esta historia genera inquietud, recordá que se trata de un evento rarísimo y que hay recursos de apoyo médico y legal. Tenés derecho a pedir aclaraciones y pruebas si las necesitás, y a recibir contención. Al final, más allá de cualquier resultado genético, lo que sostiene un hogar son los cuidados cotidianos y el compromiso de quienes acompañan.
/La 100
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