Lunes 01 de Diciembre de 2025, 08:23
Mauro Caballero asesinó a las dos mujeres en medio de un brote psicótico. “Esto se podría haber evitado si las leyes de Salud Mental se hubieran respetado”, reclamó la familia de las víctimas.A poco de cumplirse un año del brutal crimen de Florencia Santi y Verónica Caballero en la localidad bonaerense de Merlo, el único acusado fue declarado inimputable y la Justicia decidió que sea internado en una unidad del penal psiquiátrico de Melchor Romero.
Así lo decidió el viernes el Tribunal en lo Criminal N° 5 de Morón en un juicio abreviado, en el que también absolvió a Mauro Matías Caballero del delito de homicidio triplemente agravado por ensañamiento, alevosía y femicidio -tres hechos- uno de ellos en grado de tentativa, en concurso real entre sí.
Para el juez Marcos Javier Lisa, Caballero mató a su hermana y a su sobrina en medio de un brote psicótico. Los peritos psiquiátricos concluyeron que el hombre de 34 años “padece de un trastorno psicótico no especificado, de curso crónico, al que asocia el consumo sostenido de sustancias psicoactivas, principalmente cocaína”.
“Este cuadro compromete su capacidad valorativa judicativa y le provoca una alteración morbosa de sus facultades mentales que le impidió comprender la criminalidad de sus acciones y obrar en consecuencia a dicha comprensión al momento de los hechos investigados”, agregaron en el fallo al que accedió TN.
Tanto el fiscal del caso como el defensor de Caballero pidieron que el hombre sea tratado por su padecimiento de salud mental y que se disponga una medida de seguridad.

El juez Lisa absolvió al acusado y resolvió que sea internado durante 15 años en la unidad carcelaria N° 34 de Melchor Romero, que pertenece al Servicio Penitenciario Provincial, “hasta que en forma interdisciplinaria se estime extinguido el riesgo para sí o terceros”.
En ese penal debe ser sometido a un tratamiento terapéutico “acorde a la patología psiquiátrica y adictiva que padece”, con abordaje psiquiátrico interdisciplinario, monitoreo clínico y control judicial periódico.
“Una vez vencida deberá ser puesto a disposición del Juzgado de Familia a los fines de la eventual continuidad de su internación involuntaria en los términos de la Ley de Salud Mental”, ordenó.
“Se me apagó la tele”: así fue el brutal crimen
Caballero empezó con la adicción a los 19 años y consumía “lo que venía”, contaron sus allegados. Si no tenía cocaína, buscaba alguna pastilla de sus familiares y las mezclaba con alcohol. Su problema era crónico y duró por varios años. Trató de rehabilitarse en dos oportunidades, pero el sistema siempre lo expulsó y lo llevó de nuevo a ese círculo vicioso que parecía sin salida.
Su papá lo abandonó a él y a sus 14 hermanos y tuvo que salir a trabajar a los 15 años, pero todo lo que ganaba se lo gastaba en cocaína. A veces hacía changas a cambio de droga, o le robaba a sus parientes. Un día robaba un ventilador, a la semana siguiente una bicicleta, y así hasta vender muchas cosas.
Castillo decía que su familia era “intocable”. Sin embargo, su serio problema con las drogas lo llevó a protagonizar el capítulo más oscuro de su vida. El 10 de enero del 2024, en medio de un brote psicótico, mató a cuchillazos a su hermana Verónica y a su sobrina, Florencia Santí, de 14 años, en su casa de Morón.
“Estaban jugando a la Play y yo estaba en la vereda. Cuando entré a la casa, las vi y de un momento al otro se me apagó la tele”, contó el acusado en su sesión con el equipo de psiquiatras de la Policía científica después de ser detenido. Ese día, había consumido cocaína y pastillas. Aseguró además que “no se acuerda” nada del ataque. “Cuando volví a mí, mi familia me estaba agarrando y yo los empujaba y los quería golpear. Había sangre por todos lados”, detalló.
“Siempre que me drogo veo sombras, me quedo tildado. Me dicen que me quise suicidar varias veces, pero no las recuerdo. Una vez me desperté abajo de un tren, con la policía sacándome. Me había tirado para matarme. A veces siento que no quiero estar en este mundo”, indicó ante los psiquiatras.

Mauro Caballero fue internado en un penal psiquiátrico.
Para la Justicia, su testimonio fue creíble. Cuando indagaron más a fondo, descubrieron que el acusado padecía un “trastorno psicótico no especificado, de curso crónico”, al que asocia el consumo sostenido de sustancias psicoactivas, que podría haber sido tratado de fondo.
“Si se hubieran adoptado los mecanismos que prevé la Ley de Salud Mental, no se hubiera llegado a este desenlace fatal, porque tuvo varias internaciones previas. En este tipo de casos, cuando una persona está pasando por una crisis de consumo problemático, se lo lleva al hospital, le dan un sedante y al otro día dice que se siente bien y se va, y termina pasando esto”, explicó el abogado Rodrigo Tripolone, que representa a la familia, en diálogo con TN.
Daniel Santí, el hijo de Verónica y hermano de Florencia, entiende que el acusado atravesaba una crisis psiquiátrica cuando las asesinó, pero espera justicia. "No solo Mauro asesinó a mi hermana, también lo hizo el sistema con las leyes nefastas que tenemos. Esto se podría haber evitado si las leyes de Salud Mental se hubieran respetado”, cerró. /TN