Viernes 28 de Noviembre de 2025, 05:20
En menos de dos semanas, el Operativo Lapacho volvió a exponer una preocupante dinámica de tráfico de drogas en el NOA: cuatro procedimientos consecutivos permitieron secuestrar cocaína y marihuana ocultas en tours de compras provenientes de Orán y la participación de “punteros” que alertaban sobre controles policiales. En total, se incautaron cuatro kilos de cocaína y 11 de marihuana, además de otras cargas interceptadas por Gendarmería en controles paralelos. Cinco personas quedaron detenidas, entre ellas el organizador del viaje y el chofer del micro.
El caso más reciente ocurrió este jueves en el puesto de Cabo Vallejo. Allí, efectivos de la Policía detuvieron inicialmente a dos hombres que se movilizaban en una camioneta. Alegaron que viajaban desde Orán para instalar una carnicería en Mendoza, pero sus respuestas inconsistentes levantaron sospechas. Sin elementos suficientes para retenerlos, los agentes los dejaron avanzar. Minutos después interceptaron un micro repleto de bagayeros que regresaban a la región cuyana. En la bodega descubrieron dos bultos con la droga.
La Policía rastreó nuevamente a los ocupantes de la camioneta, presuntos “punteros” encargados de advertir sobre los controles en ruta, y los encontró detenidos en Molle Yaco, esperando el paso del ómnibus.
Mientras se desarrollaba ese operativo, Gendarmería comunicaba otro decomiso: seis kilos de cocaína hallados en valijas con doble fondo que eran transportadas en un tour de compras rumbo a Lomas de Zamora. Un escáner reveló las láminas ocultas. Por disposición de la Justicia Federal, quedaron detenidos dos hombres y una mujer bolivianos. El micro continuó viaje.
La semana pasada, en Huacra, la misma fuerza había decomisado seis kilos de marihuana escondidos en parlantes y adheridos a la pierna de uno de los implicados. Y un día antes, se detectaron tres kilos de cocaína ocultos dentro de peluches que una mujer llevaba consigo. Según las estimaciones oficiales, entre todos los procedimientos la droga supera los $ 240 millones en valor.
Los investigadores advierten patrones coincidentes: todos los envíos tenían origen en Orán, viajaban en tours de compras y tenían a Mendoza como destino final. Además, siete de los ocho detenidos en los distintos casos son ciudadanos bolivianos. Las autoridades sospechan que operan una o varias organizaciones que reclutan pasajeros para trasladar droga en estos viajes y emplean punteros para esquivar retenes. Para determinar responsabilidades de coordinadores y choferes, se secuestraron celulares que serán sometidos a peritajes.
En lo que va del año se contabilizan 165 kilos de estupefacientes secuestrados en el NOA —144 de cocaína y 21 de marihuana—, un número sensiblemente inferior a los 325 kilos incautados en 2024. Fuentes judiciales atribuyen esta caída a la red de corrupción detectada el año pasado, que reveló que algunos gendarmes aceptaban sobornos para permitir el paso de tours de compras sin controles.
Las autoridades insisten en que fortalecer los puntos de vigilancia en la frontera con Bolivia es clave para evitar que las cargas se dispersen por distintas rutas. Informes de Gendarmería señalan que en Orán estacionan entre 25 y 30 micros de tours de compras por día, que cargan mercadería ingresada por pasos clandestinos en Aguas Blancas antes de distribuirse en distintos puntos del país.
Según la Policía, los grupos narcos cambian de itinerario constantemente y, de ser necesario, permanecen ocultos más de un día en zonas de monte hasta que se desactiva un operativo.
“Es una operatoria dinámica, organizada y difícil de interceptar si no se refuerzan los controles en origen”, expresó un funcionario. Las investigaciones continúan y se esperan nuevos avances a partir de los análisis digitales de los dispositivos secuestrados.